Tras darse a conocer que el presidente Andrés Manuel López Obrador prepara un decreto para desaparecer la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), el exdirector de este organismo, el biólogo José Sarukhán, asegura en entrevista con EL UNIVERSAL que restarle autonomía y presupuesto a la CONABIO pondría en riesgo el conocimiento acerca del medio ambiente y la investigación sobre temas urgentes y actuales como el cambio climático y la escasez del agua.
José Sarukhán, quien dirigió a esta Comisión desde 1992 (año de su fundación) y hasta 2022, detalla que la CONABIO opera, además del presupuesto federal asignado cada año, con un fideicomiso privado, el cual le permite recibir contribuciones económicas y en especie, deducibles de impuestos, tanto nacionales como del extranjero, lo que le otorga recursos por 150 millones aproximadamente.
En el anteproyecto federal se indica que la CONABIO pasará a ser la Dirección General para el Conocimiento y Conservación de la Biodiversidad, dependerá de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), y tendrá la tarea de dirigir la elaboración y emisión de los estudios, análisis, diagnósticos y evaluaciones para la generación, integración, compilación, sistematización y actualización de información técnica y científica sobre biodiversidad.
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Además, se informa que el personal, los recursos, los expedientes en trámite, el archivo, el mobiliario y, en general, el equipo que las unidades administrativas a que se refiere este decreto deberán trasladarse a las unidades administrativas que se crearían. Se advierte que este decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la Federación.
“La CONABIO tiene 32 años de vida y ha producido la mejor información científica acerca de la diversidad biológica de un país, de la que dependemos totalmente, porque dependemos de cosas en general: la producción de oxígeno y la colecta de agua, la captación de agua sin que se perturbe el suelo, esas dos cosas son fundamentales, hemos elaborado, a través de los años, el Sistema Nacional de Información de la Biodiversidad, algo único en el mundo”, apunta Sarukhán.
Expresa su inquietud sobre la problemática, ya que desconoce la forma en que CONABIO operará si el decreto entra en vigor. “Desconozco cómo serán las cosas, pero creo que la autonomía es muy importante, porque todas las reflexiones fueron internas y se pensaron desde las necesidades del país, para ir generando y produciendo, con mucha responsabilidad fuimos recopilando y generando la información necesaria para el país”.
También apunta que es desconcertante que un decreto así llegue a escasos meses del fin del sexenio. “¿Cómo se explica que esto pase a escasos meses del fin de la administración?, ¿qué objeto tiene que ocurra así?”
El también miembro de El Colegio Nacional apunta que, en los últimos años, la CONABIO sufrió una caída en su presupuesto anual, sin embargo, gracias al fideicomiso privado, pudo mantenerse en pie y seguir recopilando e interpretando datos e información.
“Recibíamos un presupuesto de la federación cada año, pero además teníamos el fideicomiso, en el que organizaciones como la de las Naciones Unidas, y otras extranjeras ponían dinero; sin ambos no habríamos podido operar, hablo de una cantidad modesta de 150 millones de pesos”, apunta el investigador del Instituto de Ecología de la UNAM.
El Fideicomiso privado de la Biodiversidad, explica José Sarukhán, está dirigido totalmente a la CONABIO y opera bajo la supervisión de diferentes instancias públicas y privadas, entre ellas la UNAM, Semarnat y Organizaciones no Gubernamentales.
“Todos ellos se sentaban en la mesa y veían que cada peso del fideicomiso se gastara en CONABIO para sus beneficios. Ese dinero nos permitió tener proyectos anuales, el fideicomiso es sumamente importante para las tareas que se han desarrollado en la Comisión”.
Sarukhán expresa que es desconcertante que el gobierno federal pretenda desarmar a la CONABIO en tiempos donde el cambio climático y la escasez de agua son temas de agenda nacional.
“No sé de dónde viene este golpe. Pero eso es lo que ha pasado en estos últimos cinco años, hay una total ignorancia del sector ambiental con reducciones muy fuertes en muchos sectores, pero esto no lo digo yo, está ahí, en los datos del presupuesto anual, parece que el medio ambiente no está en las prioridades presupuestarias del gobierno federal”, apunta.
El biólogo reitera que, gracias al fideicomiso, la CONABIO se mantuvo a flote a pesar de las reducciones en los presupuestos que le otorgó la federación.
“Como teníamos el fideicomiso, podíamos funcionar. Pero en la presente administración comenzaron los problemas y las limitaciones, por los acosos a los fideicomisos, algunos agentes ya no quisieron depositar el dinero ahí”, dijo.
Sobre las funciones y propósitos de la CONABIO, Sarukhán apunta que la Comisión se ocupa de un tema fundamental en el país, que es la naturaleza.
“Sin la naturaleza no tenemos la oportunidad de subsistir en ningún lado. Le pongo el ejemplo de Haití, que ya no tiene nada de diversidad biológica, pero si vemos Santo Domingo, país de al lado con las mismas condiciones, no tiene los mismos problemas sociales tan brutales, Haití se quedó sin esa matriz natural. ¿Cómo cuidar esos sistemas que nos dan esos servicios?, ¿cómo hacerlo de manera sustentable? México tiene grandes ejemplos de esto”, detalla Sarukhán.
Y ante la incertidumbre, Sarukhán resalta la necesidad de que los actuales candidatos a la Presidencia de la República se involucren en el tema y fijen posturas sobre la desaparición de la CONABIO.
“He expresado que es importante que los tres candidatos digan algo al respecto, y digan qué piensan hacer; la CONABIO produce la mejor información científica acerca de nuestro patrimonio natural, es indispensable para nuestra vida y para nuestra sociedad”.
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