Con temas como el viaje que realizó entre la poesía y la filosofía, así como el alcance que tuvo en su obra su esposa Ana María Icaza , se realizó un homenaje póstumo al poeta (1924-2017), en la Sala Manuel M. Ponce del .

Con la presencia de la escritora Elsa Cross , el arqueólogo , el músico Mario Lavista y la viuda del autor, el homenaje se desarrolló a partir de un texto leído por la directora del INBA, Lidia Camacho , enviado por la secretaria de Cultura, .

De acuerdo con la Secretaría de Cultura, en la lectura del texto se mencionó que antes de obtener su nacionalidad en 1955, el poeta fue mexicano por derecho, por afecto y por el corazón.

“Octavio Paz, su amigo y admirador lo definía como hombre puente. Ramón Xirau decía: Soy un catalán de México y un español de España. Afirmaba que había un constante ir y venir entre la poesía y la filosofía, entre un país que quedó atrás, la España de la República y uno encontrado en México”.

Entre los españoles que formaron la diáspora del destierro, de acuerdo con María Cristina García Cepeda, se halla la inteligencia de una generación que se ve representada en Ramón Xirau, quien fue un árbol generoso que plantó raíces con frutos reflejados en sus obras, alumnos, amigos y lectores.

Sobre la influencia que ejerció Ana María Icaza, quien lo alentaba a escribir, el filósofo aseguraba que “ella es la primera persona en ver mis textos, es la primera en revisarlos, porque tiene interés en mis cosas, y luego conversamos sobre cómo le pareció la obra”.

“El diálogo amoroso, inteligente, que sostenían nos habla de más de seis décadas de complicidad, de entendimiento, de intercambio intelectual, y es parte del homenaje que realizamos hoy con la generosa presencia de nuestra querida Anita”, resaltó la secretaria de Cultura en el texto.

Como un filósofo-cantor que le cantó a la vida, describió Eduardo Matos Moctezuma al autor, ya que en su poesía enseñó una presencia continua de las barcas que surcan la mar, así como el color verde y el amor por Anita, su esposa eterna.

"Cuando las palabras cobran su pleno significado todo cambia, por eso el poeta que fue Ramón y su amor por Anita sobrepasan los límites del tiempo. Si dicen que el amor no es eterno, ellos dos parecen contradecir esto", describió el arqueólogo.

Sostuvo que si la filosofía es para muchos la forma de entender el mundo, Xirau también lo hizo desde la poesía, ya que proclamaba la necesidad de una filosofía que fundamentara sus raíces en la historia.

El músico Mario Lavista compartió las conversaciones que sostuvo con el filósofo sobre música, ya que creía que la música debía enseñarse junto con las matemáticas y la astronomía, para que desde las notas se hiciera de dicho arte un elemento de comprensión de Dios y el mundo.

"Todo puede ser música, desde el sonido de una rama hasta el de un clarinete, así lo creía Ramón cuando decía que las fronteras entre el arte y la vida se diluyen y confunden".

A su vez, la escritora Elsa Cross recordó a su amigo desde la lectura del poema “Olas”, que expresa: “Tu terco afán de luz sostenido de un hilo frágil en medio del desastre... siempre una sonrisa amiga y el corazón a flor de piel. Un niño frente al mar”.

Mientras que Mauricio Montiel , coordinador nacional de Literatura del INBA, comentó que "la manera como Xirau se apropia de los paisajes recuerda a la poesía japonesa. Xirau celebra el paisaje en otra clave, en la vida interior de la materia, una serena alabanza. Su acto poético se convierte en una expresión de la naturaleza".

Además, leyó un texto del escritor Juan Villoro , quien manifestó que con las barcas, los manzanos, el mar, Xirau descubrió una forma personal de describir el infinito, con sus huellas llameantes y sus hojas trémulas de pájaros.

nrv

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