La mañana del 15 de mayo de 1911, en Torreón ocurrió una matanza encabezada por las fuerzas maderistas contra integrantes de la comunidad china que habitaba en la región. En total, durante ese hecho histórico —que historiadores consideran que ha sido poco estudiado— fueron asesinadas 303 personas y ahora, 110 años después el presidente Andrés Manuel López Obrador encabezará una ceremonia en la que se pedirá perdón a la comunidad china en México, una acción que divide opiniones entre investigadores de esos hechos.
Hace 110 años, durante la Revolución mexicana, Torreón fue tomado por las fuerzas maderistas y marcó la victoria del movimiento armado que fue organizado por Francisco I. Madero sobre el gobierno de Porfirio Díaz.
Un hecho casi en el olvido
La matanza de hace 110 años es un hecho que no ha estado tan presente, coinciden Josefina MacGregor, catedrática de la UNAM, y Carlos Castañón, historiador y director del Archivo Municipal de Torreón Eduardo Guerra. En términos generales, “entre la población es un hecho poco conocido, incluso hasta hace poco, entre el círculo de académicos, historiadores, no se tomaba en cuenta la toma de Torreón y la matanza de los chinos. Va a ser prácticamente desde la década de 1990 que se empezó a abordar el tema en círculos académicos, pero antes no. Aún se desconocen muchas cosas de ese hecho”, explica el director del Archivo.
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¿Por qué ha estado en el olvido, por qué no se ha estudiado?, se les cuestiona a ambos historiadores. MacGregor responde que se trata de hechos “reprobables que a la gente no le gusta recordar, de hecho, para Madero, cuando llega su gobierno, es un suceso que lo compromete mucho y en las negociaciones, para las indemnizaciones, él acepta todas las condiciones que se le plantean”.
Castañón añade que “la historia de la Revolución mexicana borra sucesos marginales y periféricos, como es el caso de la comunidad china en Torreón. A pesar de que fue un crimen y una mancha en el maderismo, la dinámica de la Revolución borra a los chinos del mapa”.
Sin embargo, después de la masacre no cambió la percepción sobre la comunidad china, dice Josefina MacGregor: “Los chinos ocuparon ciertas regiones, básicamente Baja California, Sinaloa, Sonora, Torreón, Tampico. Para la década de 1920 hay otros movimientos de expulsión de chinos, aunque no llegaron a hechos sangrientos, más bien son movimientos de ciertos grupos que están presionando al gobierno para que fueran expulsados”.
Pedir perdón
El 30 de septiembre de 2020, el gobierno federal anunció las 12 conmemoraciones que marcarían 2021, aunque para el 5 de febrero de este año aumentaron a 15 los festejos. Entre los actos que agregaron está la matanza de ciudadanos chinos en México y por ello, el Presidente encabezará una ceremonia en la que pedirá perdón por los actos cometidos hace más de un siglo.
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“Estas son ideas del Presidente, quiere que nos pidan perdón, que pidamos perdón. Los hechos históricos no cambian y nosotros no fuimos responsables de estos sucesos, creo que en un momento dado, estas situaciones pueden permitir que la sociedad cobre conciencia de lo absurdo que son los prejuicios y la muerte que se ocasionaron. No sólo son fuerzas revolucionarias las que atacan a estos chinos, sino que es gente de la sociedad de Torreón que va también tras ellos, es decir, aprovecharon las circunstancias para cometer esos actos”, dice Josefina MacGregor.
Sobre este tema, Carlos Castañón declara que a dos meses de la matanza “se hizo una investigación muy sucinta por parte del gobierno mexicano y otra por parte del gobierno chino apoyada por el gobierno norteamericano y se determinó una indemnización de tres millones 100 mil pesos y el desagravio a la bandera China; sin embargo, por la vorágine de la Revolución mexicana nunca se cumplieron estos acuerdos”.
Revisar la historia
La toma de Torreón inició el 13 de mayo de 1911, se consumó dos días después y para el 25 de ese mes, Díaz renunció, lo que significó el fin del régimen que duró 36 años. Al mismo tiempo se llevó a cabo el asesinato de 303 personas de origen chino.
“El ataque comenzó el 13 de mayo; iniciando al oriente de la ciudad cerca de una fundidora y de algunas hortalizas propiedad de chinos, como la Do Sing Yuen, donde se habían atrincherado algunos soldados federales. Ya por la tarde del mismo día, algunos maderistas llegaron a los jardines de legumbres para continuar su ataque”, documentó el investigador Marco Antonio Pérez, del Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural y la Interculturalidad de la UNAM, en su artículo “El relato de la matanza de chinos en Torreón, Coahuila (mayo de 1911) y el antichinismo en el México Revolucionario”.
De acuerdo con la investigación de Marco Antonio Pérez, a algunos chinos les cortaron la cabeza y luego las arrojaron por las ventanas: “Luego estos fueron descuartizados y amarrados a caballos para que estos corrieran por las calles con los miembros arrastrando. Otros chinos vivos fueron sujetados de piernas o brazos a dos caballos, haciéndoles correr en dirección contraria para desmembrarlos. Algunos que habían sido asesinados a tiros, se les acuchilló después de muertos, fueron desnudados, robadas sus pertenencias y cortados en pedazos. Se registran casos únicos, como el de un soldado quien agarró a un muchacho por los pies y le destrozó la cabeza contra un farol”.
La forma de asesinar a los chinos, sostiene MacGregor, doctora en Historia por la Facultad de Filosofía y Letras, “se exacerbó, es algo que no se hizo con ningún otro grupo. Este grupo estaba conformado por personas de paz e indefensas a las que se les persigue de esa manera”.
La catedrática de la UNAM explica en entrevista que esa matanza es un caso particular para la historia del país, no sólo por lo que implicó sino también por la comunidad agraviada.
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A principios del Porfiriato, Torreón era un pueblo chico que creció por diferentes factores, uno de ellos es que era el cruce de líneas ferroviarias. Con el ascenso de su economía, llegaron personas de diferentes nacionalidades, incluidos los chinos, quienes construyeron un banco y un hotel, lo que generó ciertas reacciones contrarias.
Es de esta forma que la comunidad china de esa región se enfrentaba a problemas raciales, sostiene MacGregor, sobre todo porque los grupos sociales de la época “eran muy cerrados”. De hecho, no solían casarse con gente que no perteneciera a su grupo.
A la par de esa desaprobación social, se crearon muchos mitos en torno de los chinos: “De hecho, cuando ocurrió todo, se dijo que fue porque los chinos habían apoyado a los federales, pero también se dijeron cuestiones como que los chinos tuvieron que ver con lo relacionado con la trata de blancas o el tráfico de opio. Hubo diferentes excusas”.
La especialista enfatiza que los chinos no llegaron a México porque “querían venirse a vivir a este país sino porque buscaban llegar a Estados Unidos”.
Frases
“Fueron hechos reprobables que a la gente no le gusta recordar, de hecho, para Madero es un suceso que lo compromete mucho”. Josefina MacGregor, Catedrática de la UNAM.
“Me parece muy loable que 110 años después el Estado proponga la petición de perdón a la comunidad china. Era un pendiente en la historia mexicana”. Carlos Castañón, Director del Archivo de Torreón.