Destruido por un incendio, el armazón del techo de la catedral de Notre Dame de París era una estructura "de leyenda", cuya complejidad "asombró en la Edad Media" y sigue fascinando a los profesionales de hoy, explica a la AFP Thomas Büchi, carpintero suizo y presidente del grupo Charpente Concept.

¿Qué representaba la techumbre de Notre Dame para un maestro de la carpintería como usted?

Es quizás una de las mayores obras maestras de (la cofradía) 'Carpinteros del deber'. Para un pintor, sería como si la Mona Lisa quedara reducida a cenizas.

Es esta fabulosa estructura --que tuve la suerte de visitar en los años 80-- quien suscitó mi amor por la madera y la pasión que tengo por mi trabajo.

Este armazón es un mito, es una leyenda por varias razones. Era tan compleja que asombró en la Edad Media.

Primero, se necesitaron 50 años para preparar la madera. Comenzaron a cortar los árboles --unos 1.500-- alrededor del año 1200.

Se cortan y se mantienen tumbados durante un año, la cabeza hacia el norte para que estén alineados con las energías de la tierra. Después se les quita la corteza y se los sumerge en una ciénaga durante 25 años. Esto protegía la madera de hongos e insectos.

En 1225, se sacan del agua, se cortan los troncos en vigas y se dejan secar 25 años.

Teniendo en cuenta la esperanza de vida de la época, esto quiere decir que los que cortaron los árboles en su mayoría no vieron el armazón.

La aguja que se derrumbó era más reciente. ¿Quién la construyó? 

La Revolución Francesa dejó la catedral en ruinas. Bajo el patronato de Prosper Mérimée (en aquel entonces inspector de monumentos históricos), se decide rehacer la aguja a mediados del siglo XIX.

Junto al arquitecto, Eugène Viollet-Le-Duc, hubo un personaje crucial que está un poco olvidado, Henri Georges (miembro de la organización francesa de artesanos).

Dominaba como nadie el arte y la geometría operativa. Tenía un muy buen nombre de artesano, "Angevin, el niño del genio".

(El lunes) cuando vi la aguja arder y derrumbarse, es en él en quien pensé.

¿Cuáles serán los retos de la reconstrucción?

No sabemos muy bien cómo estamos, hasta qué punto la piedra sufrió. Pero todo está en pie, es un milagro.

Para la techumbre, o bien se intenta reconstruir idéntica o bien se hace algo totalmente diferente. Se tendrá que decidir. Pero esto va a federar a los profesionales de la madera para reconstruir este obra maestra. Creo que habrá una gran movilización.

Por mi parte, voy a defender totalmente que se rehaga un armazón en madera. No se tiene que hacer como en la catedral de Chartres (centro de Francia) cuya estructura se quemó en el siglo XIX y fue reemplazada por una armadura metálica.

En Francia, hay suficientes robles. La madera no será un problema. Al contrario, se podrán utilizar los árboles más viejos y dejar más espacio a los más jóvenes para crecer. En el bosque de Tronçais (centro de Francia), el sector de Colbert incluye robles más que centenarios.

Nunca se podrá preparar la madera como se preparó en 1200. Pero la tecnología de hoy en día permite ir más rápido. Podemos imaginar que las vigas se reciben en dos años, y conseguir construir el armazón en los cinco años siguientes.

akc

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