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La hasta hoy, la Residencia Oficial de Los Pinos no será un museo como se había planteado durante los meses de transición. La propuesta esencial del gobierno que a partir de mañana encabezará Andrés Manuel López Obrador es unir las secciones de Chapultepec y “romper” la barrera psicológica y física que representa la que ha sido la casa oficial de casi todos los presidentes mexicanos desde marzo de 1935.

A cargo de la Secretaría de Cultura Federal, que encabezará Alejandra Frausto Guerrero, el espacio de 56 mil metros cuadrados estará abierto al público con miras a que en un futuro sirva para integrar Chapultepec.

Será desde este sábado a las 10 horas cuando toda el área, sus residencias y zonas verdes puedan ser visitadas por el público. Se podrá tener acceso a las casas Miguel Alemán, López Mateos, Miguel de la Madrid, Venustiano Carranza y Lázaro Cárdenas, ésta última conocida como La Hormiga, nombre que tenía desde que era una hacienda.

El promotor de arte Isaac Masri y el curador Homero Fernández son los coordinadores de las acciones que se llevan a cabo en Los Pinos, del acondicionamiento y del programa cultural que este sábado y domingo llevará hasta allí a más de 400 artistas, que estarán tocando música en los distintos espacios del recinto.

Equipos de la Secretaría de Cultura y de la Sedena participan en los trabajos que se realizan.

Hasta ayer, el equipo de transición había podido hacer sólo cuatro visitas a Los Pinos. En términos generales, han encontrado “bien” todas las áreas; no hay muebles en las habitaciones, tampoco obras de arte pues ya fueron regresadas a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público; sin embargo, entre los faltantes sí se señala que no hay libros en la biblioteca de la residencia Miguel Alemán.

Acerca del proyecto y de las razones por las cuales no habrá un museo, una fuente cercana a la nueva Secretaría de Cultura informó que no será museo porque hay muchos recintos en la zona y no hace falta otro. En ese sentido se planteó que por ahora se abrirán las puertas, que se pensará en otras opciones posibles y que todavía se van a recibir ideas para un futuro.

Aunque la próxima secretaria Alejandra Frausto estará en el Congreso durante la toma de posesión del nuevo mandatario, también encabezará y asistirá a los eventos culturales que se llevarán a cabo en Los Pinos y en el Zócalo, donde habrá un programa cultural y artístico. En Los Pinos, a través de pantallas, se transmitirá en vivo la toma de protesta que se llevará a cabo en el Zócalo.

Para permitir accesos al público se abrirá un nuevo paso peatonal sobre Parque Lira, hacia la entrada de la puerta 1; tendrá un paso de cebra, semáforos y reductores de velocidad.

El pasado miércoles se informó en un comunicado, identificado con una imagen de Los Pinos, que la Residencia Oficial sería abierta desde las 10 de la mañana, como lo había prometido en campaña el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.

El comunicado explicó que como parte de los cambios, la Avenida Molino del Rey volverá a estar abierta de forma peatonal, y que desde la puerta 3 se ofrecerán visitas guiadas por todas las instalaciones.

El programa. En el sitio web aparece el programa de actividades en dos de las residencias: la casa Miguel Alemán y el salón Venustiano Carranza, así como en los espacios al aire libre llamados Hondonada y Pérgola. El domingo, aparte de los sitios anteriores, habrá programación en el Monumento a Francisco I. Madero.

Además de la residencia presidencial existen en Los Pinos dos edificios de oficinas, así como instalaciones del Estado Mayor Presidencial; estas áreas se mantendrán cerradas al público. La vigilancia que por ahora habrá será de personal de Secretaría de la Defensa Nacional, que es la encargada del resguardo del recinto. Esta vigilancia se busca que sea la suficiente para resguardar las casas y los espacios abiertos.

La historia. Casi todos los mandatarios que desde 1935 estuvieron en Los Pinos buscaron romper con la imagen de su antecesor. En ese sentido, la propuesta del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, también marca un quiebre.

El área total de la residencia, incluidos sus jardines, es de 110 mil metros cuadrados (11.9 hectáreas, casi tres más que la Alameda Central).

La casa principal —donde hasta estos días vivió Enrique Peña Nieto y donde residieron los presidentes priístas (excepto Adolfo López Mateos)— es una especie de Casa Blanca, que hizo a un lado la sencilla casa de La Hormiga —de estilo inglés y del siglo XIX— a donde había llegado a vivir en 1935 Cárdenas. Fue él quien inauguró la vida presidencial aquí y quien le dio el nombre de Los Pinos a la residencia presidencial —el nombre fue en recuerdo de la huerta de Tacámbaro, Michoacán, donde conoció a su esposa, Amalia Solórzano—. Cárdenas quería romper con el estilo del presidente anterior, Abelardo Rodríguez, y por eso dejó de vivir en el Castillo de Chapultepec y lo abrió al público desde comienzos de 1935.

Peluquería, consultorio dental, sala de cine, boliche, campo de golf, pistas para correr, dos albercas, canchas de tenis y de frontón,  gimnasio, cuarto de masajes y un paseo de esculturas que rinde culto a los propios presidentes son algunos de los espacios que existen en las casas de Los Pinos, un conjunto de edificios que ha ido cambiando con los años en sus interiores y en cantidad.

Los Pinos no ha tenido en su historia apertura al público más que en tiempos de Luis Echeverría, cuando grupos de escuelas primarias iban a ver cómo trabajaba y vivía el Presidente, o en los dos periodos de gobierno del PAN, cuando había visitas y un recorrido virtual disponible en Internet; todo eso lo desapareció Enrique Peña Nieto.

El comunicado del miércoles aclara que el horario de visitas a Los Pinos será de 10 a 17 horas de martes a domingo. Los accesos por transporte público serán a través de los Metro Constituyentes y Chapultepec, así como el Metrobús que corre por la Avenida Paseo de la Reforma.

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