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Zacatecas. —La Bienal Femsa, titulada en esta edición “Nunca Fuimos Contemporáneos”, se renueva con un programa distinto a los de sus versiones pasadas y con un cambio representativo de sede, ahora en Zacatecas. Con el objetivo de reactivar los museos y espacios públicos, la XIII Bienal Femsa dejó de ser un certamen y se transforma en un programa curatorial de 18 meses, el cual pretende vincular el arte barroco y moderno con el arte contemporáneo.
Curada por Willy Kautz, la edición de esta bienal trabaja en diferentes museos con exposiciones e intervenciones que buscan establecer reflexiones y conversaciones.
En el museo Rafael Coronel, ex templo jesuita con arte barroco, artistas comisionados crearon piezas que buscan establecer un diálogo artístico con el museo, la comunidad y entre ellos mismos.
Iván Krassoievitch, artista visual de la Ciudad de México, trabajó una serie de esculturas que tituló La uña de la cara, la cual consiste en varios ensamblajes de gran formato articulados con diferentes tipos de piedra como mármol y piedra volcánica. El artista las interviene con algunos objetos de la vida cotidiana como pelotas de goma, uñas postizas y cabello. El trabajo de Krassoievitch dialoga con las salas del museo al establecer un vínculo entre los tipos de arte que pueden convivir en un recinto.
En otra parte del museo, la exposición Estado Inconsciente, de Ricardo Alcaide, artista venezolano, se apropia del espacio y busca dialogar con la historia de Zacatecas. Esta muestra alude a las ruinas y detritus propias del estado que el artista recolectó para su obra. Montadas en diferentes mesas que forman una circunferencia, estos fragmentos pretenden establecer ciertas conexiones con el espacio del museo y con conceptos como modernismo y escultura contemporánea.
En el atrio del recinto se encuentra Fuente de Azogue, de Plinio Ávila, escultor de Zacatecas; la obra es una fuente de tipo colonial por la que cada periodo de tiempo se derraman gotas de mercurio. El artista evoca al diálogo entre lo que se exhibe en los museos y la situación actual de minería en Zacatecas. Los relieves de la fuente de Ávila ilustran la historia del mercurio y minería del pasado hasta la extracción presente del mineral.
Manifestaciones del arte. En el museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez, algunas piezas de la colección Femsa fueron elegidas para conectar con la abstracción geométrica, además de formular una reflexión sobre el arte abstracto en América Latina. La exposición Geometría sin Fin fue inaugurada por Rosa María Rodríguez, gerente del programa cultural Femsa, y el pintor y escultor Manuel Felguérez, quien habló de la necesidad de renovar el arte y de la importancia de Zacatecas a nivel cultural.
“Hay una necesidad de renovar el arte, este va cambiando con el tiempo. Ahora hay muchas manifestaciones de arte diferente al anterior, tal como la danza moderna, el teatro, nuevos tipos de literatura. Es importante saber que tanto el arte moderno y el arte que existió desde el siglo pasado es igual de importante que el arte que se está haciendo hoy. La Bienal Femsa busca poner en un mismo nivel a los artistas contemporáneos y a los artistas de mi generación, además de crear diálogos entre diferentes perspectivas artísticas”, dijo Felguérez.
El esquema de esta Bienal, un corredor cultural con múltiples puntos en la ciudad de Zacatecas, se constituye como un proyecto museológico colaborativo en el que los proyectos y las exposiciones forman espacios al interior de otros espacios para dar cabida a una conexión entre el arte moderno y el arte contemporáneo, además de hacer una revisión histórica de los sitios expositivos.
El programa curatorial, que tuvo una duración de 18 meses con 23 artistas comisionados y otros 100 en modelo colaborativo, establece un nuevo modelo de Bienal Femsa que crea conexiones entre arte barroco, moderno y contemporáneo. Entre otros artistas comisionados están Cynthia Gutiérrez, Mario García Torres, Juan Carlos Badillo, Rafael Coronel, Liliana Porter y Felipe Mujica.
La XIII Bienal Femsa “Nunca Fuimos Contemporáneos” pretende dar una revisión del arte actual en contraposición al arte que lo precedió; busca una reflexión sobre las visiones artísticas que predominan en los museos, y trabaja con los espacios públicos para no olvidar su función y su historia. También se plantea una revisión sobre las bienales de arte y su función social, además de preguntarse de manera directa la definición de arte contemporáneo y cómo se pueden entender los cambios del arte a través del tiempo.