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En septiembre se dio a conocer que Marisol Ceh Moo (Yucatán, 1968) era la ganadora del Premio de Literaturas Indígenas de América (PLIA) 2019. El galardón le será entregado el 6 de diciembre en el marco de la FIL Guadalajara . Este no es el primer reconocimiento que recibe la escritora, en 2014 fue galardonada con el Premio Nezahualcóyotl . Sin embargo, la autora de la primera novela maya publicada, “Teya, un corazón de mujer” , no descansa sobre sus laureles, ya que estos premios, asegura, aumentan su responsabilidad para seguir escribiendo y continuar apoyando a su comunidad, donde imparte talleres de creación literaria.
Irreverente, segura de sí misma y sin permitir que sus orígenes le impongan el rol de víctima, Marisol Ceh Moo en entrevista para EL UNIVERSAL habla sobre cómo ha cuestionado el canon “imaginario” de la literatura indígena al escribir sobre temas contemporáneos que aquejan a la mujer en novelas como “Chen tumeen chuúpen (Sólo por ser mujer)” , en vez de escribir sobre los usos y costumbres de su comunidad y la cosmogonía maya en formato de poesía y cuento. Además, da su opinión sobre el apoyo que otorga el gobierno estatal de Yucatán y el gobierno de Andrés Manuel López Obrador a las comunidades indígenas.
¿Cómo es que tomó la decisión de dedicarse a la escriturar?
He estado recapacitando sobre si alguna vez lo decidí. En mi infancia nunca pensé en ser escritora, sino en que quería ser antropóloga. En mi comunidad había una biblioteca con 60 libros e imperaba una visión machista, entonces ¿cómo saber que podías ser escritora?
Mi iniciación en la escritura en lengua originaria se dio a través de la “Convocatoria para jóvenes creadores en lenguas indígenas” que alguien me entregó en un recorte de periódico diciendo que si me interesaba participara. No me consideraba creadora y en lengua indígena pues tenía la fonética, pero no sabía la sistematización del idioma.
Mi primera historia fue algún relato de mi tío y sobre cómo le hacía para cazar. Al tratar de escribir el texto para el concurso lo recordé y cree una obra a partir de esa experiencia. Ahí fue donde nació, no el sentimiento de escribir, sino el deseo de dar a conocer las temáticas que domino, como la opresión que se vivía dentro de casa y mi comunidad, como la situación de las mujeres.
Foto: Diego Simón Sánchez/ EL UNIVERSAL
¿Qué escritores de lenguas indígenas la han inspirado?
No tengo a ninguno que pueda tomar como referente porque manejan una temática que se vincula mucho a la comunidad, sus cosmovisiones. A mí me interesa más la universalidad, enseñar que las comunidades indígenas también tienen problemas sociales contemporáneos.
Esa ruptura de temática, y la de género, ya que me atreví a escribir novela, también rompió la hermandad con el resto de los escritores mayas.
¿Qué temas le interesa tratar en su obra?
No me interesa hablar de asuntos locales, me interesa habla de temas dolorosos como el incesto, el abuso sexual generalizado, la violencia a la mujer, la afiliación que tienen en la tradición sus usos y costumbres que sumerge a las mujeres en una situación obligada. Si permaneces en la comunidad, tienes que vivir en de acuerdo con las tradiciones y costumbres que no siempre son correctas.
Las mujeres tienen que callar muchas cosas, no pueden denunciar los abusos que cometen sus padres o abuelos por temor a que la familia se quede sin sustento, y muchas veces la culpa es porque nacieron mujeres.
Son esas cosas que no puedo permitir, y la literatura es una herramienta muy fuerte que me ayuda para dar a conocer estos casos, en todas sus presentaciones: en poesía, cuento, o como en mi novela “Sólo por ser mujer” que fue premio Nezahualcóyotl (2014).
Sí me interesa posicionar al pueblo, pero también dar a conocer las injusticias y salvaguardar las comunidades que muchas personas no saben que están siendo maltratadas. Algunos creen que al tener ropa de colores y hacer artesanías pueden utilizarnos como elemento turístico cada que se quieren tomar una foto con nosotros y nos deja una limosna. Esto es para mí trata de personas, pero ¿cómo las convences si les hace falta el dinero?
El trabajo de nosotros los escritores de lenguas originarias es posicionar las sociedades más vulnerables. Eso es lo que hago, le guste o no al gobierno, le guste o no a Yucatán; no me interesa si Yucatán no me reconoce nada, a mí lo que me interesa es dar a conocer esto.
¿Entonces en Yucatán no le han ofrecido apoyo?
En Yucatán hay buenas intenciones, pero uno tiene que hacer las cosas por sí mismo. Si tienes un proyecto no te van a impedir que lo hagas. Yo estoy formando a jóvenes creadores, y eso lo hago con el dinero que obtengo de mis conferencias, mis libros. Con ese proyecto genero una libertad para los niños que no sabían que tenían, que cuenten sus historias.
En ese taller hemos detectado que muchos jóvenes han sufrido abusos y grabamos sus testimonios con su permiso para también después proceder jurídicamente.
Lo importante es que se expresen, se quiten esa carga y tomen decisiones, se vayan a estudiar y dejar de ser oprimidos, no dejar de ser maya, sino prepararse y volver a la comunidad para apoyarla.
Justamente por eso en Yucatán no me invitan a eventos institucionales. El gobierno sólo está enfocado en Mérida y apoya a los atletas y los reconoce. Pero si se trata de las necesidades del pueblo sólo les dan despensas.
Foto: Diego Simón Sánchez/ EL UNIVERSAL
Hablando de apoyo del gobierno, ¿cree que esta nueva administración está apoyando a las comunidades indígenas?
Este gobierno prioriza la eliminación de la corrupción, lo cual es bueno, pero hay una población que pide ayuda porque está sumida en la pobreza y se violan sus derechos humanos. La mala asesoría de este gobierno hace que se les dé prioridad a proyectos como trenes, que generarían atractivos turísticos.
Muchos dicen “es la primera vez que el gobierno le regala a los pobres, eso no es verdad. Tal vez la gente no está de acuerdo conmigo, ni quiero que lo esté, pero el asistencialismo es compra de voluntades, compran votos, esto ocasiona que la gente pierda la habilidad de autogestionarse.
Dicen que van a vender libros traducidos en lenguas indígenas por todo el país para educar. Eso suena bonito para el Presidente, pero porque suena folclórico para las personas a quienes se dirige principalmente, que no son indígenas. Sin embargo, no se busca dar una educación de calidad, no se acercan a preguntar nuestras necesidades porque todo se planea desde el escritorio, pero como son indígenas no importa porque “aguantamos vara”.
Volviendo a su producción literaria, ¿por qué se considera anormal escribir novela y no cuento en la literatura indígena?
Se piensa que los que hacemos literatura en lengua indígenas no escribimos sobre temáticas contemporáneas. Yo hago literatura en maya , no literatura maya. Es diferente hacer literatura indígena, escribir sobre la cosmovisión o cultura indígena, a escribir literatura en lengua indígena, que es como si escribiéramos en inglés o francés.
Hay personas mayores de edad, sabios, que creen que en la producción literaria en lengua indígena hay cierto canon, entonces yo les pregunto “¿dónde está escrito ese canon para la literatura maya?”. No existe. Esas personas dicen que en los jeroglíficos está escrito, que el lenguaje florido se usa para la poesía y que las historias se cuentan a través de leyendas y mitos. Para estas personas no es posible que un indígena se mezcle con la otredad, con el occidentalismo. En ese punto, estos adultos mayores se discriminan a sí mismos y se minimizan para ser “mayas de verdad”.
Respecto a tratar temas contemporáneos en lengua maya ¿Cómo se ha ido adaptando la lengua a los neologismos que se crean a partir de las nuevas tecnologías y redes sociales?
Las lenguas cambian, pero buscamos no empobrecer nuestra lengua, sino aprovechar todas las vertientes que tiene el maya. Por ejemplo, hay vertientes que tienen una palabra para decir televisión, entonces adoptamos esa palabra, y no creamos el neologismo. También hacemos un consenso y, por ejemplo, para la palabra tableta primero pensaríamos en su función, para qué sirve, formamos una nueva palabra y así enriquecemos el idioma.
Para concluir, “Sol” Ceh Moo recomienda a aquellos que no conocen su obra buscarla en bibliotecas y centros culturales e iniciar con “Días sin mancha” , “El alcohol rompe otros corazones” y “Solo por ser mujer” . “’Teya, un corazón de mujer’ es para personas que gustan de la década de los 70 y los movimientos ideológicos, rencores ante el gobierno. Me encantaría que también lean ‘ Cópula de dioses ’”, texto que Ceh Moo escribió en colaboración con Carlos Caamal , donde una vez más plasma su carácter universal por abordar, a través de poesías, el tema de las diversas preferencias sexuales y el erotismo con una visión filosófica, con esta compilación la escritora espera que muchos lectores se inspiren para iniciar una carrera en las letras.
fjb