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La palabra “ estatuafobia ”, que ha surgido ante las protestas contra la discriminación racial, significa "aversión o rechazo a las estatuas", no ataque o destrucción de estas, señala la Fundación del Español Urgente, promovida por la Agencia EFE y el BBVA.
Se han encontrado frases como “La estatuafobia se extiende por el mundo” o “La estatuafobia crece y ya afecta a Churchill o Colón”.
Foto: AP Photo/Frank Augstein
El término “estatuafobia” puede considerarse bien formado a partir del sustantivo “estatua” y el elemento compositivo “-fobia” (‘aversión o rechazo’), pero su significado lógico sería el de ‘aversión o rechazo a las estatuas’ en general. También se emplea, aunque es minoritaria, la forma “estatuofobia”.
Esta palabra, sin embargo, se está empezando a usar para aludir a la destrucción de algunas estatuas concretas, aquellas cuyos atacantes consideran que simbolizan el racismo . En este sentido, resulta más preciso hablar de “ataques a” o “destrucción de estatuas” y, si el contexto no lo deja claro, añadir “consideradas racistas”.
Así, en los ejemplos anteriores habría sido preferible escribir “La destrucción de estatuas se extiende por el mundo” y “Los ataques a estatuas crecen y ya afectan a Churchill o Colón”.
Foto: Eze Amos/Getty Images/AFP
Cabe recordar que el español tiene desde hace siglos la forma “ iconoclasia ” (o “iconoclastia”) —creada a partir de las voces griegas “eikón”, “-ónos” (‘imagen’) y “klásis” (‘rotura, acción de romper’)—, que se refiere en origen a ‘la corriente que en el siglo VIII negaba el culto a las imágenes sagradas, las destruía y perseguía a quienes las veneraban’ y, de forma más general, a la ‘negación y rechazo de la autoridad de maestros, normas y modelos’, que por extensión puede aplicarse a algunos de los casos referidos.
fjb