Los lectores celebraron esta noche los 50 años de la publicación de " Cien años de soledad " de Gabriel García Márquez.

Reunidos en el Auditorio Juan Rulfo de la Expo Guadalajara, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara y convocados por el escritor Benito Taibo , el público comenzó a levantar la mano para expresar lo que significó la obra en sus vidas. El descubrimiento de un mundo nuevo, la vocación por la literatura, una transformación de vida, una nostalgia por lo latinomericano; fueron algunas de las respuestas.

"Una gran felicidad descubrir un mundo mágico al que podía acceder desde mi cama y en cualquier instante", "Leerlo fue como un abrazo", "Sentí magia, fue mi inspiración para dedicarme a escribir", "a mí, como español, me enseñó lo que era América", "fue una apertura de la imaginación y del intelecto", "una evasión sanadora", "unas ganas de haberlo escrito yo", "un estremecimiento", fueron algunas de las expresiones del público de todas las edades.

La celebración se volvió un canto a la vida del escritor colombiano. La cantante Tania Libertad cantó Nube viajera y temas de José Alfredo Jiménez que le gustaban a Gabo . Benito Taibo , quien ha dedicado gran parte de su vida al fomento a la lectura, compartió sus experiencias con lectores de la obra. Uno -un jovencito-, dijo el escritor, un día preguntó muy seriamente dónde estaba Macondo. Así de contundente puede ser la lectura de Cien años de soledad.

Elena Poniatowska

recordó a Esperanza, mejor conocida como Pera, la secretaria que recibía los manuscritos de la novela. Ella, compartió la escritora, trabajaba con diversos escritores. También recordó a Gabo a quien solía ver por las calles. "Siempre nos quisimos. Él decía que buscaba a los amigos de antes, los de Cien años de soledad. Luego buscaba a los amigos que llegaron con la obra", comentó.

Benito Taibo, como lector de la novela, aseguró haber sentido que la lectura le había tocado el alma y que, junto con sus amigos, se enamoró hasta "el deterretimiento" de Cien años de soledad. "Me tocó muy profundamente. Cuando uno es lector y se precia de ser lector, lo segundo en lo que se convierte es en recomendador de lo leído. No puede uno sustraerse a quedarse con lo leído, por el contrario, sales a la calle a decirle a un amigo que un libro te hizo ver el mundo de manera distinta", comentó.

Finalmente, Elena Poniatowska refirió que escribir no sólo es un trabajo, es también un acto de amor. "Gabo fue un salvador, nos salvó con su literatura. Tania Libertad nos salva con su voz. Y cualquiera que haga algo no sólo para sí mismo, sino también por de a lado es un salvador".

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