A más de 50 años de haber iniciado un proyecto con la publicación de La aventura del cine mexicano (1968), el crítico de cine Jorge Ayala Blanco presentará el tomo 18 de su Abecedario del cine mexicano.
La querencia del cine mexicano (UNAM, 2022) está dedicado a los estrenos de la cinematografía nacional que se presentaron durante el primer año de la pandemia, en el que las dinámicas, producción, exhibición y consumo por parte de los espectadores dieron un giro poco esperado por la industria.
En esta presentación, que se realizará este jueves 1 de septiembre a las 17 horas en la Casa Universitaria del Libro (Orizaba #24, Roma norte), el autor estará acompañado de Fernanda Valadez y Astrid Rondero, directora, y productora, de la cinta Sin señas particulares (2020), así como por Manuel López Monroy y Sandra Loewe Greiner, director y secretaria académica de la Escuela Nacional de Artes Cinematográficas, en la que Jorge Ayala Blanco es el decano de su personal académico.
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Para el también colaborador del suplemento cultural Confabulario de EL UNIVERSAL, este título “constituye el segundo tomo de una ambiciosa serie dentro de mi Abecedario Cinematográfico, llamada Pentateuco Cinepandémico, que habrá de abarcar cinco volúmenes sobre las películas nacionales vistas y por ver en el paréntesis de la pandemia”.
Esta serie de cinco libros (de ahí su nombre de Pentateuco) dentro del Abecedario inició en 2021 con la publicación de La potencia del cine mexicano (2021); continúa con La querencia y tres tomos posteriores que incluirán la R (sobre el año 2021, próximamente en circulación), la S (sobre el cine estrenado en 2022), y la T, en la que el autor abordará el cine de la pospandemia.
Alejado de reparos que trascienden el lenguaje cinematográfico, las cintas seleccionadas por Ayala Blanco abarcan desde la más comercial hasta las producciones de orientación comunitaria e independiente.
Algunas de estas son 499, de Rodrigo Reyes; El baile de los 41, de David Pablos; Las tres muertes de Marisela Escobedo, de Carlos Pérez Osorio, y Sin señas particulares, de Fernanda Valadez y Astrid Rondero.
En el prólogo de La querencia del cine mexicano, Ayala Blanco expone la intención del actual cine mexicano de reflejar las distintas realidades de la sociedad mexicana: “Hay muchos Méxicos, y todos muestran y demuestran el mismo apetito devorador, la misma querencia y la misma hambre de exclusividad. Cada película vista y repertoriada representa aquí un vuelo de reconocimiento, constituye también un conocimiento en sí y significa un acopio de rasgos de autorreconocimiento”.
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