Letras

Cuentistas llevan alegría a la colonia Escandón

La actividad estuvo dirigida a la gente que está en los albergues, sobre todo niñas y niños

FOTO: El Gráfico.
26/09/2017 |10:36
Redacción
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Con cuentos de Jorge Ibargüengoitia (1928-1983), música y chistes, narradores independientes, en colaboración con el Fondo de Cultura Económica (FCE), llevaron a cabo la sesión "Para brindar sonrisas a los niños”, en el Jardín Morelos de la Colonia Escandón , en esta ciudad.

La actividad que estaba programada en el Club Junior, en la Condesa, donde se encontraban refugiados por el sismo del pasado martes 19 de septiembre, cambió su sede a última hora, toda vez que los refugiados en este sitio, fueron reubicados. Así lo dio a conocer Consuelo Sánchez, trabajadora de la Escuela Nacional de Danza Nellie y Gloria Campobello, quien agregó que la gente que se encontraba en el citado centro deportivo fue trasladada a otros albergues por las autoridades a cargo.

Una vez en el Jardín Morelos, situado en las calles de Progreso y Agricultura, el grupo de cuentistas integrado por Raúl Pérez Buendía, Gerardo Méndez, Lidia Zaragoza Buendía y Nacho Casas llevaron la magia de la palabra a decenas de niños vecinos de esa colonia, que minutos antes disfrutaban de la compañía de sus familiares.

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“Vengan, vengan todos, acérquense a la sesión de cuentos que les venimos a ofrecer. A ver, todos los niños vengan porque les daremos muchos cuentos”, fueron las palabras que pregonó el cuentista y actor Pérez Buendía.

“La idea es traer un poco de alegría a todos los niños; teníamos pensados ir a más albergues, pero el más cercano lo reubicaron, o bien a los pequeños que estaban ahí, se fueron con sus familias o a otros albergues. “Con esta sesión, el objetivo es traer un poco de alegría, felicidad y nuestros cuentos narrados”, dijo el cuentero.

En ese lugar, decenas de pequeños se sentaron en círculo desde donde disfrutaron del poder de la narración, chistes y la guitarra de Lida Zaragoza, quien hizo sonar su instrumento, varios niños quedaron cautivados.

Por espacio de 40 minutos, el juego, el canto y la palabra fueron clave en este lugar, donde los narradores buscan ayudar a los pequeños a digerir el trago amargo del pasado 19 de septiembre, que al momento tiene como saldo más de 300 muertos entre la Ciudad de México y diversas localidades de los estados de México, Puebla y Morelos.

Estos afectados se suman a los damnificados del pasado movimiento, de 8.1, ocurrido el 7 de septiembre con epicentro en las costas de Chiapas, que afectaron sobre todo a comunidades de Oaxaca y Chiapas.

Al término de la sesión, el Fondo de Cultura Económica entregó a los pequeños una dotación de cuentos en bolsas rojas de esa casa editora.

sc