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Los cuernos del toro apuntan su blanco cual lanzas afiladas, el capote del torero se agita como alas de mariposa y las miradas del público están fijas en los gestos que pueden convertir la pasión en una tragedia.
Toros, toreros y fanáticos
, tres figuras que se repiten en grabados y litografías de tres de los más relevantes nombres del arte español: Francisco de Goya, Pablo Picasso y Salvador Dalí. El arte de torear, o la tauromaquia , es el tema de una muestra que el Museo de Arte Español Enrique Larreta inaugura el viernes y que exhibe una treintena de obras de los máximos referentes del modernismo, el cubismo y el surrealismo.
Foto: La Nación
Con obras del patrimonio de ese museo -las de Goya- y otras prestadas por un coleccionista argentino; referencias artísticas a la tauromaquia practicada en la ciudad de Buenos Aires a comienzos del siglo XIX y alusiones a su presencia en la literatura, la muestra intenta eludir la discusión en torno al maltrato animal que despierta esta práctica en los países en los que aún no está permitida.
La mirada antitaurina, reflejada en expresiones artísticas y performances del siglo XXI, se incluye en la exposición con un video, que se proyectará en el baño de la casa-museo devenido para la ocasión en sala de proyecciones. Se alude allí, entre otros, a obras de Édouard Manet, Ignacio Zuloaga, Joan Miró y Francis Bacon.
"Goya + Picasso + Dalí. Arte y Tauromaquia" ocupa las tres salas temporarias del Larreta y su curadora, Patricia Nobilia, sugiere recorrerla en sentido cronológico. La sala correspondiente a Goya, que vivió entre 1746 y 1828, ofrece una decena de estampas en las que el artista retrata desde la modalidad con la que los antiguos españoles cazaban los toros a caballo en el campo hasta la muerte del habilidoso torero Pepe Illo en la Plaza de Madrid que Goya presenció.
Nobilia destaca dos de las estampas en las que Goya "inmortaliza a un argentino ". Son la que tienen como protagonista al torero Mariano Ceballos, apelado "el indio" y nacido en nuestro país.
Nobilia señala también la coincidencia entre la época en la que Goya se dedica a la tauromaquia y la llegada a Buenos Aires del marino y pintor inglés Emeric Essex Vidal y sus acuarelas sobre las corridas de toros en una plaza con capacidad para 10 mil personas que funcionaba en la zona de Retiro, donde ahora está plaza San Martín. Una de esas acuarelas se exhibe allí, prestada al Museo también por un coleccionista privado.
En la sala que corresponde a Picasso (1881-1973) se exponen siete aguatintas que desnudan el gusto por las corridas que el futuro padre del cubismo frecuentó desde niño. Nobilia recuerda que Picasso dijo alguna vez que de no haber sido pintor le hubiese gustado ser picador, quien en las corridas, de a pie o a caballo mide la bravura de los toros. De hecho su primera obra, cuando tenía ochos años de edad, fue El picador amarillo.
De Salvador Dalí (1904-1989) hay seis litografías coloreadas y un grupo de siete grabados titulado por Nobilia como la "tauromaquia surrealista". Lo ilógio e irracional que caracteriza la obra daliniana se hace presente en esas piezas muchas de ellas inspiradas en obras de Picasso o también de Goya . La muestra permanecerá abierta hasta el 6 de enero y será acompañada por actividades dirigidas a niños y adultos, charlas y visitas especiales.
Contó con el apoyo de la embajada de España en la Argentina cuyo titular, el embajador Javier Sandomingo Núñez, afirmó que "el sentimiento del arte taurino ha llevado a Goya, a Picasso, a Dalí y a otros muchos pintores, intelectuales y creadores a trascender el cariz popular del espectáculo de la Fiesta, para hacer de la tauromaquia un rito lleno de simbolismo" y agradeció l amuestra de "estos tres tercios y dos suertes del mundo taurino, un mundo de pasiones y sentimientos, universal y milenario, de la mano de tres grandes figuras del arte español".
akc