Su facilidad para moverse entre los géneros literario, periodístico y cinematográfico, así como para analizar cuestiones contemporáneas desdibujando la frontera entre ficción y realidad, han marcado la trayectoria de Emmanuel Carrère , ganador del Premio FIL en Lenguas Romances 2017 .
El autor francés (París, 1957) se hizo hoy con el Premio otorgado por la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) , después de que los miembros del jurado coincidieran, por unanimidad, en reconocer el valor de una obra "versátil, amplia y transversal".
El autor despuntó en 2000, cuando publicó una de sus novelas más reconocidas, El adversario . Con ella, noveló la vida del criminal Jean-Claude Romand, cuyo juicio había cubierto como periodista.
Su trabajo en este libro, que fue recibido con comparaciones con A sangre fría , de Truman Capote , cambió por completo su forma de ver la literatura.
Así comenzó su fascinación por escribir con técnicas propias de la novela pero a partir de hechos verídicos, lo que dio paso a obras como De vidas ajenas o Limónov .
Este último está basado en la historia del poeta y disidente ruso Eduard Limónov . "No he encontrado un personaje tan novelesco como Limónov", señaló hoy en conexión telefónica desde París, después de que el jurado del Premio FIL le nombrara ganador en la ciudad mexicana de Guadalajara.
Su libro más reciente es El reino (2015), que le llevó siete años y donde ahonda en la fe y los orígenes del cristianismo.
Uno de los ingredientes esenciales en su literatura es la incorporación de elementos de su historia personal. De esto da cuenta Una novela rusa (2007), basada en una investigación sobre su abuelo paterno, colaborador de los nazis y desaparecido durante la Segunda Guerra Mundial .
Carrère no duda en asegurar que el periodismo y la narrativa son equiparables en cuanto a su valor literario.
"No hay que reducir la literatura a la novela; en Francia hay tendencia a pensar que la literatura es solo la novela y el periodismo es igualmente importante", afirmó.
Durante 30 años, el autor se ha mantenido fiel a una forma de escritura periodística atada inexorablemente a un punto de vista literario.
Antes de que acabe este año verá la luz "Conviene tener un sitio adonde ir", obra que incluye piezas como la crónica de una fallida entrevista a Catherine Deneuve o su viaje al Sri Lanka del tsunami de 2004.
Reconoce que ser escritor es un "trabajo solitario", pero por eso mismo le es tan grato hacer trabajos como guionista, porque de esta forma puede trabajar con otras personas.
El francés ha trabajado en el libreto de cintas como Molière en bicicleta (2013) o La moustache (2005), que también dirigió y presentó en el Festival de Cannes.
"En este momento estoy trabajando en un guión con un equipo de más de diez personas, espero que pronto puedan ver esta película", afirmó Carrère, sin desvelar el título de la cinta.
nrv