"Maleza", unipersonal que escribe, dirige e interpreta, es la tercera parte de un proyecto que se ha ido desarrollando desde 2012 sobre su origen: en la primera obra, "Se rompen la olas", estrenada en dicho año, exploró el terremoto del 19 de septiembre de 1985; en la segunda "Este cuerpo mío" (2017) tomó como punto de partida un cuento de para hablar sobre la historia de su propio cuerpo en un contexto particular. "Un cuerpo fuera de las reglas estéticas y sociales", dice la directora, en entrevista.

Ahora, en "Maleza" se enfrenta a la soledad, de cara a la vida cotidiana de una actriz que le toca darle vida a un árbol en escena y, a la par, en su vida íntima, se siente incapacitada por la soledad: "Su personaje enseña a desafiar o no ese reto".

Con el impacto del confinamiento surgió, en buena medida, la idea de "Maleza": "Trata, justo, de cuestionar un poco si en realidad estamos acompañados. Las pantallas han venido a suplir ciertas necesidades afectivas. El celular viene a ser la ventana a un mundo que, no quiero decir que sea inexistente, pero sí integra una construcción y una aflicción; todo un universo que está en un aparato, cabe en nuestras manos y pensamos que es la vida. Y sí, es parte de la vida, pero ha modificado nuestros afectos. A través de estos aparatos creemos que tenemos ciertas compañías, pero todo se vuelve un poco ilusorio y empezamos a crear ciertas ficciones en nuestros afectos y relaciones".

Aspectos de "Maleza. Foto: Teatro UNAM / José Jorge Carreón.
Aspectos de "Maleza. Foto: Teatro UNAM / José Jorge Carreón.

El nombre de la obra proviene —cuenta— de ciertas imágenes, notorias durante la pandemia, en las que la vegetación agreste tomó espacios que no estaban acotados por la mano del hombre. "Pero también tiene que ver con el acto de resistir. Es una analogía de esta vegetación fea —y no lo digo con una intención de menosprecio—; me refiero a que las plantas crecen sin modificaciones humanas ni cierta estética. Siento que aprendo mucho de esa maleza que rompe paredes. Creo que eso es el teatro y que la actuación es también una manera de estar vivo en medio de un espacio".

Muchas de las obras de Villegas surgen del cuestionamiento de conceptos puntuales y la puesta en tela de juicio de una forma unilateral de ver las cosas: "¿Por qué no podemos volver a construir conceptos como la soledad, el cuerpo y el abandono?, ¿por qué no podemos volver a reformular nuestros conceptos? Creo que el teatro otorga eso, que la ficción otorga eso: volver a replantearnos, por ejemplo, la manera en la que vivimos la soledad; quitarle el tabú, el prejuicio, el estigma de que es mala y que sentirnos solos significa haber fracasado", continúa y recalca que podríamos pensar esta palabra, soledad, de manera distinta para ser más amables con la vida.

"Casi al nacer nos dicen que la soledad es triste y que el cuerpo que está fuera de los estándares de belleza es un fracaso. Creo que no y creo que el teatro puede volver a formular esto. ¿Por qué dejamos que los conceptos que nos han enseñado, que tenemos incrustados en el cuerpo, sigan teniendo ese mismo significado? Siento que en mis obras he intentado empezar otra vez sobre esto. ¿Qué es esta palabra? ¿Qué es este cuerpo? ¿Qué es esta catástrofe?", concluye la directora.

"Maleza" puede verse del 15 al 30 de junio y del 26 de julio al 17 de agosto, los jueves y viernes, a las 20:00 horas; sábados, 19:00 horas, y domingos, 18:00 horas, en el Foro Sor Juana Inés de la Cruz del Centro Cultural Universitario (Insurgentes Sur 3000). En la puesta en escena hay figurantes, jóvenes que aún estudian actuación y no integran un elenco estable: Brisa Alison Arvizu, Gerardo Escalante, Gina Yoali Ariadna Mejía, Jesús Fernando Gante, Magali Ramos y Ximena Pulido.

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