En el Colegio de San Ildefonso se encuentra la exposición Vlady. Revolución y disidencia, con 300 obras, entre murales, óleos y bocetos del pintor, grabador y muralista ruso-mexicano Vladimir Kibalchich Rusakov (Petrogrado, 1920-Cuernavaca, 2005), mejor conocido como Vlady.
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La exhibición, que estaba pensada en realizarse en 2020 por el centenario del artista, pero fue pospuesta por la pandemia de Covid-19, hace un recorrido desde los dibujos de su infancia en Rusia, hasta los grandes murales que plasmó en la Ciudad de México, pasando por su participación en el movimiento de La Ruptura, sus obras eróticas y obras sobre revoluciones, como el Tríptico Trotskiano.
En las vitrinas distribuidas a lo largo de las salas se podrán ver cuadernos en los que se muestran dibujos y notas del artista.
Entre las obras más destacadas se encuentra el óleo Descendimiento y ascensión, (1994-99), que forma parte de un cuadríptico que pertenece al Archivo General de la Nación (AGN). En esta obra se hace referencia a la revolución de la mujer. Los protagonistas son una mujer que asciende, con el torso desnudo, pero portando un tutú de bailarina, calentadores —propios de los años 90— y un pasamontañas, que hace referencia al Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Frente a ella hay un hombre alado que cae y tiene los pies en fuego, como referencia al tlatoani Cuauhtémoc. La mujer carga en su mano un reloj de arena, que representa que los tiempos han cambiado.
“Tenemos un nuevo tiempo, un tiempo que está iniciando. Esta obra viene muy acaso con los tiempos actuales, aunque hay que considerar que entraría en las olas feministas de los años 90, que tiene como representantes a figuras artísticas, que quizás hoy no tienen mucho que ver con el feminismo actual”, explica Oscar Molina Palestina, uno de los tres curadores de la exposición.
¿Y a qué figuras hace referencia Vlady en esta pintura? A las cantantes Alejandra Guzmán y Gloria Trevi.
“Es importante entender que es un feminismo de los 90, influido por la televisión, que tenía la hegemonía cultural. Ellas eran las figuras importantes en la época y por eso es importante consultar los cuadernos, porque ahí se ven sus referencias. Aunque a él le gustaba más la Guzmán. Vemos que Vlady se alimenta de todo”, cuenta Molina Palestina, quien aclara que las cantantes nunca posaron para el pintor y que hasta dibujó a Thalía.
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Este cuadríptico fue una obra comisionada por la Secretaría de Gobernación durante la presidencia de Carlos Salinas de Gortari. Si bien se realizó una presentación al público sobre estos cuatro cuadros, que abordan el tema de las revoluciones permanentes, al día siguiente del evento se retiraron del Palacio de Gobernación y se resguardaron, pues fueron considerados polémicos.
Vlady. Revolución y disidencia fue curada por Araceli Ramírez, Claudio Albertani y Óscar Molina Palestina y realizada en colaboración con el Centro Vlady, de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM).
La muestra, que concluye en abril, también se puede ver en línea en: https://vlady-revolucion-y-disidecia.uacm.edu.mx/
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