El escritor hispano-peruano Mario Vargas Llosa , se mostró hoy emocionado por visitar de nuevo Yásnaya Poliana , la finca donde vivió y murió el gran novelista ruso León Tolstói , una de sus grandes influencias, con lo que puso el broche de oro a su estancia en Rusia.
"Siento mucha emoción porque una persona que admira a Tolstói se interesa muchísimo por cómo era su familia, cómo era su vida, cómo trabajaba y cuál era su entorno", aseguró el literato después de visitar la casa museo del escritor ruso, situada 200 kilómetros al sur de Moscú, y de mantener un encuentro con lectores.
"Y creo que aquí todo esto está clarísimo, maravillosamente preservado, incluso los objetos personales con los que hizo su vida", añadió.
El Premio Nobel, que estuvo una primera vez en este lugar hace siete años, destacó que "además, en esta época la visita es bellísima, porque el otoño, realmente le da a este paisaje una coloración muy especial. Es una visita que se queda en la memoria, la voy a recordar siempre".
Con esta visita que hizo acompañado de su pareja, Isabel Preysler, Vargas Llosa puso punto final a un periplo ruso de casi una semana en el que recibió en el Teatro Bolshói de Moscú el premio literario Yásnaya Poliana por su obra Un héroe discreto , traducida al ruso, un galardón estrechamente vinculado al gran novelista.
Preysler dijo que visitaba el lugar por primera vez y que valoraba "conocer la casa de Tolstói, ver cómo estaba su mesa, cómo tenía su biblioteca, las fotos de la familia, dónde hacían su vida de familia", ahora que está leyendo una biografía del autor ruso.
Al tiempo destacó el maravilloso jardín, "un verdadero lujo en esta época".
FOTO: EFE.
La finca rural donde vivió Tolstoi hasta su fallecimiento en 1910, y donde el escritor ruso está enterrado, está ahora convertida en un museo dirigido por el tataranieto del novelista, Vladímir Tolstói.
Además de los efectos personales del escritor y su esposa Sofía, con la que tuvo 13 hijos, se conserva la biblioteca de 22 mil volúmenes en 30 lenguas, objetos que fueron salvados a pesar de que el recinto fue ocupado por los nazis durante 45 días en la II Guerra Mundial.
"Si tengo la obligación de escoger me quedo con Tolstoi, porque el tipo de literatura que yo quisiera escribir se parece más a la de Tolstói", dijo hoy, cuando fue preguntado en un encuentro con lectores en esta localidad sobre si prefería al autor de Guerra y Paz o a otro clásico ruso, Fiodor Dostoyevski.
Y ello porque Vargas Llosa admira lo que llama la "novela total" que Tolstói creó.
"Es un maravilloso descriptor. Yo le siento muy afín a mi propia idiosincrasia", señaló del novelista ruso que escribió precisamente en la casa de Yásnaya Poliana sus grandes obras, como An na Karénina .
"Hay pocos escritores en el mundo que dedicarían cinco años a escribir una novela", dijo en otro momento, para añadir que él, que tardó tres años en terminar algunas de sus obras más ambiciosas como "Conversación en la catedral", si encuentra "un tema que lo exija" también dedicaría un lustro a crear una obra.
Ante varios centenares de admiradores, el escritor hispano-peruano, interrogado por el traductor al ruso de su novela Un héroe discreto , Kiril Kokorósikov, afirmó que precisamente héroes discretos, como el protagonista de su novela, "son los que necesitan las sociedades. Esos tipos comunes y corrientes capaces de enfrentarse a la injusticia, la delincuencia, por una cuestión de principios".
Contó cómo de tanto en tanto reaparecen en sus novelas personajes de obras anteriores, como en el caso de El héroe discreto , algo que le parece "natural".
"Creo que uno escribe con la totalidad de la personalidad y por eso reaparecen los personajes. Cuando uno escribe una novela la voluntad es solo una parte, y a veces el subconsciente abre una puerta, y salen los fantasmas, los instintos, las emociones, sueños y cosas reprimidas", añadió.
sc