El 8 de marzo, la cantante y actriz Morganna Love fue por primera vez a una marcha feminista, una de las más multitudinarias de México. Lloró y gritó. A lado de miles de mujeres, dice, recordó el acoso sexual, los abusos y la discriminación que ha padecido. Pero también se llenó de esperanza por sentirse en una lucha colectiva y “sorora”. No es activista, asegura, es “artivista” porque desde el arte seguirá alzando la voz a favor de los derechos para las personas trans.

Desde que Morganna (Guanajuato, 1980) protagonizó en 2012 el documental Made in Bangkok, certamen con cuyo premio pretendía pagar su reasignación de sexo, ha tratado de visibilizar a las mujeres trans porque, dice, hace 10 años había pocos referentes y muchos prejuicios hacia ellas. La cantante, egresada del Conservatorio Nacional de Música, ha participado en películas y documentales, ofrece conciertos, ha estado en producciones televisivas de alto impacto y escribió el libro En el cuerpo correcto. Primer testimonio de una mujer trans en México (Grijalbo, 2017) y es embajadora de la campaña Free⩵ de las Naciones Unidas.

Morganna, quien participó en Calladita, obra que retrata historias de violencia contra las mujeres, dice: “Ser mujer en México es muy difícil y es tremendo que desde el gobierno, desde la Presidencia, no se tome con seriedad a las miles de mujeres asesinadas y no se actué contra la impunidad de los feminicidas”.

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Antes había un escrutinio de tu vida privada y ahora, parece, hay un respeto hacia tu trabajo. ¿Lo percibes así?

Sí, ha sido un proceso muy largo, de muchos años. Con el documental decidí salir a la luz, me hicieron una primera entrevista y pensé que no quería pasar por esto, pero la acepté porque consideré que no había información, así que era necesario. Si me tocó a mí pasar por esto, está bien. Sin embargo, las cosas se fueron complicando, recuerdo que una vez me preguntaron en televisión cuánto me medía. Ahora es verdad que noto un avance no sólo en los medios, en el periodismo y en la sociedad. He llegado a ver que no se use la palabra trans. En un festival de cine y me presentaron como Morganna Love, cantante y actriz, punto. Es verdad que fue muy difícil el inicio, pero esa curva hacia arriba se está aplanando. Yo sabía en lo que me metía, creo que estaba preparada. Para lo que sí no me sentí preparada fue para el odio de las redes sociales, eso sí me dolió. Luego, con el tiempo, me acostumbré. El enojo, la frustración y la tristeza que me provocaba se ha convertido en compasión.

El 8 de marzo fue tu primera marcha feminista. ¿Cómo la viviste?

Creo que muchas mujeres hemos empezado a sensibilizarnos en torno a las problemáticas que vivimos. Yo quería vivir esa sororidad, pero también lo quería vivir como una declaración: Aquí estoy para lo que haga falta, para hacernos visibles. Aquí estoy como la actriz, la cantante y la mujer trans. Aquí estoy para apoyar la causa porque yo también he vivido muchas cosas. Y aquí estoy porque no podemos seguir sin hacer nada frente a lo que nos está pasando. La marcha la viví en San Miguel de Allende, lloré mucho, grité mucho y me enojé mucho. Da mucho miedo pensar en si tú eres la siguiente. Aquel día tuve la convicción de alzar la voz.

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Hoy se dice que hay muchos feminismos. ¿Cómo te defines?

Me ubico como una feminista transincluyente, lo que vivo es un transfeminismo y creo que si hay un feminismo que no quiere reconocer derechos para todas, entonces ya no es feminismo. No se puede pensar en no incluir a un grupo que durante mucho tiempo ha sido tan violentado y tan maltratado. Cómo puedes luchar por algo cuando sabes que se los niegan a alguien más. Todas estamos bajo el patriarcado y todas queremos lo mismo.

“Creo que si hay un feminismo que no quiere reconocer derechos para todas, entonces ya no es feminismo. Todas estamos bajo el patriarcado y todas queremos lo mismo”


¿Y qué opinas sobre tener un Presidente que se asume como humanista y que ha dicho que las causas del feminicidio son las mismas que las de un homicidio?

¡Dios mío! ¡Es tan frustrante! Mucha gente creímos en un proyecto de nación, mucha gente votamos por ese proyecto. Podemos estar de acuerdo en muchas cosas con ese proyecto, podemos estar en desacuerdo en muchas otras, pero en lo que sí tenemos que estar completamente de acuerdo es en pronunciarnos en contra de la violencia hacia la mujer. No puedes ser un líder político que deja atrás a una población que, sin lugar a dudas, la está pasando muy mal. Si eres presidente de un país no puedes invisibilizar este grave problema, pero por desgracia sí puede, lo está haciendo. A Andrés Manuel López Obrador le hace falta levantar la voz por nosotros, exclusivamente por nosotras, si lo hace, creo, abonaría mucho a continuar con un cambio. Un feminicida nunca se tocará el corazón, nunca le hará caso ni al Presidente de la República cuando quiera hacerle daño a una de nosotras, pero sí estoy segura que abonaría a una conciencia social de que esto no puede pasar más, ya no.

¿La etiqueta trans es necesaria para visibilizar?

Sí, es necesaria, por eso la asumimos, falta mucho por hacer. La comunidad gay ha luchado por muchísimos años, ha conquistado muchos derechos, siguen viviendo violencia, pero los avances son palpables. Sin embargo, contra las personas trans, contra las mujeres trans, sigue habiendo una violencia muy fuerte, seguimos siendo asesinadas y la sociedad sigue sin entender que se nos tiene que respetar. No estamos pidiendo que por favor respeten nuestras vidas, estamos exigiéndolo. No sé cuántas décadas más nos faltan para que las personas trans podamos vivir en paz en este país.

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¿Cómo has vivido tú esa exigencia?

Mi transición empezó a los 28 años, yo ya había estudiado una carrera en el Conservatorio Nacional de Música, el arte me ayudó mucho, he estado en un ambiente un poco más abierto a la diversidad. Desde el arte he logrado que más gente se sensibilice con mi causa, pero también yo misma he derribado las barreras. No elegí regresar el odio que había contra mí, elegí regresar amor. Yo no espero que todo el mundo actúe como yo, no espero que las chicas trans tomen la misma decisión que yo porque sé muy bien que las mujeres trans viven mucho terror en este país, pero a mí me ayudó el ambiente artístico en el que estoy. Yo viví tantas cosas tan terribles como los asesinatos de mis amigas, que si alguien me dice cosas malas no les quiero dar relevancia. Sé que la gente no ha tenido educación para comportarse decentemente con una mujer trans. Por ejemplo, a mí me han pedido que trabaje gratuitamente, que haga un concierto sin cobrar, y no lo acepto, no lo acepto porque la gente se acostumbró a creer que nos hacían un favor. Yo quiero dignificar nuestro quehacer, yo quiero que nos miren como seres humanos con los mismos derechos y con las mismas obligaciones.

Soy una artista y justo por eso no me puedo quedar callada frente a la injusticia social. El arte sensibiliza a las personas y me parece que debido a que tenemos un micrófono debemos alzar la voz por las causas que nos parecen justas y que son buenas para el país. México es un país con muchos problemas, los artistas no podemos pensar en que sólo podemos hablar acerca de que hoy nos pusimos unos Gucci para salir a cantar.

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Más de la "artivista"


Morganna Love es cantante, egresada del Conservatorio Nacional de Música.

* Su transición fue plasmada en el documental Made in Bangkok, que logró varios reconocimientos..

*Su primer disco es Dos vidas en una, con géneros de la ópera al pop.

*Autora del libro En el cuerpo correcto. Primer testimonio de una mujer trans en México (Grijalbo, 2017).

*Embajadora de la campaña "Free⩵" de Naciones Unidas.

*Ha participado en películas y largometrajes como Oasisy10 Songs for charity.