La maternidad no es como la pintan e idealizan. A lo largo de la historia se ha exaltado esa función, ser madre se convirtió en el eje de la identidad femenina, por eso en los años 60 y 70 las feministas se rebelaron contra ese rol, y también por eso hoy en día, las mujeres feministas que han decidido ser madres luchan por visibilizar los tabús que hay a su alrededor y pelean por una maternidad que sea reponsabilidad colectiva y batalla del movimiento feminista.
En los últimos años e impulsadas por el feminismo que, aseguran, debe incluir a la maternidad porque alrededor del mito materno creado por el patriarcado hay una serie de violencias que la sociedad ha normalizado históricamente, escritoras y artistas como Esther Vivas, Jazmina Barrera, Ana Casas Broda y Sara Escobar, en el marco del Día de la Madre, reflexionan y analizan la maternidad, la crianza y el cuidado de los hijos.
“A las mujeres se nos ha impuesto un determinado ideal de buena madre, de madre sacrificada y abnegada; en ese ideal la figura de la mujer desaparece, no tenemos vida propia”, asegura Vivas y señala que debemos reivindicar hablar de la experiencia materna con sus luces pero también y sobre todo en relación con sus sombras.
A las madres no se permite hablar de todas las sombras que rodean a la experiencia materna porque hacerlo es reconocer que socialmente somos malas madres, y éste es el discurso que Vivas pone en cuestión porque nos genera culpa y malestar a las mujeres con la propia experiencia materna.
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“Es muy fácil para el Estado, para las parejas, para el resto de la sociedad lavarse las manos y depositar la responsabilidad entera de la crianza en las madres cuando se ve como algo tan natural, algo tan maravilloso, algo tan luminoso y tan fácil. Visibilizar todos los problemas que trae la maternidad es una forma de exigir una crianza colectiva, compartida, que es la forma de tener maternidades gozosas, de tener maternidades libres, plenas y elegidas”, afirma Barrera.
Exigencias
La maternidad trae consigo no sólo claroscuros, las escritoras y artistas coinciden en que esta experiencia debe de estar acompañada de derechos para vivirla libres de violencia y abuso. Desde el derecho a decidir sobre la maternidad hasta vivirla como responsabilidad colectiva y que es necesario que se reivindique desde el feminismo.
“Si no es desde el feminismo que defiende el parto respetado, acabar con la violencia obstétrica, unas licencias de maternidad más amplias, yo me pregunto ¿quién lo va a hacer? Si el feminismo no defiende los derechos de las madres deja en el camino a millones de mujeres que tenemos hijos”, dice Vivas.
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Para Jazmina Barrera las batallas feministas no tiene que ver con considerar a las madres seres humanos que necesitan ayuda en la crianza, con arroparlas en una red que les ayude a tener una crianza colectiva que es la forma en que ellas pueden desarrollarse en otros aspectos de su vida.
“Implica por ejemplo luchar por un sistema nacional de cuidados, exigir licencias de maternidad más amplias, exigir licencias de paternidad equivalentes a las de las madres e igual de amplias; hay otras políticas públicas: pelear por jornadas de trabajo reducidas que permitan tanto a madres, padres y cuidadores tener tiempo para el cuidado y la crianza, todas estas son batallas feministas, tienen que serlo porque tienen que ver con la autonomía de las mujeres que son en quienes recaen los trabajos de cuidados y de crianza, tiene que ver con la libertad de las mujeres y su felicidad; todo esto son problemas fundamentales del feminismo”, asegura Barrera.
Frases
“A las mujeres se nos ha impuesto un determinado ideal de buena madre, de madre sacrificada y abnegada; en ese ideal la figura de la mujer desaparece”. Esther Vivas. Escritora.
“Visibilizar los problemas que trae la maternidad es una forma de exigir una crianza colectiva, compartida”. Jazmina Barrera. Escritora y editora.