En manos de un coleccionista y vendedor de libros se hallaba una de las colecciones más enigmáticas de la novela corta en México del siglo XX: la colección completa de La Novela Semanal, que durante 160 jueves se publicó en las páginas de EL UNIVERSAL ILUSTRADO, en el periodo de 1922 a 1925.
A más de un siglo del inicio de esta peculiar publicación, la Hemeroteca Nacional de México (HNM) adquirió la colección completa, gracias a una negociación con el coleccionista que durante años las mantuvo en resguardo.
Gracias a esos esfuerzos, esta serie de novelas y escritos podrán ser consultados a partir del segundo semestre del próximo año, adelanta Ana Laura Peniche Monfort, coordinadora de la Hemeroteca Nacional de México.
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La Novela Semanal era una publicación de pequeños folletos de 32 páginas de 16.5 x 12 centímetros, impresas en papel periódico y apenas con una pasta de tipo couché, de la que se imprimieron hasta 50 mil ejemplares por semana, y que logró reunir una amplia variedad de estilos novelísticos de escritores que luego despegaron sus carreras, como Mariano Azueta, Arqueles Vela, García Icazbalceta, Daniel Cosío Villegas, Salvador Novo, Manuel Gamio, entre otros.
Sin embargo, el espacio también albergó a otro tipo de escritores, como historiadores, antropólogos, e incluso periodistas de EL UNIVERSAL de aquellos años.
“Parece ser que Carlos Noriega Hope (fundador de La Novela Semanal), tenía la intención de publicar otro tipo de novela y escritos, a veces da la impresión de que mantenía La Novela Semanal con lo que podía publicar, incluso con la ayuda de sus cercanos y camaradas”, apunta Yanna Hadatty Mora, quien durante casi 15 años ha investigado acerca de La Novela Semanal de EL UNIVERSAL ILUSTRADO.
Con esta adquisición, Hadatty Mora está en planes de ampliar y actualizar su investigación, misma que fue plasmada en el libro Prensa y Literatura para la Revolución. La Novela Semanal de EL UNIVERSAL ILUSTRADO (2016), una publicación que se realizó en colaboración con el Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM y esta casa editorial.
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En entrevista, Hadatty expresa que es posible que uno de los ángulos de esta nueva investigación profundice sobre una serie de escritoras que participaron en La Novela Semanal de manera recurrente.
Después de la publicación de Prensa y Literatura para la Revolución, Hadatty concluyó la investigación. Durante la pandemia de Covid-19, relata la investigadora, un librero se acercó vía Internet para ofrecerle la colección.
Al saber que existía la colección completa, Hadatty pensó que los huecos que quedaron en su investigación previa se podían cubrir, ya que dejó una serie de vacíos en el trabajo debido a que no hay registro de que la colección completa se encuentre en otra hemeroteca, biblioteca, escuela, o en manos de otra persona.
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“Los huecos sobre la cronología de estas novelas, un pendiente importante, ahora podían ser llenados con información precisa. El objetivo es hacer la segunda edición del libro, ahora con la cronología completa, y probablemente añadir un capítulo nuevo donde aborde asuntos como las mujeres escritoras que participaron en este suplemento”, apunta.
Hasta la adquisición de la colección, Hadatty había registrado un número de novelas, ensayos, cuentos y poemas, fruto de una extensa investigación y registro en diferentes bibliotecas, universidades nacionales y extranjeras y rastreando a algunos familiares de los colaboradores de La Novela Semanal.
“Gracias a esos esfuerzos y al auspicio de EL UNIVERSAL, este primer trabajo se concretó, fue un trabajo que dejó ver gran parte de lo que fue La Novela Semanal, de forma cronológica. Una gran ayuda fue una serie de anuncios que daba EL UNIVERSAL ILUSTRADO sobre las novelas más representativas, fue una gran pista que me permitió reconstruir datos”, explica Hadatty.
Y destaca dos novelas que fueron importantes para La Novela Semanal: Los de Abajo, de Mariano Azuela, y La resurrección de los ídolos, de José Juan Tablada. “Esas novelas se publicaron por entregas, lo que nos dice que el número de publicaciones totales de no se corresponde con el número de novelas que se publicaron”, explica.
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En la investigación, Hadatty estimó que fueron 120 los fascículos que se publicaron; ahora estiman que son más, probablemente 30 o 35 más de lo que apuntó en la primera parte de la investigación. “No hemos terminado de hacer el conteo, y además de eso tenemos que realizar un fichaje, eso toma más tiempo. En definitiva, hay cosas que no sabía y que estamos descubriendo”.
Sin embargo, lo que más sorprende a Hadatty y que ahora reafirma, es la variedad de perfiles de los escritores que participaron en La Novela Semanal, además de ser un registro de la profesionalización del periodismo en México.
“La propuesta de Noriega era dar apertura a una nueva generación de escritores, y, sobre todo, difundir que se producía novela corta hecha por una generación joven, fruto de la Revolución”, destaca.
La adquisición
Si bien el grueso de la investigación de Hadatty se encuentra en esta colección, la investigadora decidió que la HNM fuese quien resguardara todos los archivos. “El año pasado iniciamos el contacto con la persona que hizo la recopilación hemerográfica. Él nos los ofreció a la venta, lo discutimos en el comité de adquisiciones y ofrecimos un precio de acuerdo con el estado de conservación y qué tanto ya teníamos nosotros”, detalla Ana Laura Peniche.
Hadatty señala que el vendedor decidió no partir en pedazos la colección ya que, narra, hubo personas interesadas en adquirir volúmenes específicos de La Novela Semanal. “La persona era un coleccionista, se dio cuenta de lo valioso de tener una colección así junta, fue un gesto patriótico de no querer que saliera de México, quiso que estuviera acá y por eso decidí que la Hemeroteca tenía que resguardar la colección y trabajar para que en el futuro pueda consultarse”.
Hadatty agrega que el coleccionista adquirió los volúmenes en una compra que hizo hace varios años. “Él compro la colección, dividida en cinco tomos, y que tiene una errata, por alguna razón agregaron publicaciones de una novela semanal que se publicaba en España”.
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Peniche aplaude la decisión de que Hadatty y el coleccionista decidieron ofrecer a la HNM la colección, ya que gracias a esto una serie de trabajos se desprenderán de esto. “Es mucho mejor que la colección esté aquí, en donde haremos todos los procesos completos de catalogación, conservación, digitalización y puesta en línea para que todos la puedan consultar”.
Haddaty se encuentra revisando el contenido de las escritoras que participaron en las ediciones, de las que poco se ha investigado. “Blanca de Montaalbán, Mimí Derba, María Esperanza Pardo, María Teresa Borragán y María Enriqueta Camarillo fueron las escritoras que firmaron en La Novela Semanal, con diferentes materiales y reflexiones propias de inicios del siglo XX”, expresa.
Y agrega: “Me resulta fascinante seguir leyendo y no saber con qué me voy a encontrar. Esta serie de escritoras, mexicanas, inéditas, son fascinantes. Y sobre todo leer las introducciones de Árqueles Vela, que las presenta como buenas escritoras y les da valor. Y es que hay gran variedad de temas, los cuales sigo leyendo y analizando”.