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El artista Gabriel Orozco fue invitado por la Presidencia a encabezar el equipo interdisciplinario que se encargará de revitalizar el área de 800 hectáreas para dar forma al Complejo Cultural Bosque de Chapultepec que será un conjunto artístico, cultural y ambiental, pero cuya fecha de conclusión, costos totales, recursos de integración de las cuatro secciones y medios para la recuperación ambiental, entre otros temas, no se precisaron.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que será “el espacio artístico-cultural más grande y, desde luego, más importante del mundo”. Precisó que será coordinado por la secretaría de Cultura, en coordinación con el gobierno de la Ciudad de México y la secretaría de Defensa, que donó un área de 100 hectáreas en la cuarta sección (área que tenía un avalúo de 12 mil millones de pesos, refirió el Presidente). Defensa, Guardia Nacional, policía montada y guardabosques se encargarán de la seguridad.
Orozco, el artista vivo de México con más reconocimiento en el mundo y quien no cobrará por participar en el proyecto, intervino en la conferencia mañanera para ofrecer algunos lineamientos del proyecto que busca la “revitalización” del bosque.
Sin embargo, la presentación del Complejo Cultural Bosque de Chapultepec —como sucedió cuando el Presidente dio a conocer la Coordinación de Memoria Histórica y Cultural de México, y la Estrategia Nacional de Lectura— fue un gran anuncio que genero muchas preguntas que aún están sin respuesta.
“Lo que se presentó fue muy general, poco preciso —opinó el arquitecto Felipe Leal—. Se requiere más información, sólo se dieron las generalidades sobre la intención de integrar las secciones, lo más importante sería integrar la cuarta sección. Lo expuesto es una intención, un proyecto, una idea de integrar, para opinar se necesita conocer un plan que no existe. Lo importante, me parece, es la incorporación de la cuarta sección, y que ahí haya una parte que sea zona ambiental. Aún es poco para opinar acerca de lo técnico porque son generalidades las que hoy se presentaron”.
Tras precisar que también desconoce los detalles del proyecto anunciado por el Presidente, el arquitecto y paisajista Mario Schjetnan destacó tres cosas en la iniciativa: “Primero, que es una buena noticia que se expanda el Bosque de Chapultepec en una cuarta sección, haciendo un gran corredor verde desde la Estela de Luz en Reforma hasta la entrada a Santa Fe, configurando un gran sistema de parques. Segundo, la idea de unir o conectar las tres secciones de Chapultepec (y ahora cuatro) es una idea que se viene persiguiendo desde que se iniciaron los planes del rescate y rehabilitación del Bosque de Chapultepec y ahora es posible al haber abierto Los Pinos al público. Y tercero, la noción de concebir Chapultepec como un gran eje cultural resulta muy interesante”.
Tiempos y costos. Los recursos para el proyecto no se conocen aún; en tres meses se entregará el proyecto ejecutivo. “Vamos a tener ya el presupuesto pronto —respondió el Presidente a los periodistas—, no se va a requerir de muchos fondos, porque todo lo creativo va a ser aportado de manera voluntaria. Como aquí lo mencionó Gabriel, se va a buscar que no se desperdicien los recursos, que no se trate de construcciones que puedan convertirse en elefantes blancos”. Enfatizó: “Tenemos el presupuesto para llevar a cabo este proyecto”.
La fecha de conclusión de las obras tampoco fue precisa. “Yo creo que, para la mitad del sexenio, en tres años ya va a estar”, dijo el mandatario. Luego acotó: “No es obra civil sólo, no son puentes o segundos pisos, son estructuras de arte, sí son puentes, pero tienen que ser ecológicos, acorde con el medio ambiente”. Pero matizó: “Yo espero que esté para mitad del sexenio terminado, eso sería lo ideal, pero para no equivocarnos, no fallar, no quedar mal, va a ser un proyecto del sexenio, o sea, durante el gobierno se va a concluir”.
La secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, detalló que Los Pinos será sede de la Orquesta Escuela Carlos Chávez, y del Fonca. Sobre el concepto del Complejo Cultural Bosque de Chapultepec comentó que plantea la articulación de 11 museos, cinco parques, el primer panteón civil de México, tres centros hípicos, e incluso los murales que pintó Diego Rivera para el Cárcamo. Espacios que hoy, resaltó la funcionaria, están desarticulados.
Aunque como dijo el Presidente al final de la conferencia, “nos costó trabajo convencerlo de que viniera él a exponer”, Orozco habló durante 12 minutos y enumeró propuestas, muchas de las cuales van más allá de “puentes ecológicos y estructuras de arte”, como definió el mandatario: “Se trata de un proyecto ecológico fundamental para el país —abundó el artista—, un proyecto ambiental que representa nuestra posible supervivencia, literalmente hablando”.
Describió que para esta propuesta se busca que participen los mejores mexicanos, especialistas, para conseguir que esto sea hacer “un ejemplo de la cultura ambiental”.
Aunque reconoció que aún no se puede presentar cuál será la infraestructura urbana más eficiente ni los elementos artísticos o esculturas que funcionen dentro para la revitalización del bosque, dijo que se trata de una obra que plantea interconectividad, y que empezará por construirse lo necesario para la revitalización y su reforestación del bosque.
El concepto dará prioridad al tránsito peatonal y familiar. Planteó que podría haber espacios como un museo de la diversidad y un jardín botánico; propuso abrir el Panteón de Dolores, y que sea lugar de paseo.
Acerca de la tercera sección, Orozco resaltó la necesidad de integrar los dos sectores de la ciudad que viven en las áreas que rodean el Bosque y que el bosque sea espacio de la interconectividad. Aquí habló de reforestación: “Yo creo que es imposible ahorita hablar de números, en particular cuánto puede costar sembrar árboles, suena como que poca cosa, pero hay que ver cómo irrigar esto. Tenemos que tomar estos cauces donde viene el agua, podríamos pensar en unos lagos aquí, unas presas, hacer el agua visible para que los pájaros regresen”. En una suerte de lista de deseos, habló de un centro deportivo urbano y una zona donde montar a caballo.
En torno de la Cuarta Sección planteó que con la enorme y muy importante infraestructura que donó la Sedena se pueden generar muchos museos e instituciones que sirvan y den servicio a todo el bosque.
“Entonces, al final se va a trabajar en cada zona con mucho cuidado, con mucha economía y mucha precisión, para que no haya un desperdicio de ello, que un solo centavo y cada infraestructura, tanto urbana como ecológica, tenga una razón de ser y termine siendo autosustentable y tal vez un positivo neto, quiere decir que termine siendo y produciendo oxígeno, cultura”.
Muchas de estas ideas coinciden con el proyecto que hace años manejó el arquitecto Alberto Kalach.
Acerca del anuncio, el arquitecto y maestro en Urbanismo José Antonio Aldrete-Haas, autor de los libros La Nueva Arcadia y CDMX Naturalizada, celebró la propuesta y coincidió en que es un gran anhelo, pero lanzó varias preguntas: “¿Se plantea el proyecto como un detonador de la transformación de sus zonas aledañas, es decir de gran parte de la ciudad, o como ‘una isla’?, ¿se buscará recuperar las cañadas como jardines recreativos pero también como parte de un sistema acuífero que rebasa los límites del parque?, ¿y qué decir de las zonas habitacionales colindantes al parque, de los accesos —vehiculares y peatonales—, y de los ‘conectores’ que integrarán sus secciones en una experiencia total?, ¿se convocara vía concursos la participación de equipos multidisciplinarios para diseñar elementos previamente definidos, como los ‘conectores’, accesos, el impacto en colonias adyacentes, transformación de instalaciones existentes, etc?”
Reflexionó que para que este sueño se haga realidad y establezca un nuevo paradigma global de ciudad se requiere de una participación amplia y activa de la creatividad de profesionales (de paisajistas, arquitectos, ingenieros, biólogos, ambientalistas, ecólogos y muchos otros profesionales).