México es una potencia mundial en libros infantiles y juveniles. Sus ilustradores, libros y editoriales independientes obtienen los más importantes premios para el sector, año con año. Ediciones El Naranjo obtuvo el Premio BOP 2022, que es el Premio a la Mejor Editorial de Libros Infantiles en la Feria Internacional del Libro Infantil de Bolonia, donde también el joven ilustrador Andrés López ganó el Primer lugar del Premio Internacional de Ilustración que entrega la feria con Fundación SM por un libro de Ediciones Alboroto.
La cosecha de premios ha sido intensa en Bolonia desde que en 2007 “El libro negro de los colores” de Ediciones Tecolote obtuvo el primer lugar y se convirtió en el primer libro mexicano en ganar. En los últimos ocho años el Premio BOP lo han ganado cuatro editoriales mexicanas independientes: Petra, en 2014; Tecolote, en 2018; Ediciones Alboroto, en 2020; y ahora Ediciones El Naranjo, en 2022. Pese a los reconocimientos internacionales, desde el Estado no hay apoyos para la exportación del libro mexicano, no hay programas de traducción, y se cancelaron los apoyos para presencia en ferias de libros fundamentales como Bolonia, Frankfurt y Shanghái.
Ana Laura Delgado, directora general de Ediciones El Naranjo, cuestiona la falta de apoyos para un gremio editorial independiente que a nivel mundial goza de un gran reconocimiento y que vive en México un gran boom, en 2021, tan sólo en un mes recibieron 250 propuestas para publicar. Asegura que los ilustradores mexicanos son del más alto nivel y la producción nacional compite de tú a tú con las mejores del mundo.
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Sin embargo, faltan políticas culturales para el libro, estímulos para que otros países adquieran los derechos de títulos hechos en México, una oficina o autoridad que los promueva por el mundo y apoyo a la presencia de la industria editorial infantil en ferias de libros, “en otros países apoyan a sus creadores, las embajadas y los agregados culturales siempre te están mandando correos de otro país que presentan los catálogos de las editoriales para que tú publiques obras de sus nativos, hay programas de traducción y luego te dan apoyos más amplios para anticipos de regalías, pero no en México”.
La editora mexicana que cuenta con un catálogo de 130 libros en casi 20 años de labor, asegura el Premio BOP la ha llevado a plantearse varias preguntas, la fundamental, ¿qué debería detonar este galardón?, ¿cómo se hace una alianza real para que la creación en México siga prosperando? Dice que de alguna manera este boom que hay en la literatura infantil y juvenil viene de la época de Fox, un poco antes habían empezado con los Libros del Rincón, los gobiernos siguientes fueron disminuyendo los apoyos pero ya este la acabó. “Ninguno como este gobierno han maltratado a la cultura, ninguno como este, pero nosotros debemos seguir haciendo lo propio y buscando espacios”, asegura Delgado.
Pero si no hay programa de adquisiciones para bibliotecas escolares, bibliotecas públicas, salas de lectura, convocatorias a coediciones, y otras iniciativas desde el Estado, como señala Cristina Urrutia, directora de Ediciones Tecolote, menos los hay al exterior, “A nosotros a veces nos hacen compras, pero no hay como ese apoyo al gremio para que nos compren derechos, como que no se ha tomado en cuenta lo que representa para la economía estos apoyos que pueden generarse a nivel internacional, todavía no se ha tomado en cuenta, se devalúa la importancia que tiene la cultura a nivel internacional”.
La líder de la editorial que tiene un catálogo de 150 títulos editados en cerca de 30 años asegura que en México no le hemos sacado tanto provecho a nuestra rica cultura y menos a la industria editorial, y mucho menos al libro infantil “donde tenemos tan buenos autores, pero el nivel de nuestros ilustradores es fantástico, empezó con nosotros Juan Palomino, y Gabriel Pacheco, como que muchas veces en México te tienen que reconocer fuera para que te acepten; pero sí creo que se podrían hacer apoyos en general a los editores para que pudieran aprovechar todo esto internacionalmente”.