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Que Gandhi se carteara con Hitler, los devaneos nazis de Mitterrand o la protección de los pederastas por el papa Juan Pablo II , son algunas revelaciones del libro El club de los execrables , que muestra "la cara B de gente inequívocamente admirable".
Un libro con el que sus autores, Malcolm Otero y Santi Giménez, quieren "acabar con los mitos hablando mal y rajando de ellos", según explicaron a Efe .
Giménez precisa que se han centrado en "gente que inequívocamente eran admirables y que no tenían ningún recoveco de maldad", pero cuando comenzaron a investigar en una "cruzada contra el fanatismo buenista y esa tendencia a hablar bien de los muertos" salió esa "cara oculta".
En ese proceso se les han caído mitos que ambos admiraban bastante, como Ernest Hemingway, Charles Chaplin, Peter Sellers o John Belushi .
El bisturí de Otero y Giménez no pudo sin embargo con personajes como Bruce Lee , "que era un tipo muy normal", ni con Nelson Mandela , ni con Tutankamon ("la momia más famosa y resulta que era un pobre chico, que era medio cojo, con problemas de columna y vivía en una corte de intrigas", sostienen).
Para el futuro no descartan incluir entres sus ilustres execrables a Montserrat Caballé , y otros que "están cantados para el día que mueran", como Roman Polanski, Bill Cosby o Woody Allen.
Sobre este último, Otero aclara que "se debe disociar la biografía de su obra, y, por tanto, se deben seguir viendo las películas de Woody Allen si te gustan", algo que hacen extensible a otros artistas como Elia Kazan, "un delator, deleznable, pero que tiene obras maestras, o James Joyce, que era un coprófilo (que experimentaba excitación sexual con las heces) y un celoso de carácter cambiante".
Peter Sellers era, según muestra el libro, un genio que sin embargo maltrataba a sus parejas y se comportaba muy mal con sus hijos.
Es también diana de las ironías de Otero y Giménez el que fuera actor y presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, o Gandhi, que "tuvo una interesante correspondencia con Hitler , además de que se acostaba desnudo con niñas, para entrar en calor y para vencer las tentaciones".
No menos sorprendente es la historia de Jacques-Yves Cousteau, "responsable del mayor desastre biológico en el Mediterráneo" y que, como la mayoría de los franceses, François Mitterrand incluido, se reinventó un pasado en la resistencia, "aunque pocos saben que su primer documental sobre animales marinos fue pagado por la Alemania nazi", añade Giménez.
La política y el espectáculo proporcionan a menudo candidatos porque "ya se sobreentiende que llevan en su mochila esa parte execrable" y citan los casos del general Charles De Gaulle, el presidente de Estados Unidos John Kennedy o el primer ministro británico Winston Churchill.
Otero y Giménez no han querido hablar de "malvados tipo Hitler o Michael Jackson" , porque eran demasiado obvios y, en cambio, prefieren buscar en los recovecos de la Historia, como sucede con Karl Marx, patrón del comunismo, que vivía del dinero de su amigo y colaborador Friedrich Engels.
Y sobre el papa Juan Pablo II, los autores lo incluyen en su libro por "el daño que hizo a la humanidad hablando mal de los preservativos en plena eclosión del sida; por su lucha contra la Teoría de la Liberación , por la protección de la pederastia en casos como Marcial Maciel y el obispo de Boston, y por ser el gran causante del escándalo financiero del Vaticano , en el que ejercía como un auténtico padrino".
akc