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ana.pinon@eluniversal.com.mx
La marginación de mujeres en instituciones de todo tipo es inobjetable e histórica. En la UNAM, por ejemplo, las profesoras e investigadoras eméritas representan sólo 12%. El Colegio Nacional ha tenido sólo cuatro miembros mujeres en 75 años de historia. Ante esta realidad, dice la doctora Concepción Company, es preciso debatir, analizar y reflexionar acerca de por qué las mujeres han sido excluidas de distintas áreas laborales y del conocimiento. Además se debe considerar si es preciso revisar los mecanismos de ingreso porque, todos, “son perfectibles”.
El Colegio Nacional inició este lunes a discutir las posibles reformas a las reglas de la institución que ha sido cuestionada por mujeres de campos como la ciencias sociales, la política y la ciencia, quienes incluso han propuesto la creación de un El Colegio Nacional de Mujeres para contrarrestar la histórica falta de paridad de la institución creada en mayo de 1943.
En entrevista con EL UNIVERSAL, las doctoras Concepción Company, María Elena Medina-Mora y Linda Manzanilla ofrecen sus puntos de vista sobre este fenómeno que, dicen, afecta a México y a todo el mundo.
“Esta marginación que ha habido históricamente en El Colegio Nacional también existe en muchísimos otros espacios. Comprendo que El Colegio ahora está bajo la lupa, pero su porcentaje es tan bajo como el de otras instituciones que también utilizan recursos públicos. Sin embargo, tenemos que mirar las estadísticas y reconocer que en los últimos 10 años la proporción de mujeres en El Colegio ha aumentado 9%; sigue siendo muy poco, como es muy poco el porcentaje de eméritas en la UNAM. Este problema no es banal, hay que reflexionar sobre esto y debemos tener una mirada más abierta hacia los cubículos, hacia las trayectorias de las mujeres y de los hombres. Pero insisto en un punto que me parece agraviante, que me digan que soy académica de la lengua porque soy mujer, que estoy en El Colegio Nacional no por mi obra ni por el peso de mi trabajo, sino porque soy mujer”, dice Company.
Por su parte, la doctora María Elena Medina-Mora, directora del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, coincide en que las mujeres han tenido que luchar por lograr igualdad de oportunidades. “La disparidad es una realidad en México y en el mundo, pero considero que en nuestro país hemos avanzado de manera muy importante en algunas áreas como la medicina y las ciencias sociales. Las mujeres han dado muchas cosas al país y deberían tener un mayor reconocimiento”, dice.
La doctora Linda Manzanilla, arqueóloga, egiptóloga, investigadora y académica, refiere vía correo electrónico que El Colegio Nacional debe tener miembros que sean los “máximos exponentes en su campo, independientemente del género”. Y apunta que esa institución “debe estar abierta a detectar también a mujeres muy destacadas. Quizás en México es difícil (como en otras partes del mundo) pues los hombres dominan las esferas de toma de decisiones”.
Company, autora de obras destacadas como La frase sustantiva en el español medieval. Cuatro cambios sintácticos, insiste en que la disparidad existe en instancias científicas, jurídicas, académicas, entre muchas otras. “Estamos conscientes de que estamos en un momento en el que debemos pensar en por qué la mujer en muchos ámbitos ha estado marginada, excluida incluso de muchos ámbitos laborales; pero también debemos reflexionar acerca de cómo otras espacios empiezan a tener un perfil más femenino; la medicina era hasta hace unos años más para los hombres, ahora hay una gran representación femenina. Estamos conscientes de que todo esto debe ser revisado a detalle, por eso la doctora Medina-Mora, la doctora Linda Manzanilla y yo hemos organizado unas jornadas sobre Sociedad y Mujer. Invitaremos a especialistas que son nodales en el tema para entender por qué históricamente a habido exclusión”, dice.
Durante febrero, marzo y abril los especialistas reflexionarán en torno al papel de la mujer en la sociedad, analizarán las perspectivas y desafíos en temas como salud y bienestar, violencia y marginación, etnicidad y racismo, educación y trabajo, derechos e instituciones culturales y científicas. La primera mesa será el 23 de febrero; participarán María Elena Medina-Mora, Luis Felipe Rodríguez Jorge, Teresita Corona Vázquez, Luciana Ramos Lira, Patricia Estela Uribe Zuñiga y Sara Sefchovich, entre otros.
“Estamos sensibilizados y prueba de ello son las jornadas, además, yo, como mujer, soy absolutamente sensible a lo que ha ocurrido en los medios, cuando se dice que para ser miembro hay que tener apellido; eso no es verdad, yo no tengo apellido de pedigrí y muchísimos miembros tampoco lo tienen; esto es muy molesto”, lamenta Company.
El pasado lunes, a la salida de la primera reunión de los miembros de El Colegio, el escritor Vicente Quirarte, presidente en turno de la institución, aseguró que próximamente habrá una respuesta a los cuestionamientos en torno a la falta de paridad, que propiciaron incluso una petición en Change.org con más de 6 mil firmas, como la de Sabina Berman, Elena Poniatowska y Margarita Zavala.
Quirarte indicó que ya comenzó la discusión sobre los mecanismos de ingreso, como el límite de edad, que actualmente es de 62 años, pero reconoció que tomará tiempo.
Al respecto, Company apunta: “Todo reglamento y toda estructura pueden ser revisados y todo es perfectible. En la UNAM estamos revisando el estatuto del personal académico desde hace 18 años y sigue operando el mismo estatuto que antes de la huelga. Yo, como miembro de El Colegio y de otras instituciones, considero que todo es perfectible y que sería deseable, en algunos casos, considerar que se deben revisar, se deben modernizar y se deben rejuvenecer los estatutos cuando sea necesario. Una cosa es desearlo como miembro individual y otra cosa que ocurra”.
Medina-Mora, coincide: “Todo es perfectible, la mujer tienen mucho que aportar, es la mitad de la población y tenemos puntos de vista diferentes y complementarios. La proporción de mujeres debe ir creciendo y eso será en la medida que tengamos buena representación de candidatas. El proceso ha iniciado y no dará marcha atrás, crecerá como ya ocurre en diversos campos. El tema ha estado en la discusión desde hace tiempo, podemos ver que en el Sistema Nacional de Investigadores se ha incrementado de forma importante la participación de mujeres en las academias mexicanas en comparación con otros países. Hay muchas mujeres que merecerían ser miembros de El Colegio, pero también muchos hombres que no están. Es importante que haya voces de mujeres hablando de estos temas... Muchas queremos sumar nuestra voz y en la medida que hagamos visibles las aportaciones de las mujeres y sus méritos, podremos seguir luchando. Claro que es deseable que haya más mujeres en El Colegio, pero también en todas las instituciones”.
Sobre crear El Colegio Nacional de Mujeres, las doctoras coinciden en apuntar a la equidad y paridad.