Aquellos puntos en los que la ciencia tiene el papel de describir y delinear, darle nombre otra vez a aquello que quedaría en la vaguedad; aquellos puntos en los que la ciencia se complementa con el arte para comprender los fenómenos de la violencia o los caminos para alcanzar la paz, serán los ejes de la séptima edición de El Aleph. Festival de Arte y Ciencia, en palabras del divulgador científico, José Gordon, curador del evento junto a Juan Ayala, director de dicho festival y secretario técnico de Programación y Planeación de Cultura UNAM.
Las 80 actividades, con sus 417 invitados provenientes de seis países, se realizarán del 13 al 21 de mayo en el circuito del Centro Cultural Universitario, como sede principal, así como en el Jardín Botánico, el Espacio Escultórico, el Pabellón Nacional de la Biodiversidad y el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC).
Entre las presentaciones que habrá destacan las del físico argentino José Edelstein, autor de "Einstein para perplejos", libro sobre los anhelos de paz que tuvo Albert Einstein y cómo estos se frustraron en la época turbulenta en la que fueron gestados. "Hay una armonía que quiere ser trasladada a las relaciones personales", afirmó Gordon, en rueda de prensa.
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Otra de las conferencias que destaca es "Paz interior y coherencia cerebral", del doctor en Psicología y estudioso del impacto de la meditación trascendental, Frederick Travis, quien explora los procesos de paz interior en un individuo. "A veces el hemisferio derecho del cerebro canta una cumbia y el izquierdo una canción de los Beatles", continúa Gordon y explica que la experiencia de paz sucede cuando se alcanza un silencio interno.
"Al hablar de paz interior, su contraparte es el estrés. La paz externa no puede surgir sin paz interna. El problema está en esa dimensión: queremos relaciones armoniosas cuando no tenemos armonía interna".
Otra analogía para explicar los puntos de unión entre arte y ciencia y profundizar en la comprensión de la violencia y la paz la ofrecerá la científica española Laura López-Mascaraque, doctora en Neurociencias, quien hablará sobre el sentido del olfato y sobre cómo el equilibrio entre distintos olores, que por sí mismos no tendrían tal impacto o no serían tan aceptables, pueda dar una buena fragancia. Una analogía en la que se puede entender que la entremezcla de la diversidad o, en otras palabras, la tolerancia, la inclusión y la aceptación, da buenos resultados.
Cuando fue su turno, López-Mascaraque explicó que años antes de presentar síntomas de enfermedades neurodegenerativas hay una reducción en el umbral del olfato.
Juan Ayala, director del Festival, señaló que cada edición va integrándose en una especie de acervo reflexivo. Como en los años anteriores, habrá teatro, cine, danza, performance, multidisciplina, música, mesas de diálogo y conversatorios.
Uno de los eventos más interesantes que mencionó Ayala fue una mesa conformada por investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) sobre los desaparecidos en México y el abanico de desapariciones que existen: desde la digital hasta la forense. "Una nueva lectura de este fenómeno en el país", señaló Ayala y citó una pregunta que se ha hecho el director del Círculo de Bellas Artes de Madrid, Valerio Rocco: ¿cómo se aborda la violencia política desde el punto de vista de la víctima?
Son muy variadas las aristas, continuó el director, para llegar al tema de la violencia: la neurociencia y la empatía son sólo dos formas de reflexionarlo. Habrá desde piezas alusivas al tema e interpretadas por la OFUNAM hasta mesas de debate con músicos de rock como Andrea Echeverri, Roco Pachukote y la saxofonista María Elena Ríos.
En esta multiplicidad de visiones se encuentra también el investigador Rodrigo Martínez, quien hablará sobre la guerra por el agua: el psicólogo estadounidense Philip Zimbardo, que tratará los detonadores del mal y la ingeniera etiope Timnit Gebru, que ha declarado que perdió su empleo en Google por no haber quitado el dedo del renglón respecto a los peligros que la inteligencia artificial podría provocarle a la humanidad en el futuro.
En la parte del programa que se inclina hacia lo artístico habrá piezas de performance y danza de Guillermo Gómez Peña y Pascal Marty; el estreno mundial de "La negociación", obra de teatro de Flavio González Mello y la presentación del proyecto de videodanza "The cell / La célula", de Meng Hsueh Ho y Po Cheng Tsai.El tema de esta edición, abundó Rosa Beltrán, coordinadora de Difusión Cultural de la UNAM, es la construcción de la cultura de paz, aunque el punto de partida son las distintas violencias.
"Estamos habitados por un mundo sumamente violento, creímos que después de las pandemias habríamos aprendido mucho, pero aún hay discursos de odio y confrontación", señaló. Para explicar su tema, López-Mascaraque dijo que, al pensar en la violencia y la paz como lemas del festival, la sociedad ha percibido el mal de muchas maneras diferentes, lo cual marca la reacción hacia el rechazo o el agrado; ciertos olores, que pueden tener un efecto agresivo, se han asociado desde tiempos antiguos al mal: el azufre, por ejemplo.
En el vasto programa de El Aleph también es notorio el anuncio de un encuentro masivo de yoga y sonidos de cuencos en Las Islas de Ciudad Universitaria: la clase "Posturas para la paz de mi cuerpo" será el domingo 14, a las 10:00 horas, y estará a cargo de la maestra de yoga, Andrea Borbolla.
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