Con la presencia de Armando Manzanero , la noche de este jueves fue develado el mural “México de mil recuerdos”, del caricaturista Luis Carreño -colaborador de EL UNIVERSAL-. La obra fue instalada a la entrada del restaurante The Palm , en el Hotel Presidente Intercontinental.
“Me siento muy honrado de estar dentro de tanta gente importante” dijo el compositor quien aparece en la pintura de Carreño. Ambos presentaron a los asistentes la obra en la cual se pueden ver a algunos de los más grandes personajes de la cultura y las artes mexicanos del siglo pasado, de diferentes generaciones y expresiones artísticas.
Carreño trabajó durante cinco meses la pintura que mide dos metros de ancho por uno y medio de alto; es un óleo sobre lienzo que conserva rasgos de caricatura en algunos de los personajes.
En la obra, Luis Carreño incluyó además de Manzanero, a Agustín Lara, Consuelito Velázquez, Lola Beltrán, Diego Rivera, Frida Kahlo, Juan Gabriel, José Alfredo Jiménez, Roberto Gómez Bolaños, María Félix, Mario Moreno “Cantinflas”, Francisco Toledo, Tongolele, Pedro Infante, así como a su padre Jorge Carreño y, hasta abajo en una esquina del cuadro, un pequeño autorretrato.
“Aprendí a dibujar para no tener que hablar”, dijo Luis Carreño, y agradeció la presencia de su familia y amigos, entre ellos el maestro Manzanero, quien, recordó Carreño, lo ha acompañado a presentar sus trabajos al público en varias ocasiones. Así mismo agradeció a Braulio Arsuaga y al restaurante Palm, por dar cobijo a su obra.
“Cuando surgió la idea de un cuadro como éste se me vino a la mente el nombre de ‘México de mil recuerdos’. Todos terminaremos siendo un buen o un mal recuerdo, pero en este caso todos son buenos recuerdos. Los vemos y los disfrutamos a través de su música, sus pinturas, sus gracias al actuar… Está mi padre, Jorge Carreño, como querubín. Me centré sobre todo en los intérpretes y compositores, Consuelo Velázquez, el maestro Lara, el maestro Manzanero, que son glorias mexicanas.
Están el maestro Toledo, doña Lola Beltrán, Pedro Infante, Frida, Diego Rivera, Chespirito, María Félix, Chespirito, Juan Gabriel, y mi querida Tongolele que no tuve forma de hacerla venir hasta acá porque vive en Puebla. La idea es que queden, a pesar de esta manera, vivos. Para mí están vivos todos, porque su arte lo seguimos apreciando y conservando. Ellos han trascendido en México y son mexicanos universales”.