yanet.aguilar@eluniversal.com.mx

Las viñetas, apuntes, paisajes y retratos que reúne en Diario de Londres el escritor y diplomático Diego Gómez Pickering pueden servirnos como un espejo para que México pueda reflejarse e, incluso, dice el narrador, “vernos en el otro es indispensable y fundamental, que nos veamos en Londres y nos veamos al otro lado del Río Bravo, que nos veamos fuera, que no nos veamos sólo desde México porque México no se explica nunca y nunca se va a explicar sólo desde México”.

En Diario de Londres (Taurus), el escritor que fuera embajador de México ante el Reino Unido congrega apuntes de los días que vivió en la Gran Bretaña y ese repaso por la historia y el presente de la capital británica, más allá del Brexit, lleva a Gómez Pickering a que México, desde su pasado más antiguo, por ejemplo, en el gran cenote de Chichén Itzá, puede confirmar sus lazos con el exterior, con naciones como Colombia o Perú.

“Mucho antes de que llegaran los europeos a costas mexicanas hace 500 años, México siempre ha sido y siempre será un país que no está encerrado entre el Suchiate y el Bravo; creo que es un error querer entender a México desde México. A México se le entiende desde México y desde fuera de México; tenemos que leer las crónicas de la Nao de China y entender la influencia mexicana en Filipinas para saber por qué la China es poblana y hasta por qué se hace talavera; tenemos que ver a México desde Inglaterra para entender nuestras relaciones con el mundo”, señaló el escritor y periodista.

Otros ejemplos de las relaciones entre México y Londres y la importancia que para México deben tener sus relaciones con el mundo, está en la literatura, a través de escritores como Octavio Paz, quien estuvo en Londres, lo mismo que Carlos Fuentes. Ese repaso es también un llamado para que la administración actual mantenga sus lazos con el mundo y no se cierre en su interior.

Dice que para entender el México que realmente se revolucionó, ese que salió del siglo XIX y entró al siglo XX siendo una gran potencia económica, hay que entender muchas cosas que están en Diario de Londres, un libro que es también una oportunidad de ver fuera, de ver reflejado el humor mexicano en el británico, de reírnos a través de la forma en que se ríe el Príncipe Carlos y ver el sufrimiento de los migrantes que intentan cruzar el Canal de la Mancha y equipararlo con el de migrantes que están pasando por México o el de los que dejaron México para irse a Estados Unidos.

“Veo una serie de indicadores pasados, presentes y futuros. Ver la polarización que ha creado el Brexit y ver reflejada la polarización de la sociedad mexicana en ese Brexit, una serie de circunstancias que nos son disímiles de nuestra experiencia humana desde México aunque nunca hayamos viajado a Inglaterra; y ver a México como nos ven los ingleses, vernos desde el afuera y entendernos de mejor manera. Creo que es un ejercicio necesario hoy más que nunca cuando enfrentamos no sólo aquí sino en todo el mundo un creciente aislacionismo nacionalista”, señala el diplomático mexicano.

Diego Gómez Pickering reconoce que este aislacionismo nacionalista no es privativo de México, se da de Brasil a la India, de España —con la cuestión catalana— a Estados Unidos, a la misma Inglaterra que rechaza esa pertenencia a Europa para reafirmar esa identidad.

“El nacionalismo mal entendido es un nacionalismo que lleva a ese aislacionismo que es la gran plaga que se está extendiendo en términos de regímenes políticos en el mundo y hay que romperlo, combatirlo y para combatirlo tenemos que seguir leyendo, escuchando, viendo y experimentando el mundo y eso lo podemos hacer empezando aquí, en nuestra ciudad, sin salir”, reconoce el autor de La primavera de Damasco.

El narrador y periodista asegura que estamos levantando muros como individuos con aquellos que no piensan como “yo”, aquellos que son diferentes, sea porque tienen otra preferencia sexual, profesan otra religión o ninguna, o tienen cierta ideología, “todo lo que no se asemeja a lo que yo pienso entonces está contra mí, estamos llegando a un punto de tal intolerancia que me preocupa en demasía si va a haber manera de volver atrás, de recuperar ese espacio de diálogo, ese centro en el que nos vemos distintos y reconocemos en esas distinciones nuestra riqueza”, concluye Diego Gómez Pickering.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses