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yanet.aguilar@eluniversal.com.mx
Hay un exceso de historias periodísticas que hablan sobre la pobreza, la marginación y la violencia , pero hay infinidad de temas que los libros periodísticos no alcanzan a contar porque es más fácil escribir del dolor y la marginación que de las cosas más cotidianas o las personas que siguen su vida, coincidieron en señalar Leila Guerriero y Martín Caparrós .
Los dos periodistas y escritores argentinos conversaron sobre libros periodísticos y sobre si éstos son el refugio del mejor periodismo durante el segundo día de actividades del 7º. Festival Gabo que se realiza en Medellín, dentro del ciclo La cocina del periodismo .
Caparrós aseguró que a veces pensamos que el mejor periodismo está en fuga, en alusión al hecho de que el periodismo no está donde merece porque muchos de los grandes medios lo rechazan o lo desdeñan y a veces encuentra su lugar en este aparato tan propulsado como es un libro.
Dijo que la gran diferencia en términos de estructura y confección de un libro , con la mayor parte del periodismo, es que un libro es un capricho del autor sobre un tema que el autor cree que merece meses, años y fatigas, sin tener ninguna garantía de que alguien lo vaya a publicar, se vaya a leer, o que puede que sirva o no sirva.
“El periodismo tiene una lógica del despilfarro, un periodista no acumula como acumulan los especialistas; un periodista aprende mucho mucho, durante pocos días sobre algo para después desecharlo y despilfarrarlo; si el periodismo es una economía del despilfarro el libro sería la quinta esencia. No hay nada más despilfarrante que un libro”, dijo Caparrós.
Para Leila Guerriero hay una especie de validación externa acerca del oficio periodístico, incluso dijo que es mucho más contundente contar estas historias sobre el conflicto y la marginalidad, que aunque son relevantes y no deben dejar de contarse, a ella le gustaría encontrar nuevas formas de abordaje de esos temas .
“Estamos dejando de lado otro montón de temas que tienen que ver con el poder, no sólo el poder político o económico, me gustaría ver un buen cronista tener acceso a mundos de empresarios poderosísimos que son los que terminan decidiendo las cosas. Estamos contando las historias de los efectos colaterales , pero siempre es más difícil ir hacia arriba, hacia el poder”, señaló Guerriero.
La autora argentina indicó que hace falta ver hacia otros lugares en los que hay otra serie de historias que no tienen que ver con el margen y el conflicto, sino con temas como la ciencia, el cambio climático, la música clásica y el arte, aunque sobre este último hay un poco más de gente hablando.
“Y aunque hay historias sobre otros temas, me parece que son abordados de una manera cándida, como historias positivas, que me parecen una aberración . Siento que la temática sigue siendo restringida y siempre me parece que los premios terminan validando historias que tienen que ver con lo marginal y el conflicto, por eso celebro que este año el Premio Gabo tenga entre los finalistas a un periodista que escribió el perfil de un escritor”, dijo Guerriero.
nrv