"Creemos que al hablar del lenguaje nos estamos refiriendo a la palabra o a sistemas codificados que el otro puede leer o traducir a ideas. Sin embargo, el cuerpo produce una cantidad impresionante de lenguajes. Uno de ellos son las pulsaciones eléctricas que nuestro sistema nervioso lanza", afirma Ricardo Rubio, coreógrafo y bailarín de flamenco que presenta junto a su compañía, INTERflamenca, la pieza MI TEMPLE (O) [poema escénico], que hoy tiene su última función en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo del Centro Cultural del Bosque, a las 18:00 horas.
Gran parte de la comunicación está siendo transmitida a partir de impulsos eléctricos que genera el bailarín o el público, continúa Rubio. En este proceso, la palabra es confirmatoria. "Es algo en lo que he profundizado: el trabajo del lenguaje del sistema nervioso. Cómo vive el sistema nervioso estos impulsos musculares, estas pasiones desbordadas que tiene el flamenco. No hay nada más favorable que el flamenco para entender estos lenguajes, estos impulsos desbordados porque el flamenco vive de estos impulsos pasionales o emocionales y que son producto de un sistema nervioso. El lenguaje al que yo me refiero es al lenguaje empático que tenemos, como animales mamíferos. Nos comunicamos de animal-escénico a animal-receptor como público. No es algo ficticio, es algo muy real. En la danza nos comunicamos con impulsos de vida y eso es lo que el público lee", abunda sobre su pieza que se estrenó ayer y que no tiene un hilo narrativo como tal, sino que es una investigación escénica sobre la forma en que interactúa la voz —el papel de la voz en la danza— y el lenguaje del cuerpo.
Lee también: La terna de AMLO para el nuevo miembro de la SCJN y la boda de Sheinbaum, en los memes de la semana
Curiosamente, una pieza escrita, el poema "Prelude on love", escrito por el propio Rubio fue el germen, el punto de partida de la coreografía. Para continuar la exploración, el artista sonoro Mr. Insect se dio a la tarea de colocar cuatro micrófonos con lo que Rubio interactúa, mientras que al público le corresponde leer, en voz alta, fragmentos del ya citado poema.
"La danza tiene una poética de la empatía. Pero no es una poética emocional, sino una poética que tiene que ver más con el sistema nervioso. En eso consisten los lenguajes que tiene el cuerpo".
Lee también: Cascadas, bicicletas, columpios y huevos, en los 10 años del Jumex
Sobre "Prelude on love", Rubio explica que, en realidad, se conforma por tres poemas que abordan tres estructuras que tiene el cuerpo humano: "Yo les llamo templos: son el templo de la pelvis, el templo de la caja toráxica y el templo del cráneo. Son lugares donde nosotros emitimos y recibimos mucha información. Yo escribí un poema para entrar a cada uno de estos templos. Este poema se quedó como algo que estaba buscando una salida constante hasta que llegó la pandemia, en la que el enfrentamiento colectivo ante la muerte, el instinto de supervivencia me hizo reflexionar mucho sobre qué es la danza y los impulsos de la vida. Me pregunté mucho cómo se iba a hacer la danza en las nuevas normalidades. Entonces, empecé a trabajar mucho a partir del prelenguaje; es decir, los sonidos. El gemido, el sollozo, el lamento son los fundamentos del flamenco. Antes de decir una palabra, el flamenco grita; antes de decir una frase, el cantaor lanza un aullido, un gemido".
Es algo característico de una idea flamenca, continúa: "Estamos acostumbrados a decir la idea y después externar la emoción que la idea nos da. En el flamenco, vivimos la emoción y después la nombramos. Ese es el trabajo que empecé a investigar. Me pregunté cómo las palabras vivían el lenguaje, la relación entre la palabra, el sollozo, el lamento, la risa, la carcajada, los gemidos. Todo esto formó una conexión que le permitió dar vida a la pieza", concluye. La pieza, que comparte algo de la inmediatez del performance, tiene un dispositivo sonoro hecho por el propio Rubio y Mr. Insect. La iluminación es de Yunuén García.
melc