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Sergio Pitol Demeneghiera el nombre completo
del notable escritor mexicano
que en abril levantó La Catrina.
Hasta Xalapa la bella
llegó un día la Calaca eterna,
iba persiguiendo a un viajero
que había escrito El mago de Viena.
Durante varias semanas
la Flaca se había apostado
en la calle Pino Suárez
esperando al diplomático.
Sabía que estaba enfermo, padeciendo una afasia
y que de los amigos sinceros ninguno sabía dónde estaba.
La familia lo cuidaba tras ganar un largo pleito,
Pitol murió en su casa sin saber ya dónde andaba.
Ni eso detuvo a la Flaca que se llevó al escritor,
que también hizo carrera como soberbio traductor.
Dejó una amplia biblioteca y un legado literario
que estudian los académicos y lectores aplicados.
Sergio Pitol ya se ha ido, nos dejó su obra magna
desde La vida conyugal hasta La divina garza.
En el panteón de los grandes, se encontró a Monsiváis
y ahora pasan las noches viajando como locos de atar.