"Si se pone al personaje muy lejos de uno mismo, se vuelve difícil amalgamar: el cuerpo se queda tieso y la voz está en una idea lejana de los que es el personaje, una idea que se reduce a una cuestión formal y no se se acerca a lo que es el ser humano", afirma la actriz Valentina Garibay para explicar cómo, a través de su taller "Bestiario para la creación de personaje", que impartirá del 6 al 10 de noviembre en el Teatro Casa de la Paz de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM; Cozumel 33, Roma), busca liberar al actor de la interpretación acartonada.
"Tenía ganas de proponer algo que fuera la creación de personaje a partir de animales porque es un ejercicio que ya había utilizado en otros talleres. Me parecía que era muy eficaz para que los creadores escénicos tuvieran un acercamiento a la creación de seres no tan cercanos al realismo o el naturalismo", cuenta y detalla que este tipo de ejercicios se utilizan desde hace mucho en las artes escénicas, pero ella quería focalizar en el imaginario de los bestiarios.
No es sólo que los asistentes al taller y los actores trabajen con un animal y lo vuelven antropomorfo, por decirlo de alguna manera, sino que se atrevan a liberar a la bestia que cada uno trae encima, señala. "Es una aproximación para que le puedan dar rienda suelta a esa parte medio bestial que hay en la condición humana, que hay en cada uno de nosotros y que es muy útil para el trabajo escénico".
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Garibay, quien está habituada a trabajar con el cuerpo como detonador sobre el escenario, explica cómo se divide el taller: primero hay una especie de calentamiento, una sensibilización para que los asistentes trabajen con el propio cuerpo, que entren más en contacto con esa individualidad material. "Son ejercicios que tomé a partir de un laboratorio escénico con Gerardo Trejoluna; él, a su vez, los tomó de los cinco ritmos: Fluido, Staccato, Caos, Lírico y Quietud, patrones que estableció Gabrielle Roth".
Ya que los asistentes / actores pasaron por dicho entrenamiento, el cual va más allá del condicionamiento del cuerpo en lo físico y sirve para conectar con ciertos aspectos de los procesos emocionales, se realizan ejercicios enfocados en los cinco sentidos. El siguiente paso, continúa Garibay, es el trabajo con un texto que por sí mismo no se enfoca en la creación dramática, pero sí en la creación de carácteres o personajes: "El testigo oidor", de Elías Canetti (Premio Nobel de Literatura 1981). Los integrantes también pueden presentar algún monólogo que les guste o quieran ensayar.
Por último, la actriz les pide compartir, en público, alguna experiencia íntima que les cause algún tipo de vergüenza u orgullo. "Todo esto se va embonando para aproximarnos al material textual y luego al material escénico para aproximarnos a estas bestias".
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El taller está dirigido a personas con experiencia previa sobre el escenario; no sólo actores, sino personas que se dediquen al circo, malabares, clown, stand-up y música.
"Bestiario para la creación de personaje" se impartió previamente en el Centro Cultural Helénico. El precio de las sesiones aún no está confirmado; se aplicarán descuentos a estudiantes.
melc