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La familia fomenta el hábito de la lectura. De acuerdo con el Módulo de Lectura (MOLEC) 2017 , las personas que leen recibieron estímulos durante su infancia. Entre ellos están que 60 de cada 100 tenía en su casa libros diferentes a los de texto; el 50 por ciento veía a sus padres leer; al 33.9 por ciento les leían; y el 27.6 por ciento visitaba bibliotecas y librerías.
Respecto a las personas que aseguraron que sus padres les leían, el 63.1 por ciento dijo que su madre fue la encargada de hacer esa actividad.
Según el informe del INEGI, la mayor cantidad de lectores adultos, el 73.7 por ciento, recibieron estímulos tanto en su casa como en la escuela, dato superior a cuando solo tuvieron estímulos por parte del hogar o de la academia.
El escritor Mauricio Montiel Figueiras dice en el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor que uno de los problemas con las lecturas escolares es que los libros se asignan sin adecuarse al lector dependiendo de su edad, imponen "una lectura que no conviene o que no es apta" y que puede provocar distanciamiento y desinterés.
Montiel aseguró es complicado, mas no imposible, inculcar el gusto por la lectura en un adulto que no tuvo contacto con los libros durante la infancia.
Entre los medios para acercar a los adultos a la lectura señaló los clubes y círculos de lectura presenciales o virtuales. "Como ocurre con los jóvenes, con los adultos las plataformas digitales también resultan útiles para promover el interés por los libros", sostiene
Alberto Chimal apoya la idea de que es más difícil que un adulto se acerque a la lectura pues ya tiene hábitos formados.
Mariana Martínez Fortuno, licenciada en Lengua y Literatura Hispánicas y Especialista en Promoción de la Lectura por la Universidad Veracruzana, sostiene que en nuestro país el grupo de adultos mayores es uno de los grupos más vulnerables y forman la mitad de la población analfabeta del país. Por ello resulta una tarea ardua lograr que se acerquen al los libros, pero hay que hacerlo a través de la implementación de actividades de corte lúdico donde puedan interactuar con otras personas y tengan una retroalimentación.
Para que los adultos se acerquen a los libros es recomendable hacerlo con actividades de corte lúdico. Foto: Juan Carlos Reyes / EL UNIVERSAL
Sobre las dificultades agrega que los círculos donde se desenvuelven pueden no ser adecuados ya sea porque viven aislados o en los asilos la mayoría de las actividades no contemplan la lectura como una actividad imprescindible.
Agrega que las ventajas que tiene la lectura en los adultos mayores "desarrollan una mayor capacidad de retención en el plano de la memoria, así como un mejor manejo de información y razonamiento", además que a nivel emocional logra tengan una visión diferente sobre su vida.
Según el MOLEC, entre los motivos para no leer están la falta de tiempo (40.6 por ciento), la falta de interés (26.8 por ciento), problemas de salud (16.2 por ciento), preferencia por realizar otras actividades (12.2 por ciento) y falta de dinero (2.7 por ciento).
Chimal asegura que es curioso cómo hay adultos que dicen no tener tiempo para concentrarse en largos argumentos y dedican mucho tiempo cuando se trata de otras actividades.
Sostiene que otra problemática es que se piensa que la lectura es una actividad meramente utilitaria y que se debe hacer para, por ejemplo, pasar un examen, y eso se impone a los niños. En el caso de los adultos mayores, Martínez Fortuno indica es recomendable iniciar con textos cortos y de preferencia, de interés particular, o bien títulos relativos a la vejez para generar una mayor empatía entre el libro y su lector.
nrv