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"Todos quisiéramos arreglar las cosas, aunque sea un poco tarde", dice Antonio Vega, actor y traductor de "Apuntes sobre el deterioro de mi madre", de Andy Bragen, bajo la dirección de Ana Graham. Andy, un dramaturgo a quien encarna Vega, intenta reconstruir los últimos días de vida de su madre y sanar su vínculo en una obra que se acerca a la metaficción.
"Para poder superarlo, para poder llegar, negociar, gestionar sus sentimientos, sus emociones, Andy Bragen tuvo que escribir esta obra; para poder lidiar con la pérdida y las cosas no resueltas con la madre. Yo creo que fue algo terapéutico para él. Tiene otra obra publicada en homenaje a su papá, Esta es mi oficina. Lo que pasa es que Apuntes sobre el deterioro de mi madre resulta ser una historia muy conmovedora y bonita", afirma Vega sobre la obra que también protagoniza Concepción Márquez y arranca temporada el 17 de enero en La Gruta.
Las etapas de los últimos días de una persona son llevadas a escena, continúa el actor: "Estamos viendo cuáles son los factores que causan que una persona de edad avanzada, en pleno uso de sus facultades mentales y físicas, comience a perder dichas facultades hasta la totalidad. Creo que la forma que tuvo Andy para lidiar con el duelo fue justo escribir la obra".
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Cuenta un dato curioso sobre la obra, del que se enteró gracias a la amistad con el dramaturgo: Bragen escribió "Apuntes sobre el deterioro de mi madre" antes de que su propia madre falleciera. "Al final, la muerte que le imaginó a la madre es diferente de lo que pasó en la vida real, por lo que después notó que, evidentemente, ese no era el final de la obra e incluyó el final que había imaginado y el final real de su madre".
Vega, quien interpreta al hijo, explica que la obra le permitió al dramaturgo reflejarse en un personaje, hacer, de cierta forma, autoficción y presentar un argumento con el que el público puede relacionarse fácilmente: "La gran mayoría de la gente tiene o tuvo una madre a la que perdió o va a perder, la va a extrañar y no supo cómo tratarla en vida".
"Bragen hizo sus apuntes sobre lo que le decía su madre, sobre las cosas que pasaban o que le fueron pasando. No quiero revelar mucho sobre la obra, no quiero arruinar el final, pero, en algún momento, estos dos personajes que no conviven en escena, sino que están, cada uno, en su propio plano, tienen un diálogo que es lo único que consideraría como 100% ficción, porque fue algo que no existió, nunca sucedió. Es una conversación imposible porque ninguno de los dos podía ni tenía la fuerza emocional o la disposición de hacerlo".
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Explica, también, que la obra es una especie de acto de redención y amor, un homenaje y una forma de decirle a su madre, aunque ella no lo pueda escuchar, que fue importante en su vida: "Es un problema súper universal, aunque el argumento es muy específico y sucede en Nueva York. Cualquier persona que tenga o haya tenido una madre se va a identificar porque la madre es una figura tan fundamental en la vida de una persona. Trata del impulso de buscar herramientas para comunicarnos con la gente que queremos antes de que sea demasiado tarde, pero también es una ventana a la vida de una mujer que tuvo una vida interesante y que nos platica, nos cuenta sus aventuras y viajes".
"Lo que realmente quisiera, mi fantasía, es que la gente que salga del teatro quiera llamar a su madre en ese momento, hablar con ella y tener una conversación bonita, aunque suene cursi; una conversación profunda o trivial, pero que se busque ese contacto con la madre. Si el espectador ya no tiene esa figura, que la obra le sirva para recordar lo importante que fue en su vida. O que los espectadores, si es el caso, se inspiren para querer más a sus hijos. No quiero que se entienda que estoy diciendo que el personaje de la madre no haya querido a su hijo; no es eso en lo absoluto porque había un amor intenso y profundo, pero con problemas de comunicación, como muchas veces pasa", concluye Vega.
La obra podrá verse hasta el 9 de marzo, los viernes, a las 20:00 horas, y los sábados y domingos, a las 18:00. La traducción también estuvo a cargo de Ana Graham.