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Sempiterna pandemia . Luego de un pronóstico de duración de un par de semanas, se prolongó por varios meses y ahora está cerca de cumplir un año. Un año en el que compañeros, amigos y familia se han ido, más de 160 mil muertes oficiales en este país por coronavirus , más los que se seguirán sumando en los meses venideros en medio de la incertidumbre que representan tanto el aumento de casos positivos, como las fechas próximas como el 14 de febrero porque son celebraciones que motivan a algunos a reunirse, lo que podría provocar más contagios.
Durante la semana vimos los festejos tradicionales por el evento que representa la presentación del niño Jesús en el templo, así como el indignante caso de la doctora Mariana Sánchez Dávalos , quien fue privada de la vida a finales de enero, pese a que, de acuerdo con su abogado y familia, había pedido auxilio a las autoridades correspondientes y a su universidad por el peligro que corría en el lugar de trabajo localizado en Nueva Palestina, Ocosingo, Chiapas.
Los fotoperiodistas de EL UNIVERSAL fueron testigos de estos casos y a través de sus imágenes muestran desde la tristeza hasta la esperanza de la gente, así como la indignación ante la corrupción gubernamental.
La crisis sanitaria pega a los tamaleros, de Edwin Hernández. 30 de enero
Foto: Edwin Hernández/ EL UNIVERSAL
La foto es de un tamalero , su negocio se llama La Tamalería. Se llama Daniel Hernández, tiene 38 años. La cobertura que hice fue sobre cómo le estaba yendo a los tamaleros en medio de la crisis por la pandemia del Covid-19 , en el marco del Día de la Candelaria . Hizo tamales con la incertidumbre de si los iba a vender o no, y es que por la pandemia no ha tenido tanta venta. Daniel abastece de tamales a los principales hoteles de Oaxaca y por lo general prepara sobre pedido toda su producción, pero las ventas han bajado, por eso tuvo que comenzar a vender los domingos en su domicilio. La crisis le ha pegado, él tenía la esperanza de generar algo de ganancia el 2 de febrero, para poder subsistir en estos meses de pandemia que quedan.
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¡Llévelo, llévelo, a precio de remate!, de Berenice Fregoso. 31 de enero
Foto: Berenice Fregoso/ EL UNIVERSAL
En la Ciudad de México algunos negocios comenzaron a reabrir sus puertas. Los establecimientos tratan de cumplir con las medidas sanitarias en todo lo que les es posible, sacan la mercancía a la calle y cuando llega un cliente le preguntan qué necesita y se los buscan. En esa foto se ve que una boutique, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, sacó varias prendas, los precios estaban súper económicos, hay un letrero que dice que unas blusas estaban en 29 pesos. La gente, al menos en ese local, se abalanzó a realizar compras.
Los comerciantes querían generar algo de ganancia rematando las prendas, lo que ellos necesitan es vender para seguir subsistiendo. Hay negocios en donde sí se ve más orden y sí siguen las regulaciones; en otros, ante la oferta de precios de urgencia y necesidad, la gente se amontona. Los vendedores nos platicaron sobre esta necesidad que tienen y lo complicado que es atender a un cliente cuando no se puede acceder a la tienda para ver el producto, además no se pueden probar las prendas.
En la foto muchas prendas eran XL y se las estaban llevando, me dio la impresión que algunos las adquirían para revender. Una chica que sí era de talla grande dijo que era difícil encontrar ese tipo de medidas y por eso aprovechó y se llevó muchas blusas. Hay gente que sí encuentra lo que busca y otros que aprovechan el descuentazo y se lleva para regalar o revender.
En busca del traje para el Niño Dios, de Diego Simón Sánchez. 31 de enero
Foto: Diego Simón Sánchez/ EL UNIVERSAL
El domingo pasado, previo al Día de la Candelaria, fui a la calle Talavera , en el Centro Histórico, es una vía muy famosa porque tradicionalmente ahí va la gente a comprar para vestir a los niños Dios. Ese fin de semana la calle estaba atiborrada de gente que iba a buscar la vestimenta para sus niños, es una calle muy estrecha y la gente se aglomera mucho. En la foto se ve a una pareja que lleva las figuras de unos niños muy grandes, como si fueran bebés. No les preocupa el tamaño, pues las llevan para medir la talla de la ropa que necesitan. Además, en ese sitio reparan a los niños. Este año, a pesar del semáforo rojo por la pandemia del coronavirus, la gente siguió yendo; la mayoría eran señoras. En los negocios fue obligatorio entrar con cubrebocas.
La calle de los Niños Dios, de Diego Simón Sánchez. 31 de enero
Foto: Diego Simón Sánchez/ EL UNIVERSAL
Es muy grande la devoción y tradición alrededor del Día de la Candelaria. Claro que quienes fueron a la calle Talavera para vestir a los niños Dios iban protegidos, a pesar de que saben que hay un llamado a quedarse en casa. Esta imagen me llamó la atención desde que la vi, fue algo muy espontáneo. Buscaba gente que llevara figuras más grandes, algo muy vistoso, de pronto di media vuelta y vi a esta señora caminando a mis espaldas. Se me hizo curioso ver cómo llevaba al niño sobre el diablito y una caja, como si fuera una carriola. Me gustó mucho la iluminación, la luz da directo a la señora y parece que va saliendo de la oscuridad, que ésta se queda atrás, mientras ella está en la luz.
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A pesar de la pandemia, la devoción sigue siendo muy grande para los creyentes, quienes tratan de conservar estas tradiciones. Uno no sabe el contexto de la vida de esa señora, pero por lo menos se puede ver que va cuidando a su familia porque porta su cubrebocas. Así ves a muchas personas, sobre todo personas grandes. Siempre hay una vestimenta de época y este año no fue la excepción del Niño Dios Covid, el cual usa cubrebocas y careta; estaba buscando a alguien que llevara un niño así, pero no lo llevaban ese día. En esta ocasión los llevaban sin ropones para medir las tallas, no había mucha gente que caminara con el niño vestido.
Justicia para Mariana, de Jacob García. 31 de enero
Foto: Jacob García/ EL UNIVERSAL
La foto la hice el domingo pasado durante la manifestación en la que se exigió justicia por el asesinato de la doctora Mariana Sánchez Dávalos , en el poblado de Nueva Palestina, Ocosingo, Chiapas. Ese día estuvieron estudiantes de medicina, doctores y familiares; incluso la mamá de la doctora encabezaba la marcha y me topé con esa imagen en la que médicos pasantes están agarrados y unidos a la familia; me gustó su significado de solidaridad y apoyo ante el crimen. El delito no sólo ha indignado al sector médico, también a la sociedad, porque de acuerdo con las declaraciones de los abogados y de la mamá de la chica, ella pidió auxilio antes de morir. Presuntamente hay una denuncia ante la fiscalía y la universidad, pero dicen que en la Secretaría de Salud nadie la escuchó, nadie tomó cartas en el asunto y Mariana ya no está. Los manifestantes estaban enojados, no sólo se trata de violencia de género , también de omisión ante los procesos dilatorios de las autoridades y del sistema burocrático.
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Sigue el viacrucis por el Metro, de Carlos Mejía. 31 de enero
Foto: Carlos Mejía/ EL UNIVERSAL
Han pasado cuatro semanas desde el incendio en las oficinas del Metro y se sigue con el mismo problema. Esa foto fue el sábado pasado, en el paradero de Ciudad Universitaria . Hay determinadas horas, pasando el mediodía, en que se hacen las grandes filas. Lo que nos decía un señor es que resulta curioso cómo unos camiones van más rápido que otros, lo más modernos hacen menos tiempo, en contraste con los que parecen microbús, a pesar de que tienen la misma ruta y las mismas paradas señaladas.
El cierre de líneas de Metro ha afectado mucho y ha motivado justo a reconocer su importancia, pues como dice el dicho: “Valoras las cosas cuando las pierdes”. Eso fue lo que nos pasó, ahora todos valoramos al Metro, es un gran medio de transporte pese a sus carencias. Aún falta que abran de nuevo la línea 2, pero cuando abrieron la 3, la que va de Universidad a Indios Verdes, fue un gran alivio.
Saludos legislativos en tiempos de pandemia, Diego Simón Sánchez. 31 de enero
Foto: Diego Simón Sánchez/ EL UNIVERSAL
Esta foto se dio en el palacio de San Lázaro durante la ceremonia de apertura del segundo periodo ordinario, del tercer año de ejercicio de la LXIV Legislatura de la Cámara de Diputados , periodo en el cual toman decisiones. Debido a la pandemia se trató de un acto breve, de no más de 20 minutos. Sólo fueron las mesas directivas. En la imagen aparece Dulce María Sauri , presidenta de la Cámara de Diputados, saludando con el codo al presidente del Senado, Eduardo Ramírez Aguilar . Esto fue previo a la instalación del período, son dos dirigentes saludándose en este contexto de pandemia con cubrebocas y con el antebrazo; además, se alcanza a ver cómo los espacios de trabajo están divididos con acrílicos.
Para mí es una foto sobre estos tiempos pandémicos , ambos presidentes demuestran que están utilizando las medidas sanitarias para seguir cuidándose y no contagiarse, luego de que en ambas cámaras se han dado casos positivos de Covid-19 pese a las condiciones sanitarias.
Día de la candelaria, de Omar Contreras. 2 de febrero
Foto: Omar Contreras/ EL UNIVERSAL
Un día antes del Día de la Candelaria fui a ver la vestimenta de los Niños Dios, me acerqué a la iglesia y ya había gente. Al día siguiente, el 2 de febrero, fue a la misa en la Iglesia de la Merced , ubicada cerca del centro de Puebla . Se habían programado cinco misas, a las 10 y 11 am, al mediodía y a las 18 y 19 horas. El lugar estaba lleno, pero hubo medidas sanitarias: temperatura, uso obligatorio de cubrebocas y sólo permitieron dos personas por cada banca. Al final de la misa, el padre bendijo rápido mientras los asistentes pasaban uno por uno.
Hubo gente que llegó empezada la misa, pero les dijeron que debido al aforo solamente podían permitir los que podían estar en las bancas. A la gente que ya no alcanzaba a entrar la hacían esperar afuera, donde había un padre bendiciendo. Invitaban a no tardarse para no tener aglomeración.
Estuve buscando dentro de la iglesia a gente que llevara niños Dios con cubrebocas y caretas a propósito de la indumentaria por la pandemia, pero sólo vi una. Pero sí había en los puestos de venta, tenían al niño doctor, por ejemplo, que hasta traía protección; de hecho, me dijeron que los trajes más pedidos fueron niño doctor y enfermero, pero dentro de la iglesia no los vi tanto, sólo uno o dos.
Mucha gente criticó a los asistentes con palabras altisonantes o diciéndoles frases como “prefieren ir a bendecir una imagen en lugar de cuidarse en su casa”, pero para muchas personas es muy importante la bendición. La gente se movió por su fe.
Pruebas Covid para viajeros, de Jorge Alvarado. 2 de febrero
Foto: Jorge Alvarado/ EL UNIVERSAL
El aeropuerto de Toluca , junto con un laboratorio, creó un espacio para realizar pruebas rápidas y de PCR tanto a viajeros como al personal del aeropuerto. Aunque es de una entidad privada, se tiene la ventaja de que es más barato que en otros lugares de la capital del Estado de México. También se implementó para ayudar a la población en general, pues, aunque no tengas un viaje programado puedes ir a ese lugar, los resultados de las pruebas rápidas se entregan entre 15 y 20 minutos, los PCR s en 24 horas.
En Toluca, por el momento, no hay viajes al extranjero, apenas se reanudarán algunos, pero aún se están analizando. Sin embargo, en caso que tengas una conexión para ir a Cancún y de ahí a otro destino, puedes llevarte tus resultados si es que los requieres. Aquí es más para tener un control, una alternativa. El día que fuimos fue la inauguración y los viajeros no sabían que se tendría ese tipo de laboratorios. Además, la afluencia del aeropuerto bajó muchísimo.
Reabren librerías, de Carlos Mejía. 3 de febrero
Foto: Carlos Mejía/ EL UNIVERSAL
Reabrieron las librerías tras varios meses de permanecer cerradas por la pandemia. La encargada de la principal sucursal de El Sótano, ubicada en la Avenida Miguel Ángel de Quevedo, me contó que se tuvo que adaptar este espacio, aunque la mayoría de las entregas es en mostrador. Como si fuera tienda de abarrotes, hacen su pedido y se los entregan. Hay un espacio al aire libre atrás de la librería donde puede pasar el público y checar ahí otros títulos. Algo que se me quedó muy grabado fue una frase que dijo: “Si los tianguis pueden abrir, ¿por qué nosotros no?”. Me parece que tiene razón.
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En la librería sí había gente formada, algunos preguntaban por un libro, mientras otros ya habían buscado en internet si estaba disponible lo que buscaban, otros revisaban los ejemplares que estaban al aire libre. Por cierto, había cuatro libros dedicados a la pandemia e incluso nos dijeron que uno, que tenía en la portada a Hugo López-Gatell , ya estaba agotado y era el último ejemplar que quedaba, se llama “Un daño irreparable”.
fjb