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Fueron miles las reacciones que hubo ayer después de que el periodista Javier Solórzano confirmó su salida del Canal Once: “A finales de diciembre me informaron que prescindían de mis servicios en noticias después de más de seis años”, escribió en Twitter. Una salida que las directivas no han explicado como tampoco muchos de los cambios en esa televisora desde que el senador por Morena con licencia, José Antonio Álvarez Lima, asumió la dirección. El anuncio provocó enojo de muchos televidentes que de paso volvieron a cuestionar que el Once transmita las conferencias del Presidente. La salida de Solórzano resulta curiosa después de que el senador morenista había prometido que el área de noticias se enriquecería. Y aunque no hay un proyecto anunciado, lo que se avecina, nos cuentan, es llevar sangre nueva a la institución. Esa es pues la visión del director, el mismo que hace más de 40 años había sido subdirector de operaciones de ese canal.
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Ni el Presidente toma en serio la mudanza de Cultura a Tlaxcala
El presidente Andrés Manuel López Obrador contó en la Mañanera que le recordó a su gabinete que no han cumplido con el compromiso de traslado de las secretarías a los estados y dijo, entre otras cosas, que la de Salud tiene que ir a Guerrero y la de Educación Pública se irá a Puebla, es más, dijo que Esteban Moctezuma está despachando dos días a la semana en aquella entidad y que la SEP tiene como límite el año próximo. ¿Y la Secretaría de Cultura? La “mudanza” de Cultura a Tlaxcala ha pasado tan desapercibida para todos que ni el Primer Mandatario se acuerda que esa dependencia se fue para allá desde el 1 de enero del año pasado, que su titular, Alejandra Frausto, mandó boletín, fotos, ofreció recorrido y juró que la maleta ya estaba hecha.
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La directora de Literatura del INBAL trabaja mucho... pero corriendo gente
En la Coordinación Nacional de Literatura hay una nueva baja, esta vez le tocó a Marian Pipitone, hasta hace poco subdirectora de Literatura y Autores. Nos cuentan que a la coordinadora, Leticia Luna, le sale muy bien eso de los despidos, lleva varios al hilo y casi todos han sido en malos términos, en medio de acusaciones y quejas. Hay, incluso, renuncias por mera salud mental. Y el trabajo de la funcionaria, en la luna, porque a siete meses nadie conoce su proyecto, no da entrevistas, no informa, nada.
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