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El presidente Andrés Manuel López Obrador se ha referido en repetidas ocasiones a la Revolución mexicana y ha enfatizado en personajes como Francisco I. Madero, Emiliano Zapata, Lázaro Cárdenas y Felipe Ángeles.
Hoy, en el 109 aniversario del inicio de la Revolución, el gobierno, a través de la Comisión Presidencial para la Conmemoración de Hechos, Procesos y Personajes Históricos de México, preparó un desfile cívico, la instalación de la locomotora conocida como “Petra” y una exposición fotográfica que estarán en el Zócalo de la Ciudad de México.
“En el periodo neoliberal se fueron olvidando las fechas históricas, el reconocimiento a nuestros héroes. Nosotros consideramos que es fundamental recordar nuestro pasado y las gestas históricas de nuestro pueblo en la lucha por la libertad, la independencia, la democracia, la soberanía, la justicia social”, dijo el Presidente la semana pasada.
EL UNIVERSAL invitó a Jean Meyer, Karla Motte, Martha Rocha y Felipe Ávila, quienes son historiadores especializados en la Revolución mexicana a opinar sobre el énfasis que ha puesto el gobierno sobre este proceso histórico.
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El movimiento socio-político
Los especialistas coincidieron en que se debe conmemorar la Revolución mexicana, sobre todo porque, dicen, a raíz de ese suceso surgió la Constitución de 1917, documento que aún sigue vigente.
“No dudo que haya gente convencida de que México debe reactivar una tradición revolucionaria para emprender una nueva revolución, de preferencia permanente, lo que implica no perder el poder jamás. Para ellos, se impone la necesidad de un nuevo catecismo histórico”, dijo Meyer.
Karla Motte, maestra en Historia por la UNAM, señaló que la conmemoración histórica es importante porque es una oportunidad para reflexionar sobre algún suceso en particular; consideró que las referencias constantes del gobierno a la Revolución se deben al estilo del Presidente.
“El estilo de gobernar de Andrés Manuel es hacer referencia a la historia y esta se convierte en referentes que explican las decisiones que toma. Está el discurso del Presidente en torno a la historia, pero también la forma en que la historia se cristaliza en instituciones que tratan de situarla en el centro del discurso político, como la Coordinación de Memoria Histórica. El gobierno no impone una visión de la Revolución, sí tiene un proceso de identificación con ella, pero eso no es nuevo”, opinó Motte.
La investigadora de la UNAM añadió que durante el siglo XX, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) se definió como heredero de la Revolución; sin embargo, la actual administración “se coloca como un proceso de transformación en el que retoma puntos clave de la Revolución”.
Martha Rocha indicó que es importante recordar que la de México fue la primera Revolución de carácter social en el mundo occidental, además vio positivo que el gobierno se refiera a este suceso.
“Es positivo que se hable de este hecho porque se puede acabar con la versión de héroes y villanos que la historia oficial había creado. Se está revalorizando la importancia de los hombres y mujeres que participaron”, dijo Rocha.
Felipe Ávila, director del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, explicó que el organismo a su cargo revisó el contenido de los materiales que se repartirán sobre la Revolución mexicana.
“Este gobierno está preocupado porque se conozca la historia, se valore, se aprenda de ella, sea una herramienta que contribuya a conocer el país que somos. La recuperación de la historia se hace con un enfoque crítico, incluyente, de tolerancia, no se pretende hacer una historia oficial ni presentar una visión idealizada y única de los distintos procesos por los que ha transcurrido el país. Se busca recuperar la historia destacando la participación de los sectores populares y los grupos que han sido excluidos, como las mujeres, los niños, los adolescentes y los campesinos”, expresó Ávila.
El correcto militar
En repetidas ocasiones, el Presidente ha enfatizado en algunos personajes, uno de ellos es Felipe Ángeles, de quien se llevará a escena una obra de teatro e incluso así se llamará el aeropuerto de Santa Lucía.
Ávila atribuyó la presencia de Ángeles a que no están interesados en la historia de “los grandes personajes” sino en la historia cotidiana: “Felipe Ángeles fue un personaje importante y muy poco conocido. No se le ha dado el papel que merece porque es un personaje romántico formado en el ejército porfirista, pero así como no se conoce a Felipe Ángeles hay otros en la misma situación, porque la historia ha estado concentrada en los grandes caudillos”.
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Para Jean Meyer, colaborador de EL UNIVERSAL, “Felipe Ángeles encarna el viejo ideal de la Roma republicana: el ciudadano soldado, primero ciudadano, luego soldado, ciudadano y, por lo tanto, soldado”.
Motte señaló que todos los historiadores coinciden en que Ángeles fue un hombre “de una moral que se sobrepuso por encima de sus intereses personales. El gobierno se equipara a la rectitud que él tuvo, retoma su figura. Es relevante porque se ve cómo hay un interés por retomar figuras que no habíamos visto en el discurso oficial”.