Más Información
Escribir por hacerlo, crear mundos y personajes es lo que fascina al autor español Eduardo Mendoza , ganador del Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes 2016, y ahora entrega a los lectores "Las barbas del profeta", publicado por la Universidad de Alcalá y el Fondo de Cultura Económica (FCE) .
Explicó que es una publicación en la que retoma a "La Biblia", pero más que abordar al libro sagrado lo que buscó es hablar de "mi encuentro con las historias" del libro de libros, cómo aquellos relatos míticos que formaron parte de su educación infantil y adolescente influyeron en su imaginación y tal vez formaron, sin proponérselo, al escritor que sería luego.
Los relatos que contiene el libro “Las barbas del profeta” retoman historias-mitos como la expulsión de Adán y Eva del paraíso; la muerte de Caín a manos de su hermano Abel o el sacrificio de Isaac, detalló en entrevista con Notimex vía correo electrónico.
“Tomé los pasajes que habían quedado grabados en mi memoria. Luego los cotejé con los pasajes tal como aparecen realmente en ´La Biblia´, un libro que he leído y estudiado toda mi vida”, subrayó.
Mendoza, quien nació en Barcelona en 1943, detalló que contiene varios relatos, pero desconoce cuántos, “no las he contado, pues a veces junto varias, a veces las individualizo”, y dijo que al escribirlo no fue sistemático, al contrario lo hizo “según me iba viniendo a la mente”.
Explicó que sus relatos solamente retoman textos que han sido objeto de estudio durante más de dos mil años, “no creo haber añadido nada, salvo mi propia lectura. El libro no trata de ´La Biblia´, sino de mi encuentro con las historias" que contiene.
El autor de obras como “La verdad sobre el caso Savolta” y "La ciudad de los prodigios" comentó que su forma de escribir es a mano, con pluma, muy despacio, con largas pausas. “Cuando fumaba, aliviaba con el tabaco el tedio y el esfuerzo, pero lo dejé hace décadas y no le he encontrado sustituto”.
Consultado sobre cuál es el tema de la literatura en tiempos de conflicto, como ocurre en el mundo actual, dijo que es un asunto complicado, pues no sabe hacia dónde va la escritura, no sólo a causa de los conflictos sino por la evolución general de la cultura, tanto por lo que se refiere a la tecnología como a las costumbres.
“Es evidente que mucho está cambiando. Todavía no sabemos en qué desembocará la evolución. Y no es fácil determinar en cada momento si conviene adaptarse o resistirse al cambio”, afirmó.
Refirió además que su pluma lo ha llevado a escribir textos dramatúrgicos, “me gusta escribir por escribir. Crear mundos y personajes es parte del escribir. Llevo toda la vida escribiendo y así seguiré mientras pueda”.
Para el autor español los premios y reconocimientos dan satisfacción y estímulo ante la duda eterna del escritor de si habrá conseguido o no su propósito. Algunos escriben para darse gusto a sí mismos, pero la mayoría “lo hacemos con el deseo de llegar al lector”.
Agregó que un premio significa que al menos en parte eso se ha conseguido, y añadió que además hay premios comerciales, que también están bien en la medida en que dan soporte y publicidad al escritor y la obra, pero siempre hay que tener cuidado de no excederse en la dosis, recomendó.
Mendoza, autor igualmente de “La isla inaudita”, reconoció que no podría dar un consejo a las nuevas generaciones, pues cada escritor es un individuo diferente.
“Para unos es bueno leer mucho, para otros es mejor leer poco y bien. Y lo mismo ocurre con las demás cosas. El trabajo y la paciencia no hacen mal a nadie”, concluyó.
Eduardo Mendoza (Barcelona, 1943) además de escritor es abogado, traductor oficial de organismos internacionales y profesor universitario. Ha escrito obras de teatro, de historia sobre la Barcelona modernista y diversos artículos.
nrv