Cada país ha tenido sus dictadores, asegura la escritora y filóloga alemana, quien cita en Europa a Hitler, Franco, Mussolini, y un sinfín de otros protagonistas de dictaduras militares, sin embargo, apunta, sólo en América Latina el dictador ha sido tan explorado desde la literatura. “Como dice Gabriel García Márquez, el dictador es la aportación latinoamericana al universo literario del mundo”, afirma la autora del libro “Mariposas amarillas y los señores dictadores. América Latina narra su historia”, publicado por Debate.

En este libro de casi 600 páginas, la experta en literatura latinoamericana analiza y repasa la literatura y las ideas de alrededor de 250 escritores, en especial los del llamado Boom latinoamericano. Destacan la revisión a las obras de Mario Vargas Llosa, Alejo Carpentier, Carlos Fuentes, Juan Carlos Onetti, Gabriel García Márquez, Julio Cortázar, Augusto Roa Bastos, Juan Rulfo, Octavio Paz, Guillermo Cabrera Infante, Elena Poniatowska, Domingo F. Sarmiento, Isabel Allende, Alfredo Bryce Echenique, Darcy Ribeiro y Tomás Eloy Martínez, entre otros.

“En la literatura latinoamericana son muy importantes los grandes autores del boom, porque con ellos comienza esta investigación del pasado, de la historia, tal vez para explicarse los males actuales, para saber de dónde proviene y cuáles son las secuelas que han hecho estas dictaduras y estos dictadores, algunos impuestos por Estados Unidos y otros que han surgido de sus propios países y desgraciadamente siguen saliendo, pensamos en Nicaragua”, afirma Michi Strausfeld.

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En entrevista, la estudiosa nacida en 1945, quien es una de las principales difusoras de la literatura latinoamericana en Alemania, asegura que el papel de la literatura ha sido y es importantísimo, incluso esencial para comprender las realidades conflictivas de América Latina de hoy y la aportación que dan estos autores a través de libros “absolutamente fascinantes”.

Strausfeld dice que, literariamente hablando, los libros de los escritores mexicanos son fascinantes por sus innovaciones formales, por su estilo creativo y porque hablamos de novelas absolutamente sobresalientes, afirma que no son las novelas del montón, esto hace que el mundo entero a través de estas obras ha ido tomando conciencia de lo que ha estado pasando en América Latina.

“Hay que agradecerles a los autores del Boom el haber iniciado este trabajo literario-histórico y haberlo dado al mundo, porque estos libros sí han sido publicados en el mundo entero. Nos han ayudado a hablar y entender un poquito mejor lo que es América Latina, lo que ha pasado aquí y ahora los nuevos autores, las nuevas generaciones de autoras y autores están tomando este reto y siguen hablando de las realidades que tienen a su alrededor, y a través de sus obras intentan que nosotros también entendamos estas realidades muy conflictivas y muy injustas”, señala la filóloga.

Cita temáticas y problemáticas latinoamericanas que siguen estando en la literatura: “pienso en la violencia de género que ahora está muy a la orden del día y nadie puede decir que no existen, están ahí los testimonios literarios que lo dicen, que lo escriben, pero también muchos otros temas: el narcotráfico, los desastres del narcotráfico, primero en Colombia y ahora en México, la violencia inaudita que genera; todo esto nosotros lo sabemos a través de la literatura que nos llega más al corazón que un artículo periodístico”.

Strausfeld tiene claro que los escritores latinoamericanos han llevado la realidad a su literatura porque tienen antenas y recogen las preocupaciones que ellas y ellos ven a su alrededor, y lo hacen con distintos estilos.

“Hay voces muy diferentes, temas muy diferentes, pero todos desarrollan esta labor literaria de dar cuenta de lo que ven, de lo que sienten, de lo que analizan y cada cual lo hace a su manera y por lo tanto, nosotros los lectores tenemos la posibilidad de hacernos una imagen o una idea propia de acuerdo a lo que hemos leído, y cuando son novelas potentes o cuentos o poemas que nos llegan muy adentro, lo entendemos. Vivimos en 2023 y nos interesa lo que está pasando hoy y los escritores pueden excavar siempre en la historia y lo seguirán haciendo y seguramente vamos a recibir nuevas ideas, nuevas iluminaciones sobre cosas del pasado, pero la mayoría de las autoras y autores hablan de lo que está ocurriendo ahora o de lo que ha ocurrido en sus vidas”, afirma.

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Reconoce también que la idea del escritor comprometido con la realidad es un concepto del siglo pasado, de los años 60 y 70, porque ahora los escritores tienen y necesitan sentirse libres, son sus preocupaciones en algunos casos, son sus deseos en otros casos, es decir, que están muy libres y entonces la imagen de nuestra época viene de muchas novelas porque no es una novela totalizadora, como también lo anhelaron algunos escritores del Boom, García Márquez y Vargas Llosa, sino ahora es quizás un poco más modesto, hablan de lo que ellos han observado, o sentido, y que quieren que se sepa.

Michi Strausfeld afirma que las mujeres escritoras cuentan también su problemática, en muchos casos, la problemática de la mujer, la violencia de género, el estar encerradas en tareas domésticas, “es decir, aportan lo que aportamos nosotras las mujeres a la sociedad, somos la mitad de la sociedad y por lo tanto nuestra visión algunas veces discrepa de la de los hombres y en otras coincide con la de los hombres, porque cuando analizamos la política no hay diferencia, sea hombre o mujer, es decir que estamos discutiendo, podemos tener posiciones políticas diferentes”.

En “Mariposas amarillas y los señores dictadores. América Latina narra su historia”, la escritora, editora y estudiosa de la literatura latinoamericana repasa la literatura de este territorio y sus dictadores. Asegura que en Europa hay un sinfín de libros sobre Hitler, un sinfín de libros sobre Franco y su dictadura, pero no han surgido tantos dictadores nuevos, por suerte, “porque poco a poco la democracia ha ido ganando terreno y eso es lo que hay que defender contra viento y marea, porque las democracias están amenazadas y tenemos que defender estos hechos que nos otorga la democracia, como sí está ocurriendo en América Latina”, dice Michi Strausfeld, quien sigue fascinada por la literatura latinoamericana.

melc

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