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Copenhague. —La Academia Sueca, institución que otorga anualmente el Nobel de Literatura, anunció ayer la elección de dos nuevos miembros para ocupar los asientos que quedaron vacantes por las renuncias a causa de un escándalo sexual y de filtraciones.
El jurista Eric Runesson ocupará la silla uno en lugar de la escritora Lotta Lotass, y la también escritora Jila Mossaed, de origen iraní, la 15, de la novelista Kerstin Ekman.
Lotass, Ekman y otros dos miembros renunciaron a su cargo la pasada primavera, mientras que otros cuatro más, de los 18 de que consta la institución —incluidos sus dos últimos secretarios, Sara Danius y Peter Englund—, la han abandonado temporalmente.
En la votación participaron tres de estos últimos para poder alcanzar el quórum, de 12 miembros, necesario para tomar decisiones internas.
La Academia Sueca no ha revelado qué ocurrirá con la poetisa Katarina Frostenson, cuyo esposo, el artista francés Jean-Claude Arnault, fue condenado el lunes a dos años de cárcel por un caso de violación cometido en 2011.
Según reveló la televisora pública SVT y confirmó un académico, la Fundación Nobel y la Casa Real han exigido la salida de Frostenson.
Presionada por la Fundación Nobel, la Academia Sueca ha implementado reformas, como un cambio en los estatutos para posibilitar la renuncia y la elección de miembros; y recurrir a un grupo externo de expertos en derecho, resolución de conflictos, organización y comunicación.
La decisión más controvertida ha sido aplazar la concesión del Premio Nobel de Literatura por primera vez en siete décadas, lo que supone que en 2019 se otorgarán dos galardones, medida justificada por la falta de confianza y el debilitamiento de la institución tras el escándalo.