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Una vez más –como ha pasado en los casos de los recursos para el proyecto Chapultepec o en el tema de lectura que ya no está en Cultura sino en la nueva Estrategia Nacional de Lectura-- este miércoles la voz del Presidente se hizo oír en la cultura, específicamente en la sala del Museo del Palacio de Bellas Artes.
Buena parte del día, nos cuentan, diez integrantes de la familia Zapata estuvieron en el Museo del Palacio de Bellas Artes reunidos con las autoridades de Cultura que, por instrucciones del Presidente Andrés Manuel López Obrador, se encontraron para buscar un diálogo y la conciliación ante la polémica provocada por la obra de Fabián Cháirez, “La Revolución”, una pintura que incluye atributos femeninos al personaje y que ha motivado cuestionamientos y agresiones como la vivida este martes en el Palacio que, por cierto, el Presidente condenó en la conferencia de la mañana.
A media tarde de hoy, cuando se contaba con diez firmas, las autoridades suspendieron el envío del comunicado con el argumento de que faltaba una firma más por recabar y que era preciso ir a Cuautla para conseguirla.
¿De qué firma se tratará por cierto: la del nieto Jorge González Zapata o la del bisnieto Édgar Castro Zapata? Y una vez más en la noche, el envío se pospuso, sólo que este vez la instrucción fue que no sería mediante un comunicado como se informaría del acuerdo sino que este jueves será el propio Presidente quien informe del acuerdo. ¿Interés por la cultura o por la historia? ¿con quién quiere quedar bien el Presidente?