Más Información
Osiel Cárdenas, exlíder del Cártel del Golfo, recibe auto de formal prisión; enfrentará juicio por homicidio
Jóvenes mexicanos pasan más de 2 mil horas al año en el teléfono; OCDE alerta sobre su impacto en la salud mental
Sergio Gutiérrez Luna destaca aprobación de 25 reformas en la 66 Legislatura; "Un logro histórico para la 4T", señala
Secretario de Agricultura reafirma defensa del maíz blanco; "Seguiremos apoyando la producción nacional no transgénica", afirma
¿Maíz transgénero? Rubén Rocha corrige desliz durante discurso en Sinaloa; destaca importancia del maíz blanco
Sheinbaum asegura apoyo total a Sinaloa para enfrentar violencia; "Nunca los vamos a dejar solos, aquí está la presidenta"
yanet.aguilar@eluniversal.com.mx
La Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería llega a sus cuatro décadas de vida con un buen historial: en 40 años ha realizado 25 mil actividades que han impactado a más de 4 millones de visitantes. Es, sin duda, el encuentro librero de mayor tradición en la Ciudad de México y cita obligada de los lectores, pero llega a los 40 con un pendiente que carga hace más de una década: está rebasada en espacio y número de actividades, este año supera las mil 300.
A pesar de ser insuficiente para el número de editores y visitantes, esta feria es un espacio fundamental en el proyecto de hacer de la Ciudad de México una Ciudad Lectora, iniciativa del gobierno de Claudia Sheinbaum que marcó el inició del encuentro que concluirá el 4 de marzo con Nuevo León como invitado de honor.
Carlos Anaya, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana, dijo en entrevista que la feria “está muy viva” pero necesita otros espacios, necesita crecer para darle aliento. “A nosotros como agremiados nos puede preocupar un poco todo esta concentración que puede haber de presentaciones, y por eso planteamos la posibilidad de crecer y ver algunas alternativas... no es la feria que nos deje los mayores ingresos pero tiene su importancia, y no nos deja los mayores ingresos precisamente por el espacio, por los espacios que tenemos, es muy complejo que se pueda, porque con cuatro o cinco personas ya se llenó el stand, eso es algo que necesitamos modificar”.
Durante la inauguración dijo que las ferias además de ser uno de los principales eslabones de venta de libros propician la cohesión, fomentan la lectura y acercan al público lector a un mundo de posibilidades.
La jefa de gobierno Claudia Sheinbaum aseguró que están trabajando por hacer de la Ciudad de México una Ciudad Lectora, “una Ciudad Lectora no solamente a través de sus ferias internacionales del libro o ferias locales que se realizan en distintas alcaldías, sino a través de un programa ambicioso de clubes de lectura que vamos a desarrollar en los 300 puntos de Innovación, libertad, arte, educación y saber de la ciudad; en el fortalecimiento de las bibliotecas públicas; y en el fortalecimiento de las librerías populares de la Ciudad de México”.
El rector de la UNAM, Enrique Graue, indicó que al país le falta leer más, sólo 45 de cada 100 mexicanos mayores de 18 años leyeron un libro en el último año, según INEGI; la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, dijo que la feria es ejemplo de cómo se puede crear un proyecto cultural y de la alianza entre instituciones.