El arqueólogo Leonardo López Luján , investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y director del Proyecto Templo Mayor, ingresó a El Colegio Nacional (Colnal), lo que lo convierte en el miembro 37 de esa institución que agrupa a los artistas, científicos y literatos más destacados del país.

Ante el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, y miembros del Colnal, el doctor en Antropología leyó su discurso de ingreso “Pretérito pluscuamperfecto. Visiones mesoamericanas de los vestigios arqueológicos”, que dedicó a dos de los trabajadores más antiguos del Proyecto Templo Mayor: Tomás Cruz y Roberto Ruiz, de Oaxaca.

López Luján dio inicio a su ensayo con una imagen de su viejo álbum de filatelia, repleto de timbres en los que sobresalen imágenes de las ruinas y tesoros egipcios y grecolatinos. Eso le trajo a la memoria los espigados obeliscos que sobreviven en Roma, gran parte de los cuales fueron llevados del antiguo Egipto a la entonces capital del imperio romano.

Señaló que de los 44 obeliscos consignados para el siglo XVI en Roma, hoy sobreviven 13, ocho de ellos egipcios. Es en este punto donde se esclarece el título de su ponencia “Pretérito pluscuamperfecto”, que hace referencia a un tiempo anterior a lo pretérito, el pasado del pasado. Luego fue de la “ciudad eterna” a las grandes urbes mesoamericanas.

De sus casi 55 años de edad, Leonardo López Luján ha entregado 40 a la arqueología, una disciplina que le significa más que una vocación. De acuerdo con él, al igual que los antiguos mesoamericanos, ha hecho del pasado la razón de su existencia. Sus grandes aportes, entrega y pasión le hicieron digno de engrosar las filas de El Colegio Nacional.

El director del Proyecto Templo Mayor, una iniciativa de investigación arqueológica con mucho prestigio dentro y fuera del país, reconoció al INAH como su casa donde a lo largo de cuatro décadas se ha desarrollado estudioso del pasado; López Luján es el cuarto arqueólogo ligado al INAH en formar parte de El Colegio Nacional, se informó en el acto.

En la ceremonia de ingreso, el presidente en turno del Colnal, Alejandro Frank, recordó que Alfonso Caso, primer director del INAH, se integró a este cuerpo de sabios en 1943, lo mismo sucedió con otro extitular del INAH y discípulo del primero, Ignacio Bernal, en 1972; Eduardo Matos Moctezuma, fundador del Proyecto Templo Mayor lo hizo en 1993.

Al profesor Matos Moctezuma tocó dar respuesta al discurso, y lo hizo con un texto que llevó el emotivo título “A mi mejor alumno, a mi mejor maestro”. Ahí recordó cuando en 1980 recibió a un joven de secundaria como ayudante del Proyecto Templo Mayor, quien pronto se distinguió por entregar los mejores reportes, era Leonardo López Luján.

Matos consideró que el Proyecto Templo Mayor está en las mejores manos. A él cedió la dirección, “porque siempre he creído que hay que dar paso a las ideas de las nuevas generaciones para el avance de la arqueología. Sin embargo, como en toda ciencia no hay verdades absolutas e inamovibles y lo que hoy prevalece, mañana puede dejar de ser”.

Acto seguido, Alejandro Frank, presidente del Colnal, entregó el diploma de ingreso a Leonardo López Luján. Desde ese momento se integró a la institución que reúne a personajes como Antonio Lazcano, Jaime Urrutia, Javier Garcíadiego, Julia Carabias, y Linda Manzanilla, entre otros, con quienes colaborará a favor de la cultura y la ciencia en México.

akc

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