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La Catedral Metropolitana de la Ciudad de México , que tuvo daños menores durante el sismo del pasado martes 23, recibirá mantenimiento en 179 de sus 519 pilotes de control y en el sistema eléctrico; un proceso de sellado de grietas y fisuras, así como la reposición del sistema de pararrayos.
Los trabajos que estaban planeados desde hace dos años tendrán un costo de 20 millones de pesos, recursos que estaban en el mandato del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), dice en entrevista Arturo Balandrano, titular de la Dirección General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural, organismo de la Secretaría de Cultura que coordinará la intervención.
“En algún momento de la anterior administración se obtuvieron recursos por parte de la Secretaría de Hacienda, pero no se pudieron usar en aquel momento y se depositaron en el mandato del Fonca para no perder los recursos. Cuando llegamos con la nueva administración, vimos que los recursos ahí estaban, se hicieron las consultas necesarias, nos dijeron que los recursos se podían usar y serán los utilizados para su objetivo. Esto no implica un recorte para el Fonca”, explica el arquitecto.
Inmueble sin atención
La catedral localizada en el Centro Histórico —catalogado como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1987— comenzó a construirse en 1572 pero fue hasta 1813 cuando se concluyó.
El pasado martes, el sismo de magnitud 7.4 con epicentro en Oaxaca provocó en la Catedral el desprendimiento de yeso que corresponde al “aplanado en el andador procesional poniente”, ubicado en la zona de acceso a la Capilla de los Ángeles y a la Capilla de Nuestra Señora de los Dolores.
Los daños en la Catedral, dice Balandrano, fueron catalogados como menores, aunque reconoció que había preocupación porque por el sismo del 19 de septiembre de 2017 el inmueble tuvo daños moderados.
“Ahora vamos a hacer mantenimiento en los pilotes de control, sellado de grietas y fisuras que ya tenía Catedral previo al sismo de hace unos días. Se atenderán los puntos principales y vulnerables del sistema eléctrico y vamos a reponer el sistema de pararrayos; así como el retiro de la flora parásita que ha surgido en algunas superficies del exterior del conjunto catedralicio”.
Se prevé que las obras inicien en julio y que se concluyan en ocho meses, tiempo en el que después de 20 años se dará mantenimiento a 179 de los 519 pilotes del inmueble.
Los pilotes que le fueron colocados a la Catedral en la década de los años 70 se caracterizan porque “emergen en la medida en que el inmueble se asienta en el piso. Los pilotes tienen un cabezal que nos permite medir los asentamientos que está teniendo la estructura y permite que el inmueble vaya asentándose y hundiéndose en el piso poco resistente del Centro Histórico, para que el asentamiento sea parejo en toda la estructura”.
Sin embargo, no todos los pilotes de la Catedral reciben una carga. Aquellos que sí reciben son los que requieren un mantenimiento, algo que no se les había realizado en aproximadamente 20 años.
Balandrano sostiene que estas obras se hacen con el objetivo de mantener bajo control los diferentes hundimientos en la Catedral, para que la “geometría de la estructura se mantenga intacta y estable”.
Además de los 179 pilotes, el sistema eléctrico de la Catedral Metropolitana también recibirá mantenimiento, trabajos que consistirán en la revisión de los tableros principales, las subestaciones y las conexiones principales con los elementos de iluminación de todas las áreas.
“Hemos detectado que a lo largo del tiempo ha habido una serie de alambrados y conexiones que se han hecho sin el debido proceso técnico ni cumpliendo las normas de seguridad necesarias. El mantenimiento se hace para que minimicemos la posibilidad de que pueda haber alguna conflagración a causa de un chispazo”, explica.
El titular de Sitios y Monumentos enfatiza que los tableros eléctricos se instalaron hace aproximadamente cuatro años y que esa fue la última intervención, por lo que considera que ya es pertinente una nueva revisión al sistema eléctrico.
Sin embargo, el funcionario indica que todos estos trabajos de mantenimiento son diferentes a los que se contemplan en la restauración que se hará a la Catedral Metropolitana por el sismo del 19 de septiembre de 2017.
Inmueble contiguo
Casi a un costado de la Catedral Metropolitana se encuentra Palacio Nacional, donde también hubo afectaciones por el sismo del martes.
“Encontramos la activación de pequeñas fisuras en la torre norponiente, que da a la esquina de Moneda y la Plaza de la Constitución. También encontramos una fisura que se activó con el sismo en el núcleo Polivalente que tiene Palacio. Estas afectaciones se consideran daños menores, sin ninguna importancia en términos de poner en riesgo la estabilidad estructural, es decir, son fisuras milimétricas que no tienen mayor relevancia”.
Arturo Balandrano indica que los trabajos de restauración estarán a cargo de la Dirección General de Conservaduría de Palacio Nacional, pero que previamente deberán ser autorizadas por el INAH.