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Para este 2018, el destino y ejercicio de los recursos que se asignan desde la Comisión de Cultura y Cinematografía de la Cámara de Diputados, conocidos como etiquetados, cambió con relación a cómo operaban desde hace más de una década.

Aunque los sismos de septiembre son causa de los cambios, a la fecha no es claro qué cantidad de esos recursos se destinará a la reconstrucción de inmuebles afectados por los terremotos, una demanda expresada por la sociedad civil desde ese mes.

Sin embargo, lo que no ha cambiado en la historia de los etiquetados es la discrecionalidad con la que los diputados entregan recursos a ciertas asociaciones, cuánto les otorgan y por qué dejan fuera a otras.

Sin que hubiera convocatoria pública para que las asociaciones buscaran recursos, la Cámara de Diputados aprobó en noviembre mil 200 millones de pesos (300 menos que el año anterior) en lo que se llama Ampliaciones al Ramo 48 de Cultura —incluidos en el presupuesto general del sector, que es de 12 mil 900 millones de pesos.

De esos mil 200 millones, sólo 300 están etiquetados para programas específicos, como festivales, ferias de libros, orquestas, programas expositivos de museos públicos y privados y encuentros culturales, entre otros. Cómo se hizo esta selección es algo que no es público. Para abordar este y otros temas, EL UNIVERSAL pidió entrevista con los diputados de la Comisión de Cultura Santiago Taboada y Cristina Gaytán, y con el secretario técnico de la misma, Miguel Guevara, pero ninguno respondió.

Los 900 millones de pesos restantes del rubro Ampliaciones a la Cultura se destinarán al patrimonio cultural del país. Lo que está claro es que no todos esos 900 millones serán para inmuebles afectados por los sismos. Su distribución, de acuerdo con Francisco Cornejo, Oficial Mayor de la Secretaría de Cultura, es competencia de la dependencia porque se trata del patrimonio cultural.

Cuánto se entregará a edificios afectados por los sismos y en qué casos es algo que definirán las áreas correspondientes: INAH, Dirección General de Sitios y Monumentos e INBA; otra parte de estos 900 millones se destinará a la conservación, mantenimiento, mejora y preservación de otros espacios en distintos estados.

“A más tardar en febrero se tendrá esa definición de recursos, y en general el programa anual de la Secretaría y de todo el sector —asegura en entrevista Cornejo—. Es un tema que están desarrollando la Dirección General de Sitios y Monumentos y el INAH. Nos dirán a qué rubros o entidades, vamos a canalizar estos recursos para proyectos específicos”.

Los que no tuvieron apoyo. Entre los 300 millones de pesos etiquetados —que ya vienen definitivos desde el Presupuesto de Egresos de la Federación— se advierte que varios programas y entidades quedaron muy lejos de lo que en años anteriores se había adjudicado.

Para este año fueron aprobados sólo cuatro proyectos de tipo estatal por 7.5 millones; cinco de tipo municipal por 15 millones; y 127 no gubernamentales por 277.5 millones.

En 2017 ingresaron 549 proyectos, de los cuales 281 eran no gubernamentales, 183 municipales y 85 estatales. Al cierre de 2017 se habían pagado 445 proyectos por un total de mil 262 millones de pesos.

Este 2018, el rubro de los festivales, por ejemplo, es uno de los más afectados: mientras que en 2017 se destinaron alrededor de 330 millones de pesos para más de 100 festivales, este año se contemplan recursos etiquetados para 30 festivales aproximadamente que obtendrán cerca de 100 millones, que es menos de una tercera parte de lo que se dio en 2017.

En contraste con esos 100 millones que se entregarán a festivales serán 65.7 millones para las orquestas de Esperanza Azteca. Contrasta también que para Esperanza Azteca haya ese presupuesto y que los etiquetados sólo consideran recursos para dos orquestas más: la de Minería y la del Estado de México, a las entregarán 5.5 millones en conjunto.

Entre los recursos etiquetados sólo se destinan partidas para restauración de dos bienes: el Acueducto del Padre Tembleque, que obtendrá 2 millones de pesos; y el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, que en sus 100 años será rehabilitado con una partida de 2 millones 500 mil pesos.

De acuerdo con Francisco Cornejo, los etiquetados por los legisladores son proyectos de alto impacto social. Ahí, sin embargo, no hay respuesta sobre cómo se determina el alto impacto social del Festival del Globo en Nueve León, que dista de ser artístico y cultural, pero que obtuvo 2.5 millones.

“Si bien no hubo convocatoria, hay proyectos de alto impacto social, como es la FIL, los festivales de cine de Morelia, los Cabos”.

Cornejo describe que algunos de los mil 821 inmuebles afectados por los sismos recibirán recursos de esa partida de 900 millones. Será después de que se definan los montos que entregarán las aseguradoras y los recursos del FONDEN cuando se establezca a dónde llegará ese dinero. “Este recurso lo vamos a manejar como un recurso etiquetado, sobre todo para privilegiar la protección del patrimonio cultural: a la reconstrucción, mejora, preservación y conservación del patrimonio afectado por los sismos y del patrimonio en general . Ese recurso lo tenemos que alinear a proyectos específicos, con un programa, calendario, objetivo y alcance definidos”.

—¿Qué porcentaje de los 900 millones recursos etiquetados irá a la reconstrucción?

—No te lo puedo decir. Yo privilegiaría que esos recursos fueran 100% para apoyo a infraestructura cultural, no solamente por los sismos. Es el patrimonio que tenemos que proteger.

—¿Debe destinarse la mayor parte a reconstrucción por los sismos?

—Lo que tenemos que hacer es privilegiar el recurso para la protección y conservación del patrimonio.

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