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yanet.aguilar@eluniversal.com.mx
A ocho meses de que asumió la titularidad de la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Geney Beltrán Félix está satisfecho de lo logrado. Ha desarrollado dos diplomados de nueva creación: uno de literatura mexicana del siglo XX y el otro de escritura dramática para jóvenes audiencias, y está a punto de arrancar uno más sobre literatura europea, además del tradicional diplomado en creación literaria.
También han impulsado tres premios nacionales de literatura hasta llegar a 20, y ahora seis de ellos reconocen la trayectoria de seis escritoras; y particularmente la reforma a los premios nacionales de literatura que permite la participación de obras escritas no sólo en español, también en cualquiera de la 68 lenguas indígenas nacionales.
El editor, ensayista, crítico literario y narrador celebra los libros que ha editado el INBA de cuatro premios nacionales; los 16 talleres sobre literatura que han realizado entre febrero y mayo; y la difusión de patrimonio documental que han hecho a través de 11 exposiciones en 10 estados.
En entrevista, el escritor asegura que la utilización de la tecnología para la difusión del conocimiento literario resulta enormemente ventajosa y permite un mejor aprovechamiento de los recursos.
Reconoce que ha sido fundamental para Literatura del INBA tener una ampliación presupuestal del 18%, que ha permitido desarrollar todos estos programas. “He aprendido muchísimo. Yo traía un conocimiento del medio literario, pero ha sido aleccionador el trabajo de arrastrar el lápiz, de revisar números, presupuestos, convenios, que de lejos parece sólo una cantidad de papeles pero cada documento trae una historia, un proyecto y personas que se benefician con eso”.
Su gestión ha sido de puertas abiertas al diálogo y conciliadora. “Ha habido una excelente relación con las representaciones sindicales, y me interesa ser lo más incluyente y plural en la relación con el gremio literario. Hemos tenido reuniones muy provechosas con los representantes de los sindicatos y en el fondo hay una misma preocupación: que los proyectos tengan la mayor utilidad y repercusión, esto implica una política de puertas abiertas”.
Los resultados, dice, se ven en el número de ciudadanos atendidos. El diplomado de Literatura Mexicana del siglo XX tiene presencia en 31 ciudades de 12 estados, y hay inscritos 721 alumnos en línea.
Y es que la apuesta de la CNL con los diplomados es sacar el conocimiento especializado de las universidades gracias a la transmisión en línea a todo el país. También en darle equidad de género y el reconocimiento a escritoras mujeres al darle su nombre a seis premios nacionales de literatura. Es así que ahora existen: el Premio Nacional Inés Arredondo de Trayectoria para escritoras a partir de 55 años; el Premio Bellas Artes a Traducción Literaria Margarita Michelena; y el Premio Nellie Campobello de Cuento para obra publicada en Hispanoamérica.
Y también tres premios con mucha tradición han asumido el nombre de escritoras como el Premio de Cuento Amparo Dávila; el de Dramaturgia Luisa Josefina Hernández; y el de Obra de Teatro para Niños Perla Perla Szuchmacher.
Justo en los premios se ha dado otra apertura, a decir de Beltrán, las convocatorias de este año llevan la reforma que permite la participación de obras escritas no sólo en español sino en alguna de las 68 lenguas indígenas nacionales. “Además en los jurados se está incorporando a autores mexicanos en lenguas indígenas”.
La inclusión ha llevado a la Coordinación de Literatura del INBA a desarrollar actividades sobre escritura y diversidad sexual, que realizarán en junio y julio con más de 20 escritores.
