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El historiador Enrique Krauze reivindicó en Madrid las protestas estudiantiles de 1968 para subrayar que fue un movimiento que contribuyó a la instauración de la libertad de expresión en México.
"Yo participé en el movimiento estudiantil y a ese movimiento le debemos la libertad de expresión en una buena medida. Y en ese sentido el mejor homenaje no es tanto la historia revisionista, sino el respeto de la libertad de expresión", señaló Krauze a corresponsales mexicanos luego de presentar en la Casa de América de Madrid su libro "El pueblo soy yo".
Al ser preguntado sobre los riesgos de que el movimiento del 68 pueda ser instrumentalizado por el Gobierno de turno, Krauze habló del dique de contención que deben ejercer los intelectuales.
"Ahí estamos los historiadores, para recordar que la historia no puede ponerse al servicio del poder", advirtió.
En la presentación de su libro, el intelectual mexicano centró su intervención en el historiador estadounidense Richard Morse, un enamorado de Latinoamérica al que Krauze admiró profundamente y con quien mantuvo una larga amistad.
"Morse no lo criticaba, pero describía algo que muchos perfiles de liderazgo latinoamericano parecen tener, que es esta aura monárquica y caudillista que él analiza profundamente. Yo, antes de criticarlo, lo quiero comprender. Y eso es lo que he tratado de hacer en el libro", aseguró en su intervención dedicada íntegramente a su relación personal y académica con el historiador de EU.
"Frente a las elecciones de México, frente al mundo que estamos viviendo, frente a la crisis de liberalismo, y frente a la irrupción del fenómeno del hombre fuerte y de los pueblos hechizados por ese hombre fuerte, hay muchas formas de analizarlo. La mía es la anatomía cultural de Richard Morse, no para copiarla ni seguirla en su totalidad, sino para tomar de ella lo que creo que es válido, que es mucho, y tomar distancia para decirle que sí existe un margen de libertad", agregó el historiador.
"Con el bagaje que yo traía ocurre esta irrupción de populismo, ya no sólo en Venezuela, sino en el mundo entero. Y claro, se veía ya venir la tercera vuelta y la vencida de la llegada de López Obrador en México. Y entonces me senté y me pregunté ¿qué voy a escribir? Me encerré unos meses y de ahí la historia que les traje para terminar mi diálogo con Morse", aseguró Krauze, luego de puntualizar que el libro tiene un mensaje político, pero no es un libro político.
Trata de por qué cualquier sociedad tiene que procurar poner diques al poder absoluto o excesivo, acotó Krauze.
"En el fondo (el libro) es la historia de una amistad, una amistad hecha de afectos, de admiración intelectual que nació con la lectura de una página de Morse, en la revista Plural, de Octavio Paz. Ahí es donde se unen todos los hilos", resumió Krauze para ilustrar la esencia de su libro "El Pueblo soy yo".
En la presentación del texto, Krauze estuvo acompañado de Carmen Iglesias, directora de la Real Academia de la Historia de España y el escritor Jon Juaristi, que elogiaron la manera en la que el intelectual mexicano advierte de los peligros del populismo y de la acumulación del poder en una sola persona, a través de varios ensayos que se alimentan de la política, la filosofía, la historia y la literatura.
rmlgv