El doctor Julio Frenk aseguró que al menos tres lecciones hemos sacado de la pandemia: que las as prácticas no sustentables tienen consecuencias desastrosas; que necesitamos reformar la arquitectura institucional de los organismos internacionales de salud y que hay que financiarlos; y especialmente la importancia del liderazgo en la respuesta ante una amenaza de salud pública como la pandemia que estamos viviendo.

Durante su participación en la charla “¿Cuál desarrollo para un planeta saludable?”, organizada por El Colegio Nacional y la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, en su versión digital, Frenk dijo que lo que más llama la atención es la enorme variación en la eficacia de las respuestas nacionales, incluso entre países con el mismo desarrollo económico que han tenido respuestas muy diferentes y de los que saca dos grandes patrones.

Julio Frenk dijo que los gobiernos que han tenido las peores respuestas son los que tienen una sobreconcentración y una sobrerrepresentación de gobiernos encabezados por líderes populistas.

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“Lo que yo llamo ‘el síndrome populista’ se caracteriza por un menosprecio a la opinión de los expertos; en segundo lugar, a una desconfianza en la ciencia y deseo de terminar la actividad científica y en tercer lugar, una tendencia a politizar las acciones en esta obsesión por dividir a las poblaciones, que es característica del síndrome populista: entre el pueblo bueno y las élites corruptas, en las cuales están los expertos, los científicos. Esta idea de dividir ha llevado a politizar acciones como el uso de cubrebocas”, señaló el científico mexicano.

Y por otro lado, las mejores respuestas han estado en sobrerrepresentación de gobiernos encabezados por mujeres.

“Espero que uno de los grandes beneficios de esta pandemia es desechar para siempre el mito de que las mujeres no pueden ser líderes políticas eficaces”, dijo Frenk.

El doctor y miembro de El Colegio Nacional aseguró que hay un gran contraste entre la ineficacia de estos hombres “fuertes”, que se niegan a ponerse un cubrebocas y han fracasado en el manejo de la pandemia, y estas mujeres más equilibradas, que han escuchado a sus expertos, que han unificado a sus poblaciones y han seguido el camino de la ciencia.

“No tenemos más que comparar las estrategias de Brasil, Rusia, Estados Unidos o México con las de Taiwán, Nueva Zelanda y Dinamarca”, apuntó.

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En la mesa, en la que también participaron Margarita Flores, Enrique Provencio y representantes de la Red de Jóvenes Ambientalistas, la doctora Julia Carabias, presidenta de El Colegio de México, aseguró que como humanidad hemos transformado como nunca antes el funcionamiento del planeta, hemos intervenido leyes naturales, hemos intervenido la biósfera, la atmósfera y esto está teniendo una repercusión muy fuerte a la propia movilidad y a todas las seres vivos del planeta.

“La pandemia que vivimos nos ha dejado claro que no sólo ponen riesgo a la población sino también a la economía y a la seguridad global, pero también lo hace a la seguridad alimentaria. Tenemos que cuestionarnos qué estamos comiendo, qué estamos produciendo, como se está transportando, cuál es el impacto en la salud y en la economía; verlo de manera integral”, señaló.

Dijo que además se requiere de una revisión profunda de un programa de desarrollo en el que no hemos hecho las correcciones necesarias, “a pesar de que desde hace décadas se está levantando la voz, que nos va a llevar a una crisis como la de ahora, sino a crisis más agudas como el agua, la pérdida de la biodiversidad”.

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