De las formas como la pandemia ha llevado a los museos a buscar otras maneras de comunicarse con el público; de cómo los museos recién reabiertos se han convertido en espacios terapéuticos con todo y que sus aforos no pasan de 10% o 15%; de cómo allegarse de recursos cuando no se es un museo público; de por qué esta coyuntura del Covid-19 lleva a una revisión a fondo, no sólo de las colecciones, sino de qué es y qué ofrece el museo en este momento en que, por primera vez en su historia han tenido que estar cerrados por seis meses o más...
De estos temas hablaron cuatro directores de museos en la mesa “Museos, recintos y espacios culturales”, en el ciclo La cultura y la creación artística en tiempos del Covid-19, que organizan el Seminario de Cultura Mexicana y EL UNIVERSAL.
Los directores hablaron de los resultados que ha habido en estas primeras semanas de regreso del público a los recintos; los museos Nacional de Arte, Frida Kahlo y MARCO están abiertos ya; el Nacional de Antropología todavía no abre. La charla fue moderada por Julio Aguilar, editor de Cultura de EL UNIVERSAL.
Los participantes coincidieron, en primer lugar, en la necesidad de trasmitir al público la confianza de que el museo es un espacio seguro.
En ese sentido, Taiyana Pimentel, directora del MARCO, definió que aunque el aforo, por ejemplo en el caso de ese museo de Monterrey, es de 10%, el museo, los museos reabiertos, se han convertido en un espacio social terapéutico, un lugar de reencuentro comunitario y social.
Carmen Gaitán, directora del Munal, resaltó el trabajo que en red realizan los 18 museos del Instituto Nacional de Bellas Artes, y la forma como se han aprovechado las tecnologías; el Munal, destacó, ha llegado a 2 millones de seguidores de plataformas como Instagram y Twitter. “La pandemia nos ha sacudido de tal manera que hemos tenido que buscar nuevas maneras de comunicarnos”; citó el ejemplo de las postales auditivas que hay en Spotify de la colección del Munal.
Taiyana Pimentel señaló que aunque esta crisis que viven los museos no surge de un problema de políticas públicas sino de salud pública, se espera una política pública del gobierno federal para apoyar la muy debilitada economía de los museos. “Una de las cosas más interesantes que nos está dejando esta pandemia es la evolución de las instituciones hacia un modelo híbrido”.
El Museo Frida Kahlo, reconoció su directora, Hilda Trujillo, ha tenido pérdidas de 100%, y ha sobrevivido con sus ahorros; desde que abrió hace alrededor de un mes ha recibido 15% de visitantes. Dijo que a diferencia de los años 80, cuando en el país 92% de los museos eran públicos, hoy 35% de los museos son no gubernamentales, mixtos o privados, sin embargo, lamentó que estos otros museos en la Ciudad de México sigan siendo vistos como instituciones mercantiles, igual que bares nocturnos.
“No tenemos ningún apoyo de la autoridad, es más hay hasta desprecio. Y el tema es que no perseguimos fines de lucro. Y muchos de estos museos están en una crisis”, comentó Trujillo y añadió que de quienes han recibido apoyo es de las empresas.
Antonio Saborit resaltó el contraste que representa para el Museo Nacional de Antropología el tener sus salas vacías cuando en 2019, por ejemplo, este museo llegó a la cifra récord de 3 millones 500 mil visitantes; por sus salas pasaban al día 7 mil personas. Relató que en este periodo se ha trabajado en el cambio del equipo de detección de humo del inmueble y en la rehabilitación del estanque del patio central que está a unos días de terminarse. Estas obras, precisó, se han realizado con apoyo del patronato del Museo. “El día que abramos vamos a ofrecer un mejor museo”, dijo el director, sin adelantar en qué fecha será esa apertura. Y más adelante añadió: “Han pasado muchos meses, no de buenas noticias, el ánimo no está muy bien, es muy buena noticia que abran los museos, aun cuando la gente no vaya”.
En la mesa, Taiyana Pimentel enfatizó la necesidad de políticas hacia los museos de otras partes del país, pues los de la Ciudad de México siguen concentrando acciones y recursos. “Hay una excesiva iniciativa pública centrada en la ciudad, donde desafortunadamente esas supuestas descentralizaciones culturales son prácticamente ficticias”. Agregó que el MARCO ha sobrevivido gracias al apoyo empresarial y de ciertas autoridades locales.
Pimentel y Saborit abordaron la necesidad de visualizarse a futuro, de pensar en revisiones de sus colecciones, de presentar de otra manera esos acervos de los museos, puesto que esta crisis, comprometerá, por varios años, el trabajo de los museos y recintos culturales.
Justo en este punto, Saborit indicó que el Museo Nacional de Antropología trabaja en una reorganización del primer piso del recinto que se tomará alrededor de dos años.