Recientemente le contamos que la dirección del Centro de Investigación y Docencia Económicas () despidió a la titular de Transparencia, Ssicaru Velázquez, y a la de Finanzas, Isis Bautista, después de que alumnos de licenciatura obtuvieran una serie de documentos que comprueban irregularidades en la designación de José Antonio Romero Tellaeche como director del Centro. Estos despidos con sello femenino se suman a otros perfiles que han sido retirados de su cargo, entre los que destacan Catherine Andrews, quien fue separada de su cargo como secretaria Académica en 2021, y Dimpna Morales, quien fungió como coordinadora de Administración y Finanzas del CIDE hasta 2021. Otro caso que destaca es la renuncia de Céline González Schont, quien fue directora de Evaluación Académica del CIDE y que pidió el cese de su cargo por acoso y hostigamiento por parte de la dirección. Sin reparos, Romero Tellaeche envió un comunicado sobre el Día Internacional de la Mujer, en el que afirmó que el paro del 8 y 9 de marzo “es una fuerte llamada de atención que nos ayudará a reflexionar sobre el valor central de las mujeres en la sociedad” y agregó que los “profesores y titulares de las áreas administrativas propiciarán una reflexión sobre la situación”. Ajá. Parece que la igualdad de género en el CIDE sólo se queda en el discurso.

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Entre oídos sordos y “sumisos”

Aunque no hubo interrupciones en la exposición que la doctora , directora del Conacyt, se ha encargado de repetir ante diferentes comunidades científicas sobre la iniciativa de Ley General en Materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación, ayer su intervención ante investigadores del Cinvestav fue muy cuestionada por integrantes de ese centro de investigación que pertenecen a la Red ProCiencia. No sólo la acusaron de sostener un “monólogo”, además dijeron que su equipo no le pasó las preguntas “incómodas” ni les dio la palabra a las mujeres. Una de ellas, la investigadora Alma Maldonado, quien durante el foro sacó carteles con mensajes como: “Basta de descalificaciones” y “Por alusiones personales solicito la palabra”, cuestionó que las intervenciones sólo fueron dadas a varones, pero no a alguna mujer. Bueno, hasta las autoridades del Cinvestav salieron raspadas, acusadas de “sumisión”. Escribanos a columnacrimenycastigo@gmail.com

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