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El secretario de Hacienda, Arturo Herrera, anunció hace unos días que habrá un recorte en el Presupuesto de Egresos de la Federación que enviará a la Cámara de Diputados a más tardar el próximo 8 de septiembre, y dijo que habrá menos recursos que los que se solicitaron para el 2020 y, cuando menos, durante los últimos dos años fiscales. La noticia, por supuesto, ha generado una gran preocupación porque el propio funcionario ha estimado que México vivirá la peor crisis en un siglo. A este panorama se suma el recorte del 75% que ha asumido la administración pública para atender la crisis sanitaria. El impacto se vivirá en todo el país, por supuesto, pero en el sector cultural las autoridades se han manejado con un entusiasmo poco creíble. Si investigadores y académicos del INAH advierten una gran crisis, las autoridades aseguran que todo está controlado; si la UNAM hace un estudio que advierte que el sector está en “terapia intensiva”, la Secretaría de Cultura hace mutis; si miles de artistas independientes claman por apoyos, los funcionarios, con aire victorioso, lanzan convocatorias paliativas e insuficientes; si los espacios que no son del Estado advierten que muchos desaparecerán, las autoridades les permiten la reapertura sin ningún tipo de ayuda. Ante la contundencia de Arturo Herrera, la Secretaría de Cultura está obligada a dar claridad sobre el futuro inmediato del sector, sin falsas expectativas y sin simulación. ¿Lo hará?
Falta ingenio y ganas de trabajar en la FILIJ
Las preguntas planteadas por editores, escritores e ilustradores de libros para niños y jóvenes sobre el por qué de la cancelación de la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil (FILIJ), no han tenido respuesta y seguro que ni la tendrán ¿Por qué no hacer la FILIJ virtual? Pues nos dicen que a los funcionarios les falta imaginación y no idean soluciones.