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A Pedro Lemebel no le gustaba la palabra "gay".
Él prefería decir "maricón". O "loca".
Según el escritor y artista visual nacido en Santiago de Chile en 1958, el homosexual era llamado de mil formas en la sociedad chilena. Pero "gay" no era una de ellas.
Se le decía "la Cola del Barrio, la Inca Cola, la Coca Cola, la Pinche, la Lola...", empezó a enumerar Lemebel en vivo en una entrevista de 2001 en el entonces popular programa televisivo De Pé a Pá, emitido por Televisión Nacional de Chile (TNC).
"... La Tacones Lejanos, la Saca Corchos, la Chupadora Oficial, la Chupa Millonaria, la Licuadora...", continuó.
Y así estuvo leyendo evocativos por 45 segundos, sin titubear siquiera ante los intentos de interrupción del conductor, Pedro Carcuro.
La entrevista, considerada un momento icónico en la historia de la televisión chilena, forma parte del documental chileno-colombiano Lemebel, que este viernes ganó el premio Teddy a mejor documental de cine LGBT, que entrega el prestigioso Festival de Cine Internacional de Berlín (Berlinale).
Este es apenas un ejemplo de cómo "los textos afilados, poéticos y provocativos de Pedro Lemebel lo convirtieron en uno de los artistas contemporáneos más importantes de América del Sur", según la Berlinale.
Sin embargo, que el artista dijera más de 50 sinónimos entre graciosos e insultantes de la palabra "gay" ni siquiera fue lo más trasgresor que hizo durante esa famosa entrevista en vivo.
Voces silenciadas
Lemebel comenzó su carrera artística en los años 80, pero fue a fines de esa década que logró notoriedad nacional y luego regional como parte del colectivo Las Yeguas del Apocalipsis, que integró junto a Francisco Casas.
A través de performances e instalaciones que incluso hoy en día escandalizarían a muchos, la dupla abordaba temas de derechos humanos, principalmente vinculados con la homosexualidad.
"Antes del artista está el homosexual, o sea, hay una lectura homosexual que debe ser por la huevada represiva que luego uno la tapa o la oculta", dice Lemebel en una entrevista de esa época incluida en el premiado documental.
"A nosotros no nos gusta la palabra 'gay'. Encontramos que es despectiva, no se adapta con lo que es un homosexual pobre en Chile", agrega.
"Reivindicamos a la loca de San Camilo (barrio de Santiago de Chile), al maricón que lo tiran de un décimo piso porque busca amor (...), al que no le dan una puñalada sino diez: una puñalada por el hambre, otra por la cesantía (desempleo)… los maricas pagamos todo eso".
En este sentido, el jurado de los premios Teddy afirmó que el documental "destaca la importancia de la resistencia en estos tiempos en los que vemos voces de todo el mundo siendo silenciadas".
Joanna Reposi Garibaldi, directora de Lemebel y amiga personal del artista, habló con BBC Mundo de la "importancia simbólica" del premio.
"De alguna manera es un reconocimiento a su lucha y a la figura e iconografía de Pedro Lemebel", dijo Reposi Garibaldi desde Berlín, quien filmó al artista chileno de forma intermitente desde 2007 hasta la muerte de él por cáncer, en 2015.
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Pero el jurado del Teddy también premió al documental porque "le da vida a un artista que sobrevivió y resistió la dictadura represiva y habló por los derechos no solo de los homosexuales, sino de todas las minorías atacadas y silenciadas en su país".
Y es que el día de aquella entrevista televisiva en TNC, Lemebel sacudió a la sociedad chilena hablando de un tema todavía reprimido: los crímenes durante el régimen de Augusto Pinochet.
"Por tu hermana"
Sobre el cierre del programa, Pedro Carcuro agradeció a su invitado, quien le pide "un minuto" porque, según explicó: "Yo creo que de alguna manera me estoy despidiendo para siempre de acá".
Por ese entonces, Lemebel ya era un ícono contracultural, famoso por su impredictibilidad.
Ese pedido, por ende, debe de haber encendido todas las señales de alerta. Pero ya era tarde y el artista siguió hablando una vez más sin titubear.
"Quería pedirte un minuto, porque en este, tu programa, en este canal, me gustaría rendirle un homenaje a todas las mujeres que fueron torturadas y detenidas en la dictadura de Pinochet, en el nombre de tu hermana, Carmen Carcuro".
Si bien las palabras de Lemebel llegaron una década después del fin del régimen de Pinochet, el tema de los cerca de 3 mil muertos y las decenas de miles de personas torturadas entre 1973 y 1990 aún era mayormente un tabú social.
"Me descolocó, esa es la verdad, era algo que no esperaba para nada", contó Pedro Carcuro en una entrevista con el semanario chileno The Clinic en 2015, tras la muerte del artista.
"(Fue) sentirme golpeado porque por primera vez alguien tocaba este tema en la televisión desde el momento en que mi hermana había sido detenida y torturada", continuó.
"Porque eso fue lo que pasó: mi hermana vivió en el exilio, volvió a Chile el año 84, fue detenida y torturada".
"Fue un súper súper impacto", dice en el documental una voz masculina no identificada, pues Reposi Garibaldi decidió que cualquier entrevistado que no fuera Lemebel sería incluido "como un coro", solo para dar contexto cuando fuera necesario.
El impacto, explica esa voz anónima, se debió a que Chile "ha sido tan timorato y de doble estándar (para) asumir en televisión las responsabilidades políticas de la dictadura".
La vigencia de Lemebel
Según Reposi Garibaldi, Lemebel fue "un personaje valiente, visionario, vanguardista, que habló en un momento de dictadura en Chile, donde efectivamente la gente estaba muriendo en las calles, no solamente homosexuales, sino muchos detenidos desaparecidos".
Pero aunque el contexto político sea otro, "su lucha hoy en día agarra mucha más fuerza".
No en vano, dijo, las cinco proyecciones de la película en Berlinale fueron a sala llena y la directora tiene gran expectación del estreno en Chile, previsto para agosto en el marco del Santiago Festival Internacional de Cine (Sanfic).
Reposi Garibaldi contó que Lemebel solía repetir: "Ojalá llegue un punto en que no tenga que decir en que soy estridentemente homosexual. Ojalá que en algún punto ya no sea un tema".
"Pero lamentablemente -opinó la videoartista chilena- en 2019 sigue siendo un tema, porque derechos ganados están siendo boicoteados o al menos cuestionados por las corrientes conservadoras que están instalándose en el mundo entero".
A través de su escritura y arte esencialmente políticos, Lemebel logró poner bajo un foco global a la oscuridad cotidiana.
En palabras de Lemebel: "La literatura es trascendentalista, o sea, uno escribe para mañana, para el próximo siglo, etcétera. No recoge la basura con la que uno se topa cada día. Yo sí, yo la recojo. Y la adorno y la hago brillar".